El Barça y el PSG intercambiaron golpes en el Parque de los Príncipes como dos boxeadores en un ring. Sobre todo, en una segunda parte trepidante. Cuatro de los cinco goles de la noche tuvieron lugar después del descanso, con un protagonismo destacado de los revulsivos. Tanto en un costado como en el contrario, los suplentes impulsaron ambas reacciones. Fue Xavi Hernández quien se impuso en la batalla de los banquillos a Luis Enrique. Pedri y Andreas Christensen resultaron providenciales y decisivos en la victoria.
Pero vayamos por partes. Primero, el técnico asturiano deshizo su invento de situar a Marco Asensio como falso 9 en la media parte. En su lugar dio entrada de Bradley Barcola y ubicó a Ousmane Dembelé en el centro de la delantera con Kylian Mbappé en banda izquierda. El mosquito desaparecido durante la primera mitad, solo tardó tres minutos en marcar su segundo gol de la temporada en la reanudación (1-1). Otros dos minutos más tarde, Vitinha desató el éxtasis en el feudo del Paris Saint-Germain (1-2).
La entrada de Pedri
Parecía una reacción a la desesperada, pero Xavi decantó el partido a falta de media hora desde la banda. El técnico egarense ya no reparte envíos a domicilio como en sus tiempos mozos como catalizador del mejor Barça de la historia. Aun así, mandó a su mejor emisario al campo: Pedri. En el minuto 61, el volante canario relevó a Sergi Roberto, a la par que Joao Félix sustituía a Lamine Yamal.
Al grito de "primer balón de Pedri en mes y medio" en la retransmisión de Movistar Plus, el 8 azulgrana se vistió de asistente y dibujó la mejor parábola posible para que Raphinha conectara una volea perfecta, inalcanzable para Gianluigi Donnaruma (2-2). Y eso que el mediocampista oriundo de Bajamar llevaba un minuto sobre el césped. Ni rastro de su última lesión muscular en el recto femoral del muslo derecho.
El cabezazo de Christensen
Pero hay más. El recital de Xavi todavía debía alcanzar el clímax de todo drama. En el minuto 76, Andreas Christensen y Ferran Torres dieron descanso a Frenkie de Jong y Raphinha, único héroe de la noche hasta el momento. También al minuto de calzarse las botas y hacer acto de presencia el pivote danés se citó con la historia. Sus molestias en el talón de Aquiles --que no ha superado 100%-- no le impidieron a Andreas rematar un córner botado por Ilkay Gundogan en el área pequeña.
El ex del Chelsea asaltó el Parque de los Príncipes más hostil y antibarcelonista de un cabezazo, y trajo de vuelta a Barcelona la primera victoria del Barça fuera de casa en las eliminatorias de Champions League tras cinco años de reveses a domicilio.