El nuevo Camp Nou va camino de ser la obra más importante del siglo XXI. En Barcelona, por descontado. En Catalunya, también. Pero, incluso, podría ser la reforma más ambiciosa de un edificio que se produzca en toda España. Los más de 1.750 trabajadores que han dejado prácticamente desabastecida de obreros a la capital catalana llevan 415 días arrimando el hombro de sol a sol con el objetivo de hacer realidad el que será el estadio más grande de Europa y el tercero con mayor aforo del mundo. Una pieza arquitectónica única, diseñada por el despacho japonés de Nikken Sekkei en colaboración con los despachos locales Joan Pascual, primero, y b720, después. La ejecución de obra va a cargo de Torrella e Ingenieros JG, bajo la supervisión de Nikken Sekkeri como Design Guardian. La constructora, más popular en los últimos meses, es la turca Limak Construction, que ganó un concurso que fue modificado con la llegada de Joan Laporta a la presidencia para que pudiesen participar empresas extranjeras y no solamente las españolas. 

Este magno estadio contará con un total de 104.600 plazas que se repartirán en cuatro grandes espacios: primera grada, segunda grada, dos anillas vip y tercera grada. Las tres gradas tendrán una media de 32 filas cada una y de 1.000 espectadores por fila, lo que hace que los números sean muy redondos: 32.000 espectadores por grada que equivalen a 96.000 entre las tres. El resto son los entre 7.500 y 8.000 espectadores que tengan el dinero o la fortuna de estar en la zona vip. El nuevo feudo del Barça tendrá una cubierta semicerrada de 48.000 metros cuadrados. Será una de las envolturas más grandes jamás construidas. Además, se prevén entre 3.200 y 4.000 plazas de aparcamiento en los dos parkings subetrráneos que se construirán aprovechando que el césped está 37 metros por encima del nivel del mar. Las diferentes zonas del estadio estarán conectadas por unos 70 ascensores y escaleras mecánicas. Y entre tanta obra destaca una parte que será muy especial. La joya de la corona del nuevo Camp Nou será el boulevard

Así se ven ahora las obras del boulevard FCB

El boulevard será un espacio diferencial en el ambicioso recinto que abrirá sus puertas en diciembre de 2024 --si no hay retrasos o cuestiones de seguridad que lo impidan-- y estará a pleno rendimiento en agosto de 2026. Situado entre primera y segunda grada, será el núcleo donde se reúnan los barcelonistas en un amplio pasillo similar al de un centro comercial: muy espacioso, con tiendas y restaurantes a los lados y con un diseño original de 360 grados. Si no hay cambios en el proyecto, será posible dar un paseo circular por todo el estadio a través del boulevard, comprar, comer o ver el partido desde la barra de algún bar. 

El enlace entre las gradas 

El boulevard también representará un enlace entre las distintas gradas, que estarán en edificios separados e independientes. La primera y la segunda grada --ambas reformadas, pero la primera de forma mucho más invasiva ya que la segunda está protegida por ser patrimonio arquitectónico de Barcelona-- permanecerán en el edificio original, levantado en 1957. La tercera grada y la zona de palcos formarán parte del nuevo edificio que se construirá detrás del edificio antiguo, de forma que el peso de esa tercera grada no estará sujetado por los cimientos antiguos, sino por una nueva estructura metálica --ya a la vista, de colores rojo y negro-- que, posteriormente, será recubierta de hormigón, el material que predominará de manera aplastante en todo el estadio. 

La estructura metálica que sujetará la tercera grada y los palcos antes de ser hormigonada FCB

La tercera grada y los palcos tendrán ascensores independientes a los que unirán la primera y la segunda grada. La única zona que estará conectada con todo será el boulevard, desde donde los aficionados podrán llegar tanto a las tres gradas como al llamado hospitality, la zona vip. 

Solo abierto en días de partido 

La otra gran novedad que ofrece este boulevard es que permanecerá abierto cuando terminen los partidos. Todavía no se conocen los horarios de funcionamiento, pero desde el Barça han confirmado a Culemanía que el boulevard seguirá en funcionamiento después de cada encuentro. De forma que los espectadores puedan sentarse a tomar algo tranquilamente, quedarse a cenar o de compras y facilitar una salida más escalonada de la gente. Hasta ahora, los comercios del estadio han estado cerrando a los pocos minutos de terminar cada partido, independientemente de la hora que fuese.

Esto implica que el boulevard estará abierto también durante algunas horas en la noche. Los días que se juegue a las 21 horas, que suelen ser la mayoría, se quedará abierto posiblemente más allá de la hora de cierre del metro. En cambio, el boulevard no abrirá si no hay partido. Es un espacio interior pensado para los aficionados del Barça que vayan a disfrutar de los encuentros, pero no será posible acceder a él en días que no haya competición. Al contrario de lo que sucederá con el Espai Barça, que sí será un espacio abierto a todo el mundo independientemente de que haya fútbol o no, el boulevard será la joya de la corona tan solo en los días de partido. 

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