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Nueva clase de ingeniería financiera en el FC Barcelona. Lo hacía José Luis Núñez, también Sandro Rosell o Josep María Bartomeu. Y lo hace ahora el actual presidente, Joan Laporta, incansable a la hora de buscar soluciones que desatasquen la crisis económica del club. La última consiste en anticipar el cobro de los palcos Vip del nuevo Camp Nou relativos a los 10 primeros años de actividad del futuro estadio. Una fórmula inteligente para obtener liquidez, pero que también comporta riesgos. 

Fuentes del club han confirmado a Culemanía que el Barça pretende ingresar los primeros 100 millones de euros y destinar el excedente restante a reducir la deuda con Goldman Sachs y 20 inversores. "Como se informó en la presentación del acuerdo de financiación, el Barça se reserva siempre los primeros 100 millones, mientras que los 100 siguientes van a devolver el crédito y el resto vuelven al Barça", explican.

Con permiso de Goldman Sachs 

Sin embargo, y según se explicó hace más de un año a través de Eduard Romeu y Maribel Meléndez --ninguno de los dos está ya en el club--, ese reparto se refería a los ingresos anuales generados a través del estadio. En ningún caso se habló del anticipo de cobros futuros --más popularmente conocidos como palancas--, lo que obligará al Barça a negociar con Goldman Sachs y conseguir su autorización. 

Maribel Meléndez, Eduard Romeu y Manel del Río, en la rueda de prensa del Espai Barça EFE

En caso de que deudor y acreedores se entiendan --el mejor argumento del Barça para convencerlos es que parte del dinero irá dirigido a devolver la deuda asumida por valor de 1.450 millones de euros más intereses--, el plan de la institución catalana consistirá en cobrar anticipadamente el precio de 62 localidades Vip destinadas a empresas. El club ha calculado unos 170 millones de euros teniendo en cuenta que los palcos Very Vip Suites (20) pueden llegar a costar 300.000 euros anuales y los Boxs (95) tendrán un coste de unos 270.000 euros por año. 

170 millones en 10 años de palcos 

Estamos hablando de unos 17 millones anuales derivados de esas 62 localidades exclusivas para empresas. Pero en lugar de cobrarlas año a año, el Barça percibiría el total de los 10 primeros años entre 2024 (60%) y 2025 (40%). En dos temporadas.

La jugada es redonda en el sentido de que el Barça consigue 100 millones de liquidez y puedes destinar otros 70 kilos, como mínimo, para empezar a reducir la deuda con Goldman Sachs y los inversores. Cuanto antes pague lo que debe, menos años de intereses tendrá que abonar a los acreedores, lo que supondría un ahorro futuro. Es como el que tiene una hipoteca a 20 años y consigue liquidez para pagarla de golpe: se ahorra mucho dinero en intereses. Pero esta operación de Laporta también comporta riesgos en clave de futuro

Igual que sucedió con la venta de los derechos televisivos, en este caso el Barça utilizaría un dinero futuro para resolver problemas presentes. ¿A cambio de qué? Pues de quedarse sin el dinero que correspondería percibir por esos conceptos en los próximos 10 años. Eso significa que si la situación no mejora, el Barça estará recibiendo 40 millones anuales menos de derechos televisivos y 17 millones anuales menos de palcos Vip. Pero seguirá teniendo la obligación de destinar los segundos 100 millones derivados de la explotación del Camp Nou a devolver el crédito. O lo que es lo mismo: nivel elevado de gasto y menos ingresos. 

Los anticipos no sirven para cuadrar el ejercicio

Fuentes financieras consultadas por Culemanía aseguran que el Barça no podrá utilizar esos cobros anticipados para cuadrar el ejercicio contable actual: "En este caso el Barça puede anticipar el cobro, pero no el ingreso con el fin de cuadrar el ejercicio contable. Los ingresos se contabilizarán en su respectiva cuenta de resultados a medida que se vayan meritando".

Los palcos Vip del nuevo Camp Nou de Laporta

Además, las mismas fuentes aseguran que "el cobro anticipado se tendría que utilizar para reducir la deuda y cualquier otro uso se tendría que negociar con Goldman Sachs". "Si el dinero se utiliza para reducir la deuda, no debería suponer ningún problema, y además comportaría un probable descuento. En cuanto a la reducción de intereses, es un aspecto que depende de la evolución del mercado y si el Barça quiere reducirlos, tendrá que renegociarlos", sentencian. 

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