El ministro Ábalos y el ‘conseller’ Calvet, ¿en cuarentena por Milà?
La tormenta en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) por el positivo en coronavirus no comunicado del número dos de la institución, Salvador Milà, salpica incluso al Gobierno central y al catalán.
Tal y como se apunta desde la administración supramunicipal, el director del área de Presidencia acudió el pasado viernes 11 de diciembre a la firma del protocolo de colaboración para fomentar la construcción de vivienda asequible en la metrópolis. Lo rubricaron el ministro de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos; el consejero de Territorio de la Generalitat, Damià Calvet, y el vicepresidente ejecutivo del AMB, el socialista Antonio Balmón.
En la sala también estaba presente Milà que, según las mismas fuentes, ya se había hecho la PCR ante las sospechas de estar contagiado por Covid-19. Tal y como él mismo ha admitido, fue un día después, el sábado 12, cuando supo de forma efectiva que su prueba era positiva. Hecho que convierte a los que estuvieron presentes en el acto oficial en contactos directos de una persona con el virus, a pesar de que la firma del convenio se hizo con la mascarilla puesta.
Milà ha pedido perdón por esconder que estaba contagiado. No solo comprometió este acto, también acudió el martes 15 de diciembre a su puesto de trabajo para recoger de forma personal algunos enseres que necesitaba para teletrabajar, como él mismo ha admitido. El número dos de la presidencia encabezada por Ada Colau ha perdido de forma pública perdón y ha admitido el error de su actitud, que será tema de debate en el Consejo Metropolitano de este martes.
No es la primera ocasión en que el político de ICV debe pedir disculpas de forma pública por una mala decisión que afecta a su labor pública. En mayo de 2005, cuando ocupaba la consejería de Medio Ambiente, ya tuvo que entonar el mea culpa al hacerse público un vuelo familiar en el helicóptero del departamento aprovechando una ronda de reconocimiento de prevención de incendios. En esa ocasión el PP ya le pidió su dimisión por pasarse de la ralla. 15 años más tarde, Milà debe hacer frente a la misma petición. Ahora, por acudir infectado de coronavirus a su lugar de trabajo.