Victoria parcial de Telegram en la cruzada de la Liga contra la piratería
El juez de la Audiencia Nacional ha cancelado su propia orden de bloqueo de la aplicación de mensajería instantánea en España
28 marzo, 2024 01:17Noticias relacionadas
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Telegram ha conseguido esquivar la orden de cierre en España. Al menos, por el momento. La aplicación de mensajería instantánea se expuso, desde el pasado viernes 22 de marzo, a un auto judicial que ordenaba su suspensión de manera cautelar en el Estado español. El juez de la Audiencia Nacional emitió el dictamen tras la denuncia por uso no autorizado de contenidos audiovisuales con derechos de autor. El procedimiento judicial se enmarca en la persecución contra el fútbol pirata, personificada por la Liga y sociedades audiovisuales varias.
Sin embargo, los dueños de la app han salido victoriosos provisionalmente. El magistrado Santiago Pedraz lleva las riendas del proceso judicial y decidió firmemente bloquear las actividades de Telegram en toda España. Según el auto, la acción respondía a "las medidas cautelares solicitadas por las acusaciones particulares". El letrado dio un plazo de tres horas el pasado viernes a las operadoras de comunicaciones para la prohibición del acceso a la red social en cuestión. Con esto, el domingo seguía en funcionamiento.
Difusión ilicita de partidos
La Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (EGEDA) y Telefónica presentaron la denuncia correspondiente. Consideraban que Telegram incentivaba la difusión ilícita de partidos de fútbol de la Liga y la Champions League, cuyos derechos posee actualmente Movistar Plus, marca comercial de Telefónica. Más tarde, Mediaset, Atresmedia, la Liga y su productora Mediapro se adhirieron a la querella tras comprobar que también se retransmitían sus contenidos audiovisuales ilegalmente.
La Audiencia Nacional solicitó a la sede de la empresa matriz de Telegram, en las islas Vírgenes Británicas, que le proporcionara "determinados datos técnicos que permitirían identificar los titulares de las cuentas utilizadas para la infracción de los derecho de propiedad intelectual". Se persigue la actividad delictiva de los denominados cardsharers. Son aquellos clientes que se lucran de redistribuir la señal de los partidos y eventos emitidos en televisión.
Medida "excesiva y no proporcionada"
No obstante, la "falta de colaboración de las autoridades de islas Vírgenes a los que solo se les pide una actividad de comunicación a los responsables de la red social Telegram" desembocó en las medidas cautelares mentadas. De ahí nació la polémica orden procesal. Y la controversia sobre una obstrucción íntegra que buscaba condenar a unos pocos infractores de los 18,2 millones de usuarios registrados que se habrían visto afectados en España, según datos de GfK DAM.
Fue el lunes 25 de marzo, que el juez dio marcha atrás y levantó la orden de cierre anterior tras valorarla como "excesiva y no proporcionada". Además, numerosas empresas se comunican a través de Telegram. "La medida tendría un cierto impacto económico para las sociedades que desarrollan gran parte de su actividad comunicativa a través de esta plataforma de comunicación", se afirma en el segundo auto. Por lo tanto, la clausura íntegra del servicio de mensajería en España se habría llevado por delante demasiadas víctimas colaterales.
Por si esto fuera poco, muchos internautas podrían haber esquivado las restricciones. "Los usuarios podrían utilizar una red VPN o un proxy para poder acceder a Telegram", recoge el escrito del juez. Aun así, el proceso judicial todavía sigue su curso, a la espera de nueva jurisprudencia.
Anonimato garantizado
Precisamente, el 14 de agosto de 2013 nació Telegram con la finalidad de eludir la censura de numerosos países. A diferencia de Meta, empresa matriz de Whatsapp, Instagram y Facebook, su homóloga Telegram, operativa en Dubai (Emiratos Árabes Unidos) y propiedad de los empresarios Nikólai y Pável Dúrov, garantiza el anonimato total. Los internautas pueden registrarse en dicha red social sin precisar de tarjeta SIM vinculada a su línea telefónica.
Con esto, la privacidad de la que gozan ciertos usuarios y los recientes acontecimientos ponen de manifiesto un nuevo debate. La aplicación de mensajería también alberga canales de contenido pernicioso e ilegal como pornografía infantil, venta de armas y drogas, y apología al terrorismo. El anonimato virtual da rienda suelta a las actividades delictivas. ¿Debería Telegram prestar colaboración en estos casos, como en el de la piratería, y traicionar sus propios principios en pro de la justicia?