El FC Barcelona ha empezado a construir la casa por el tejado. Antes de asegurarse un cierre del ejercicio económico 23-24 con beneficios, el club que preside Joan Laporta ha preferido lanzarse a por los fichajes astronómicos de Dani Olmo y Nico Williams. La entidad ni siquiera ha puesto en orden todavía la reestructuración de Bridgeburg Invest y el patrocinio de Nike a tres días de la clausura del mercado de traspasos. La realidad es que el FC Barcelona es esclavo de la operación de Barça Studios. La inscripción de la incorporación estrella a estas alturas era imposible y ha entrado milagrosamente por una casuística de puro azar: la lesión de Andreas Christensen.
La solución más rocambolesca posible ha caído del cielo para conceder una vida extra a la plana mayor barcelonista. Como hemos desvelado en Culemanía, la comisión médica de la Liga ha certificado la baja del central danés por un período de cuatro meses. Se trata de la mínima duración contemplada en el artículo 77 de la normativa de control económico de la patronal. En la última semana de ventana de fichajes, la entidad catalana solo puede inscribir jugadores mediante el 80% de un futbolista lesionado. El club azulgrana no tiene Fair Play y se encuentra excedido, por lo que sigue sometido a la restricción del 60%, que se amplía al 70% en caso de que salgan jugadores franquicia.
Balón de oxígeno
Entonces, ¿a qué se han destinado las ventas de Mika Faye y Julián Araujo? ¿Y el traspaso de Ilkay Gundogan? ¿Y la cesión de Clément Lenglet? Ingresos o ahorros de costes que se han dirigido a tapar el agujero de 60 millones generado por un nuevo atraso en los plazos pago de Barça Studios. Las fuentes consultadas por Culemanía afirman que el impago de 40 millones de Libero Football Finance ya quedó compensado por los traspasos de Ousmane Dembelé y Frank Kessié. Sin embargo, no ocurre lo mismo con los citados 60 millones que vencían el 15 de junio de 2024.
La venta del 49% de la filial audiovisual estipulaba otros dos vencimientos en junio de 2024 y 2025, de 60 millones cada uno. Y por mucha manga ancha que tengan las auditorías, el plan de viabilidad presentado a la Liga tiene tanto valor para la patronal como la Biblia para el cristianismo. El organismo que preside Javier Tebas ya se había cuadrado en 2023 con la reventa de la sociedad y redujo 60 millones la capacidad de inscripción. Y volvió a quebrantarse el vencimiento de junio de 2024 con la consiguiente nueva penalización de -60M.
Faltan 20 millones
En la presentación de Hansi Flick, Laporta ilusionó al barcelonismo con la entrada de nuevos inversores, de los que todavía solo hay rastro de Aramark: "Pronto anunciaremos las noticias económicas que consideremos relevantes para que sepáis como mejora la situación del club. Para Bridgeburg tenemos una serie de inversores que iremos anunciando y se mantendrá la valoración de esta compañía conforme exige la Liga. Sobre el tema de Nike estamos en unas negociaciones que mejoran la posición del Barça en este aspecto y estamos muy satisfechos".
La multinacional de alimentación se alistó en la sociedad de Bridgeburg Invest con una inyección de 25 millones para reducir el boquete de 60 millones. Las recientes salidas de Gundogan, Lenglet y Mika Faye, junto a las ventas de Sergiño Dest, Marc Guiu, Julián Araujo, Chadi Riad, Estanis Pedrola y la cesión de Oriol Romeu han reducido la penalización de la Liga hasta unos 15 millones. Un balance negativo que todavía atenaza a Deco, director del área de fútbol, para el mercado de fichajes. Inscripciones como las de Marc Casadó y Pau Víctor se llevaron a cabo gracias al margen salarial excedente de la temporada 23-24 hasta el 15 de junio, cuando se aplicó la penalización. Además, ambos han mantenido el mismo coste salarial que el curso pasado, cuando militaban en el filial.
¿Qué pasa con Nike?
En esa tesitura, las soluciones pasan por vender más jugadores u obtener más accionistas para Barça Vision. En caso extremo como antaño, un aval de la junta directiva en esta ocasión tendría que oscilar entre los 20-30 millones en aras de sufragar más refuerzos. Tres escenarios altamente improbables. De poco sirvió el sacrificio estéril de Gundogan, que ni siquiera valió para el registro de Dani Olmo. La raíz del problema se halla en una planificación deportiva que se ha elaborado erróneamente en base a un acuerdo inexistente con Nike.
Laporta aseguró que el Barça podía permitirse "fichar a Nico Williams" cuando había "unas operaciones a punto de cerrarse". Concretamente, durante una entrevista con Catalunya Radio el 8 de julio. Mes y medio más tarde, no hay fumata blanca. Nike no tiene prisa por extender su vínculo, puesto que ya se impuso en un litigio por rescisión injustificada del contrato por parte del Barça.
Hasta 2026, el club de la ciudad condal no puede negociar con otras marcas. Además, la multinacional estadounidense tiene derecho de tanteo de cualquier otra oferta efectuada por otros potenciales patrocinadores a partir de 2026. Al contrario que las aseveraciones de otros medios, desde Culemanía hemos podido saber que el acuerdo con Nike no llegará a tiempo y que la configuración de la nueva estructura para Bridgeburg todavía necesita más tiempo.
Olmo, hasta el 31 de diciembre
La inscripción de Dani Olmo se toma como otra prórroga para terminar los deberes en los despachos antes del 31 de diciembre. El 80% de la ficha de Christensen solo cubre la mitad del coste del mediapunta de 26 años. Una vez transcurridos los 4 meses de baja, la entidad tendrá que darlo de alta nuevamente en la Liga asumiendo el 100%. No así con Iñigo Martínez, inscrito con el 80% de los emolumentos de Ronald Araujo. En su caso, sobra sueldo del central uruguayo para registrar al ex del Athletic. El alistamiento del zaguero tendrá vigencia hasta final de temporada.
Si los esfuerzos de la cúpula ejecutiva azulgrana dan resultados, el regalo de Reyes será espacio salarial extra. Tras compensar los 15 millones pendientes de Barça Studios, la Liga retiraría la restricción y el FC Barcelona alcanzaría la norma 1-1. En consecuencia, todas las salidas anteriores de jugadores como Gundogan o Lenglet computarán por el 100% del dinero liberado.
Margen suficiente, esta vez sí, para la inscripción oficial de Dani Olmo. La solución tendrá que llegar con vistas al medio plazo, puesto que deben entrar en las arcas otros 60 millones antes del 15 de junio de 2025. Si no, vuelta a empezar.
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