El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, ha vuelto a pecar de falta de previsión. Un mundo entero dista entre sus declaraciones en la Reunió del Senat, el pasado mes de junio, y un final de mercado de fichajes dramático. El club azulgrana no ha conseguido regresar a la norma 1:1, puesto que ha incumplido el plazo de pago de 60 millones de euros por Barça Studios --ahora Barça Vision--. El acuerdo de renovación del patrocinio con Nike tampoco ha llegado a buen puerto aún, pese a las palabras sobrecargadas de optimismo del máximo dirigente de la entidad a principios de verano.
La junta directiva encabezada por Laporta ha vuelto a sudar la gota gorda en los despachos para terminar el ejercicio económico 23-24 en beneficios sin la inyección de las palancas. De hecho, todavía no hay rastro de la cuenta de pérdidas y ganancias a un mes del límite para formularlas --hasta el 30 de septiembre-- . Excesivos problemas financieros para equilibrar ingresos y gastos, aunque con el hándicap del traslado a Montjuïc. De todos modos, si las proyecciones a futuro sobredimensionadas han descarrilado en operaciones a corto-medio plazo, la institución puede sufrir un varapalo de dimensiones bíblicas con las previsiones a largo plazo. En juego, la devolución de 2.800 millones de euros por el Espai Barça con Goldman Sachs, JP Morgan y otros 18 "compañeros de viaje".
Los cálculos del Camp Nou
El club de la capital catalana no considera deuda la liquidación del préstamo para la reforma del Camp Nou, puesto que se autofinanciará con los futuros ingresos generados por el estadio. Una fuente de oro de 347 millones de euros, que debe nutrir al FC Barcelona y un buen puñado de acreedores. Las arcas del club se quedarían con 100 kilos, 94M se destinarían a saldar el crédito y los 153M restantes también enriquecerían la tesorería o bien se dirigirían a la renegociación del crédito. Siempre en términos teóricos, aunque "importes muy conservadores", como aseguró el exvicepresidente económico Eduard Romeu.
Según anunciaba la entidad, la facturación adicional ascenderá a 247 millones. Con esto, el feudo azulgrana ya había rondado los 200 millones de ingresos antes de su cierre provisional. El aumento tan pronunciado se debe al desplome en tiempos de pandemia de la Covid-19. Salvo en período de recesión derivada del coronavirus, los ingresos del Camp Nou han rondado entre los 167 millones y los 212 millones desde 2015 hasta las obras. Información contrastable en los presupuestos de las memorias anuales del club.
Por lo tanto, en realidad el Barça garantiza la devolución del crédito con la mitad de lo que ya generaba antes de la remodelación. De la facturación adicional de 247 millones, unos 100 ya existían. Igualmente, partiendo de los cálculos de la dirigencia, la facturación extra se distribuye de esta forma: Hospitality o palcos Vip (22%), Meeting & Events (15%), Ticketing y restauración (22%), Museu y visitas (15%), patrocinio y title rights (24%).
Los palcos VIP, fundamentales
Los culés esperan regresar a un Camp Nou a medio reformar entre finales de 2024 y principios de 2025. En 2026, las renovadas instalaciones lucirán 104.000 localidades. Un aumento de unos 5.000 asientos consecuencia de la triplicación de asientos VIP: de unos 2.000 a 7.557, según las expectativas de Legends. Los dos anillos de lujo entre la segunda y la tercera gradería serán las ubicaciones más privilegiadas de los palcos en el área de hospitality.
Ni siquiera representan un 10% de la capacidad del estadio, pero en previsiones de ingresos se llevan la palma. En lo que atañe a los packs para grandes empresas, Barça Hospitality ya ha comercializado el 95% de los productos en contratos de 8 a 10 años. Los propietarios ya han abonado un 20% de anticipo de la primera temporada. La entidad se asegura cobros por adelantado sobre las 62 localidades exclusivas para empresas: Very Vip Suites y Boxs. Una facturación anual de 17 millones, 170 millones en 10 años que, como ya hemos explicado en Culemanía, el FC Barcelona pretende ingresar de golpe entre 2024 (60%) y 2025 (40%).
Liquidez para empezar a enjugar deuda con Goldman Sachs, JP Morgan y el resto de inversores. De este modo, disminuirán los intereses. No obstante, el club no tendrá las mismas garantías de cumplir los cálculos con las sillas VIP que se comercializarán individualmente para partidos en concreto y/o temporadas completas. El diari Ara recela de las estimaciones en este caso, como explican sus fuentes consultadas en los despachos: "Es complicado que haya suficiente demanda para toda esta oferta". Salvo en partidos de altos vuelos como un clásico Barça-Madrid o un cruce de Champions League, resultará en una ardua tarea llenar las localidades VIP en encuentros de menor entidad.
800 millones antes de 2028
Hasta que el estadio no funcione a pleno rendimiento en 2026 no se comprobará si las previsiones fueron excesivamente optimistas o bien se ajustan a la realidad. En cualquier caso, poco margen tendrá la entidad hasta 2028, cuando caduquen los 5 años de carencia y llegue la hora de la verdad. El Fondo de Titulización creado para la devolución del crédito del Espai Barça estipula que el club de la ciudad condal tendrá que abonar 234 millones de intereses a Goldman Sachs y el resto de acreedores entre 2025 y 2027: 44 millones en diciembre de 2025, 94 millones en 2026 y 96 millones en 2027.
En 2028 se empezará a retornar propiamente el importe prestado. Concretamente, 586 millones con vencimiento en junio de 2028: 374 kilos por el crédito bancario, 120,6M de bonos y 86M de intereses. Unas cantidades refinanciables, como establecen los dos primeros tramos del préstamo de 1.450M --Goldman Sachs y JP Morgan habrían proporcionado 500--. El FC Barcelona recibió el visto bueno en la asamblea de socios compromisarios para alargar los plazos hasta 30 años. En cambio, el tercer tramo, que se extiende hasta 20-24 años, y no es renegociable.
444 millones adeudados a Goldman
Obligaciones exigentes que heredarán los sucesores de Laporta y el resto de directivos. Para entonces no habrá cabida a titubeos en los despachos ni desajustes presupuestarios. La entidad también tendrá que hacer frente a la devolución del crédito salvavidas de Goldman Sachs. En verano de 2021, el banco de inversión estadounidense acudió al rescate de la nueva junta de Jan y adelantó 595 millones --aprobado en asamblea-- para la reestructuración de la deuda y la obtención de liquidez.
Un compromiso que descendió a 471 millones en julio de 2022, cuando la institución catalana vendió el 25% de los derechos televisivos de la Liga --garantía del préstamo--. La palanca financiera implicó la devolución obligada de 125 millones a la banca neoyorquina. De este modo, se redujo también la cantidad anual a devolver. Según la Memoria Anual, en 2024 se habrían liquidado 27,5 millones más del crédito. Faltan 444M, que se ingresarán entre 2025 y 2031, aparte de la deuda del Espai Barça: 28M en 2025; 28,6M en 2026; 29,1M en 2027; 29,7M en 2028; 30,2M en 2029; 30,8M en 2030. Los 267,4M de débito restante se finiquitarán en 2031.
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