El plan del Barça para construir el nuevo Camp Nou mientras se juega en el estadio
La entidad que preside Joan Laporta ha confirmado que levantará la tercera grada a partir de diciembre de 2024, cuando se empiecen a disputar los partidos en el nuevo recinto
17 julio, 2024 23:56Noticias relacionadas
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Joan Laporta mantiene intacta su ambición. El nuevo Camp Nou va camino de ser una realidad más pronto que tarde, según los plazos marcados en el calendario de la junta directiva del FC Barcelona. Los máximos responsables del proyecto --la vicepresidenta Elena Fort, el director de operaciones, Joan Sentelles, y el director técnico del Espai Barça, Lluís Moya-- han confirmado este miércoles que el estadio deportivo estará listo para acoger partidos en diciembre de este año. La finalización total de las obras, para poder acometer la explotación comercial a pleno rendimiento con el 100% del aforo, se prevé en agosto de 2026, el mismo verano que se celebran las próximas elecciones a la presidencia del club. Lo más complejo del asunto será garantizar una convivencia sana entre los partidos y las obras de diciembre de 2024 hasta que se acabe la reforma.
Desde el club han confirmado a Culemanía que "a partir de diciembre se compatibilizarán los partidos con las obras". No ocultan la complejidad de la empresa, puesto que se trata de una reforma muy agresiva y habrá momentos en que caigan partidos cada tres días en el estadio. Además, hay que tener en cuenta la dificultad de la logística que supone movilizar enormes grúas --las más altas del mundo, de la empresa española Aguilar, entre otras-- para sacarlas del recinto y volverlas a colocar al día siguiente. Sin embargo, tanto Lluís Moya como Joan Sentelles se han mostrado convencidos de que se compaginará de forma exitosa y sin riesgos, obviamente, para los espectadores.
"Hay que dividir el estadio por la mitad"
En respuesta a la pregunta de este medio, tanto Moya como Sentelles han confirmado que el tema logístico está completamente controlado. "Lo que haremos es coger el estadio y dividirlo por la mitad, la parte alta y la parte baja. La parte baja es la que coincide con la grada que ahora está en pie --primera y segunda-- y es lo que queremos poner en uso ahora. Eso nos permite marcar una línea divisoria entre lo que es obra y el espacio dedicado al público. La diferencia entre que el edificio sea hábil o no se minimiza por esa diferenciación tan clara", expone Lluís Moya.
El director técnico del Espai Barça ha completado su explicación: "Mientras no hagamos obras en el momento de partido, podremos trabajar --en partidos de la Liga--, a diferencia de otras situaciones en que FIFA y UEFA reclaman liberar el estadio con varias horas de antelación. Actuaremos de forma que el cambio entre el edificio en obra y en uso sea lo más ágil posible".
"Hasta que no se acaben primera y segunda grada no se podrá jugar"
Sentelles ha reforzado la intervención de su compañero: "Es muy fácil cerrar este estadio, acotar lo que es obra de lo que no es obra. Básicamente porque los accesos a la tercera grada serán independientes de los accesos a primera y segunda grada. Si os fijáis en la maqueta, están claramente diferenciados". Los accesos verticales --con hormigón a la vista-- son los que van directos a tercera grada y palcos Vip. Mientras que los accesos a primera y segunda grada son interiores, mediante escaleras o ascensores situados dentro del estadio, a la altura del boulevard.
"Lo más importante será que esté totalmente acabada toda la obra relativa a la primera y segunda grada", ha sentenciado Sentelles. Desde el club tienen claro que mientras eso no sea así, no será buena idea abrir el estadio al público. Por tanto, la apertura del estadio para acoger partidos dependerá, realmente, de cuando estén terminados los trabajos en primera y segunda grada.
¿Cuál será el primer partido?
El primer partido que podría acoger el nuevo estadio es el 15 de diciembre contra el Leganés, en Liga. Parece difícil que se llegue a tiempo. El siguiente, que más enjundia, es contra el Atlético de Madrid, el 22 de diciembre. Si no se llegase a ninguno de los dos, el club ganaría un mes de margen hasta el 26 de enero, donde recibiría al Valencia en el nuevo Camp Nou. Estas fechas también garantizarían poder albergar la fase de eliminatorias de la Champions, aunque el club aspira a poder acoger también algún partido de la primera fase. Una situación anómala, ya que normalmente la UEFA no da permiso para cambiar de estadio en una misma fase de competición, únicamente lo permite al pasar de fase de grupos a fase de eliminatorias.