El Bayern Múnich entra en una crisis particular. No solo en términos deportivos con el equipo de Thomas Tuchel dejando dudas en la Bundesliga y la Champions League, sino también en lo económico. Desde hace tiempo que la entidad alemana se ha excedido a nivel de gastos, por lo que están empezando a planificar un cambio sustancial en su política de sueldos de la plantilla principal. Ese ajuste señala a varios jugadores, entre ellos, Joshua Kimmich.
Según la información proporcionada por Kicker --y de la que se han hecho eco algunos medios alemanes--, el Bayern planea reestructurar la nómina del primer equipo. La citada fuente señala que los altos mandos consideran necesario cambiar la tendencia de los salarios exorbitantes y los fichajes estratosféricos. En el apartado de los sueldos esperan renegociar los contratos de los que están la parte alta o en su defecto abrir la puerta de salida para no tener pérdidas.
En este sentido, el nombre de Joshua Kimmich suena con mucha fuerza. Hay que recordar que en 2022 se dio a conocer a través de Bild que el centrocampista alemán tiene estipulado un salario bruto de 19,5 millones de euros, ubicándose como uno de los mejores pagados de la plantilla. Tampoco se debe pasar por alto que el jugador termina el 30 de junio de 2025, por lo que el Bayern solo tiene en el futuro dos ventanas de mercado para hacer caja.
El Barça tiene una oportunidad
Ese contexto financiero del Bayern, que a su vez recuerda mucho a lo que ha pasado con el FC Barcelona en la última década, es una clara oportunidad para la directiva de Joan Laporta de hacerse con los servicios de uno de los centrocampistas más talentosos del panorama internacional. No es secreto que el Barça tenga a Kimmich en su radar desde hace tiempo, sobre todo por la necesidad de encontrar un relevo para Busquets, aunque ahora el panorama puede ser más favorable.
La entidad alemana afronta el siguiente mercado de verano como la mejor ventana para tratar de rentabilizar la salida de Kimmich, tal y como sucedió hace un par de años con el traspaso de Lewandowski. Por la necesidad de estar en el último año de contrato, el Barça podría terminar negociando unas condiciones que se ajusten a su realidad financiera. Al igual que el delantero polaco, el mediocentro podría estar moviéndose entre los 40-50 millones de euros.
La gran obligación de Laporta
Sin embargo, ese escenario solo es posible si el FC Barcelona es capaz de cumplir con los ingresos que tiene presupuestados para este año. El ejemplo más importante son los 40 millones de euros que debieron recibir en 2023 por la venta parcial de Barça Studios. Ese problema es lo que obliga a los altos mandos del club a barajar otras alternativas, como es el caso de la venta de un crack de la plantilla.
Dentro de ese grupo se encuentran los casos de Ronald Araujo y Frenkie de Jong. En la entidad culé son optimistas con respecto a la posibilidad de recibir ofertas que se acerquen a los 100 millones de euros, lo que permitiría acercarse al objetivo de fichar a un Joshua Kimmich que podría encajar a la perfección con ese vacío que ha dejado la marcha de Busquets.