El FC Barcelona ha resuelto una de las carencias tácticas que mayores dolores de cabeza había dado a la dirección deportiva en la última década. Desde la salida de Dani Alves en 2016, el Barça no encontraba un lateral derecho de garantías. Jules Koundé, un central que no quería jugar en banda, ha espantado los fantasmas del pasado.
El zaguero francés se ha consagrado como un carrilero perfectamente válido para labores ofensivas. Unas aptitudes que constató en la manita frente a Estrella Roja (2-5), con un hat-trick de asistencias.
Hat-trick
Un hito que no se producía desde los tres pases de gol de Jordi Alba en un Tottenham-Barça de 2018. En dos jugadas casi calcadas, el defensor de 25 años ganó línea de fondo y puso sendos centros atrás para los remates de Raphinha y Fermín López.
Al filo del descanso en Belgrado, el exdefensor del Sevilla decantó la balanza al poner un centro dirigido al segundo palo. Robert Lewandowski sacó petróleo, con la caña de pescar lista. Cada vez son más habituales las incorporaciones de Jules por banda. Más aún en una cita que Alejandro Balde, de perfil ofensivo, descansó los 90 minutos. En lugar del joven lateral, jugó por la izquierda.
Insustituible
El lateral de circunstancias ya no es un arreglo ocasional ante la falta de efectivos en el flanco derecho. Koundé se ha erigido en uno de los mejores carrileros del momento. Un año atrás cuando ya se había consagrado en el Barça campeón de Liga, reafirmó su voluntad de jugar en el eje: "Hablé al final de temporada con Xavi porque quería jugar en mi posición, donde me siento más cómodo y puedo aportar más".
A las órdenes de Hansi Flick, lo ha jugado prácticamente todo: 16 partidos, 14 de titular y dos de suplente; 14 encuentros completados. En el triunfo ante el Girona (1-4) ya repartió una asistencia. Y se perdió gran parte del Alavés-Barça (0-3) porque el técnico alemán lo había castigado tras presentarse tarde a la charla previa en el hotel de Vitoria.
De apaño a solución
Finalmente, el apaño ha resultado ser la solución. Koundé ha alcanzado un nivel tan alto que parece haber nacido para desempeñarse como lateral derecho. No ha salido gratis. En un verano de 2022 de dispendio financiado con las palancas, el club catalán le ganó la partida al Chelsea por el zaguero de 25 años. 50 millones de euros fijos y cinco en variables costó el pilar del Sevilla.
Desde la fuga de Alves rumbo a la Juventus, ningún lateral hizo olvidar la alargada sombra del crack brasileño. Douglas Pereira, el relevo inmediato, fracasó estrepitosamente. Aleix Vidal, fichado por 17 kilos, siguió el mismo camino.
Odisea de laterales
Nélson Semedo, adquirido previo pago de 35 millones, alcanzó unas prestaciones notables. Tres años duró vestido de azulgrana promediando 40 partidos, pero el carrilero portugués quedó sepultado en el sonrojante 2-8 de Champions League contra el Bayern de Múnich. Emerson Royal ni siquiera tuvo su oportunidad, vendido al Tottenham por 25 millones tras comprarlo al Betis.
Las lagunas defensivas de Sergiño Dest lo enterraron a ojos de Xavi Hernández tras dos años de intermitencia a las órdenes de Ronald Koeman. Koundé no es Dani Alves, pero es Koundé. Un muro en defensa y un puñal cada vez más punzante en ataque.
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