Los clubes importantes del fútbol español han apostado por renovar sus estadios en los últimos años. El nuevo Camp Nou es el próximo que debutará en ese listado, donde también se encuentran los recintos del Atlético de Madrid y el Athletic Club: Metropolitano y San Mamés. En los dos casos tienen muchos elementos que encajan con esa búsqueda de comodidad y modernidad en los tiempos actuales; sin embargo, flaquean en un aspecto que es cada vez necesario: el videomarcador.
Contar con pantallas gigantes en los estadios ha dejado de ser un mero añadido estético, se ha convertido en una necesidad económica, especialmente por ser un imán de captación de acuerdos comerciales. El Metropolitano y San Mamés comparten curiosamente esa similitud de tener videomarcadores que ya entran en la categoría de desfasados, lo que debe servir de ejemplo a evitar para el FC Barcelona en las obras de reforma de su futuro hogar.
El problema del Metropolitano
El estadio del Atlético de Madrid impresiona a simple vista. Su diseño exterior deja una gran sensación, sobre todo en los compromisos que se disputan a última hora, como fue el caso del reciente compromiso contra el Barça. Ya por dentro se evidencia el cambio radical tras el proceso de las obras, donde destaca el espectáculo de luces que realiza el club colchonero en la previa de cada enfrentamiento. En este sentido, la entidad utiliza una tecnología LED que crea un ambiente destacable.
No obstante, esas fortalezas dejan en una peor posición a los videomarcadores que están distribuidos en el estadio. Hay dos pantallas que se ubican de forma paralela cerca de los laterales, por lo que los espectadores que estén en zona del campo no van a tener la posibilidad de ver lo que transmiten las cámaras. Solo tienen a su disposición una tercera pantalla de menor tamaño que se encuentra en la parte central y que resulta realmente difícil de apreciar.
Hay que destacar que al lado de las dos pantallas gigantes hay zonas de palcos exclusivas que resaltan a través de un saliente de esa parte del recinto. El problema es que, dependiendo de la ubicación del espectador, apenas tendrá la posibilidad de ver por completo lo que sucede en los videomarcadores. Se trata de una apuesta de los altos mandos del Atlético de Madrid que desentona con respecto al resto de elementos del Metropolitano.
San Mamés, más de lo mismo
Lo mismo puede decirse del Estadio San Mamés. El recinto del Athletic Club es majestuoso en la primera toma de contacto. Su diseño exterior, compuesto por una suerte de escamas que se tiñen de color para iluminar la zona de Pozas y alrededores, mantiene aperturas entre todas ellas que permiten la entrada de aire en La Catedral y que también sirve para crear un ambiente excepcional en los partidos de noche.
El problema es que la inversión de la entidad vasca no contemplaba dar un salto en términos tecnológicos en los videomarcadores. En San Mamés solo existen dos pantallas, las cuales se encuentran detrás de los banderines de los tiros de esquina de manera diagonal. Son videomarcadores de tamaño considerable, pero que tampoco fueron instaladas con la intención de ser un foco de atención para los visitantes o las empresas que buscan invertir en ese tipo de líneas de negocio.
La Catedral destaca por muchas cosas: las escamas de luz, el efecto sonoro y el espectáculo dentro del terreno de juego. Pero queda debajo del subsuelo lo que ofrecen los videomarcadores a la apuesta tan moderna del estadio que fue inaugurado en 2013. El paso del tiempo --y las mejoras tecnológicas-- ha provocado que San Mamés también esté desfasado, lo que supone una enseñanza para el FC Barcelona con su futuro recinto deportivo.
La línea del nuevo Bernabéu
Si el Metropolitano y el San Mamés son ejemplos que no debe seguir el nuevo Camp Nou, entonces el camino a seguir es el del Santiago Bernabéu. Aunque el estadio del Barça gana en muchas otras áreas, especialmente por su apartado estético y el hecho de estar en una zona abierta, la realidad es que la casa del Real Madrid puede sacar pecho por contar con el videomarcador más lujoso del fútbol español.
A lo largo del proceso de las obras, el club merengue dio mucha importancia a la presencia de su videomarcador de 360 grados. La instalación de las pantallas LED se ha realizado en la última fase del proyecto, debido a que pesan 330 toneladas, miden 11 metros de ancho y 3.700 metros cuadrados de las mencionadas pantallas. Esa inversión gigantesca espera ser recuperada por la directiva presidida por Florentino Pérez a partir de los anuncios publicitarios y también con los diferentes conciertos/eventos que se van a realizar en los próximos meses.
Precisamente, esto debe servir de inspiración al FC Barcelona en el futuro. Los renders que mostraron en la primera semana del mes de marzo con las tres pantallas gigantes "no son definitivos", según fuentes de la entidad azulgrana consultadas por Culemanía. Esa respuesta abre la puerta a que exista una rectificación de la junta de Laporta a considerar nuevamente la idea de un videomarcador de 360 grados que encajaría como anillo al dedo en el futuro Camp Nou.