Estaban llamados a ser los salvadores. Y, si no ocurre algo muy grave, lo acabarán siendo. Pero ahora les encaja mejor otra denominación: los vengadores. Decíamos a principios de julio, porque así nos lo decían algunas fuentes supuestamente solventes del Barça, que el acuerdo de renovación con Nike estaría cerrado a finales del mismo mes. Que se iba a solventar el embrollo con la multinacional americana y que se iba a configurar una nueva estructura accionarial para Bridgeburg Invest, sociedad tras la marca Barça Vision, anteriormente denominada y más conocida como Barça Studios. Ello posibilitaría al club solventar el ejercicio contable 2023-24 sin pérdidas y conseguir el Fair Play para ser protagonista activo del mercado de fichajes. O desde el club mintieron, o se equivocaron. Tal vez confiaron demasiado en la buena fe de Nike, que había encajado duras palabras de Laporta unas semanas atrás. 

El presidente del Barça concedió una inflamable entrevista a Jordi Basté el pasado 2 de febrero en los micrófonos de Rac1. En el transcurso de la misma, atizó duramente a Nike. Laporta acusó a la firma comercial de no pagar suficiente y lanzó un aviso a navegantes: "Hay tres opciones: seguir con ellos, aceptar lo que nos da el mercado y hacerlo nosotros a través de BLM". El presidente reconoció conversaciones con la competencia y que se planteaba descartar a Nike para diseñar su propia marca de ropa. Una estrategia de presión que llegó a los medios después de varios años de rencillas en los tribunales. El próximo lunes, Laporta podrá dar nuevas explicaciones al respecto con el mismo periodista. La imagen del presidente está cada día un poco más deteriorada por las constantes promesas incumplidas y tratará de revitalizarla con su habitual solvencia en la oratoria. 

Tres demandas activas y una derrota judicial 

El Barça mantiene actualmente tres demandas interpuestas contra Nike y guarda en el cajón un recurso tumbado por la Audiencia Provincial de Barcelona. El tribunal catalán confirma la resolución del juzgado de lo mercantil número 7 de Barcelona, favorable a Nike, y condena en costas al Barça tras certificar que el club no tiene derecho a la resolución unilateral del contrato con Nike. Cosa que hizo y notificó a la multinacional americana, que se revolvió impugnando la citada extinción contractual y obteniendo el favor de los tribunales. 

Estos precedentes ponen sobre la mesa un escenario dantesco, donde no cuesta mucho entender que Nike no tenga prisa por renovar. Primero, por la retahíla de demandas judiciales promovidas por el Barça que no han tenido éxito. Segundo, por las nada amigables palabras que Laporta les dedicó públicamente junto a Basté. La justicia da la razón a la multinacional: el contrato es vigente hasta 2028 y no hay obligación para que se empiece a negociar su renovación antes de 2026. Si Nike quiere, puede esperar dos años más acallando los sollozos de un Barça que anhela más dinero. 

Dani Olmo depende de Nike

Por lo pronto, Nike ha frenado las prisas del Barça, que aspiraba a obtener esa renovación anticipada en julio para poder ir con todo al mercado de fichajes. No llegó en julio, ni tampoco en agosto. Las fuentes consultadas por Culemanía son tajantes: "No está cerrado y todavía quedan muchos capítulos".

Dani Olmo, durante un entrenamiento del Barça FCB

La duda recae en si Nike dará su brazo a torcer para renovar el acuerdo antes de que acabe el año. La inscripción de Dani Olmo en el mercado de invierno depende de ello. Hay que recordar que el nuevo fichaje azulgrana solo tiene permiso para jugar hasta el 31 de diciembre. Si el Barça no hace los deberes a tiempo, Dani no podrá jugar en enero. Pero si Nike se niega, está en su pleno derecho de posponer cualquier renovación hasta 2026. La justicia le ampara.

¿Vengadora o salvadora? 

Algunos corrillos opositores a Laporta en Barcelona convienen que "en Nike no son tontos". "Se pueden esperar a 2026 para negociar con una junta directiva que sea más profesional y competente que la actual. A malas, tendrán que negociar con la misma, si vuelven a ganar", aseguran. Además, las cifras de ingresos de la multinacional han caído desde la pandemia. No tienen prisa. La gran pregunta es: ¿Nike querrá seguir en modo vengadora, o se vestirá, por fin, de salvadora del Barça? 

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