¿Luis Conde, embajador?
El principal cazatalentos de España, Luis Conde, trabaja desde finales del año pasado con un perfil profesional muy especial: el suyo. El dueño y cofundador de Seeliger y Conde ha empezado a promulgar su candidatura para reciclarse como embajador del Reino de España.
Incluso ha movido ficha para ocupar una plaza concreta del cuerpo diplomático internacional del Estado. Su aspiración no es precisamente menor. Tiene tres embajadas en mente: la de Washington, la de Londres y la de la Santa Sede.
Su trayectoria profesional y sus contactos empresariales, políticos y sociales le avalan para aterrizar en cualquier destino diplomático, aunque no forma parte de la carrera especializada. Sí que cuenta con un perfil profesional más notable que el de algunos de los embajadores que las han ocupado con anterioridad. Entre los mensajes que transmite figura que si llegar a ocupar alguno de los cargos que ansía, no protagonizaría ninguna polémica.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y su mano derecha, Jorge Moragas, ya son conocedores de las expectativas de Conde. Todo de forma discreta, como es habitual en los movimientos del empresario.
El freno actual de sus pretensiones está precisamente en el principal dolor de cabeza del PP, la investigación del caso Gürtel. El cazatalentos es una de las personas más próximas a Esperanza Aguirre, que tuvo que dar explicaciones ante el juez por la supuesta red de financiación ilegal vinculada al partido en el Gobierno. La acogió como ejecutiva de la Seeliger y Conde, la firma que dirige, al finalizar la etapa de la política madrileña en las administraciones públicas.
La declaración en sede judicial de Aguirre y la batalla que ésta mantiene con Rajoy no suman enteros precisamente a la discreta solicitud de Conde.