El nuevo Camp Nou se inspira en San Mamés: una joya arquitectónica

El nuevo Camp Nou es el proyecto que marca el futuro inminente del FC Barcelona. Una de las instituciones deportivas más prestigiosas del mundo, pero resentida por una gestión económica que en los últimos años no ha sido la mejor. No lo fue en el ocaso de Josep María Bartomeu, con una masa salarial disparada que sirvió para hipotecar a la entidad con la llegada de la pandemia. Tampoco lo está siendo con Joan Laporta, que empezó su mandato inflando las pérdidas y, desde entonces, se ha caracterizado por perder muchos altos cargos de primer nivel, incumplir promesas --la renovación de Messi o la transparencia con las comisiones-- y vender activos del club para obtener liquidez. 

La ausencia de grandes éxitos deportivos con el primer equipo --con la única y meritoria excepción de la Liga 2022-23 con Xavi Hernández en el banquillo--, unida a la carencia de un fútbol vistoso y reconocible, suscita muchas dudas en un proyecto que parece ir a salto de mata. Son aspectos que no ayudan en tiempos de crisis. Esta situación de inestabilidad económica, deportiva e institucional ha comportado muchas dificultades para cerrar la financiación del Espai Barça a cargo de Goldman Sachs y de una veintena de inversores anónimos para el barcelonismo que han prestado 1.450 millones de euros. Sin embargo, Laporta tenía muy claro que el nuevo estadio no podía esperar más y ha ido con todo para ponerlo en marcha. El objetivo es poder celebrar el 125 aniversario del club en noviembre de 2024. No será fácil. 

Las obras del Camp Nou, en tiempo 

Las urgencias han tenido un precio muy alto. El club ha perdido al directivo responsable del Espai Barça, Jordi Llauradó, y a varios altos ejecutivos, como el reciente caso de Maribel Meléndez. Incluso una de las personas de confianza del presidente, María Elena Fort, ha decidido involucrarse nuevamente en política dentro del Parlament de Catalunya. Ello comportará una evidente distancia en sus tareas como vicepresidenta institucional del club y como principal responsable del área social, ya que el vicepresidente Antonio Escudero no parece estar muy involucrado. Tampoco se le espera. 

La fachada del nuevo Camp Nou FCB

Futuro Camp Nou FCB

A pesar de este contexto nada esperanzador, Laporta mantiene la virtud de mostrarse optimista; algo que no ha logrado un mito histórico como el propio Xavi. Las obras, adjudicadas a la turca Limak Construction a pesar de las críticas y polémicas suscitadas a su alrededor, avanzan a buen ritmo. Las labores de demolición ya han terminado y ahora los operarios subcontratados trabajan a destajo para cumplir los plazos previstos bajo la amenaza de que cada día de retraso comporta una penalización de un millón de euros para la constructora. Por ahora, el grueso de las obras se focaliza en los trabajos subterráneos para armar un gran aparcamiento; el próximo paso consistirá en levantar la tercera gradería. 

San Mamés, la inspiración culé 

Uno de los estadios que sirven como referencia y fuente de inspiración para la fase final de las obras es el nuevo San Mamés. El santuario del Athletic Club, más conocido como La Catedral, ha sido recientemente visitado por el primer equipo de fútbol y por el Barça Femenino en sendos partidos de Liga y Copa de la Reina. Más allá del formidable ambiente futbolero que se respira en Bilbao, hay que decir que su recinto deportivo es una auténtica joya arquitectónica que marca el camino a Limak.

San Mamés, iluminado junto a la ría de Bilbao ATHLETIC

El nuevo Camp Nou, diseñado por el despacho de arquitectos japonés Nikken Sekkei en colaboración con Pascual y Ausió Arquitectes, será un estadio abierto, inspirado en el carácter mediterráneo de Barcelona. Y, aunque Bilbao está bañada por el frío y agitado Cantábrico, San Mamés también es un estadio abierto. Su diseño exterior, compuesto por una suerte de escamas que se tiñen de color para iluminar la zona de Pozas y alrededores, mantiene aperturas entre todas ellas que permiten la entrada de aire en La Catedral. En el proyecto original, las escamas tenían que ser de vidrio y finalmente fueron de otro material menos frágil y costoso, pero mantienen esa esencia que recuerda la estrecha relación entre Bilbao y el mar. 

Escamas de luz 

El nuevo Camp Nou no contará con escamas y será mucho más abierto que San Mamés. Tanto, que los más críticos creen que la fachada parecerá una especie de gran aparcamiento abierto de cemento. El santuario del Athletic tiene muy bien resguardado el terreno de juego mediante una gran pared que separa la entrada a las gradas de la zona de pasillos que finaliza en las escamas por donde entra el aire. Esto es otro de los aspectos que serán muy similares, lo que permitirá a los fumadores tener una vía rápida para quitarse la ansiedad sin tener que bajar de planta.

En cuanto a las luces, el nuevo Camp Nou también contará con una potente iluminación, pero no tendrá la posibilidad de que cada escama se ilumine de un color diferente, lo que da a San Mamés una magia muy especial. En el interior, serán muy parecidos los accesos: escaleras mecánicas que convivirán con las de cemento y con ascensores, especialmente pensados para personas con movilidad reducida. 

Cubierta, aforo y costes  

La cubierta, al contrario que el tema de las escamas que se iluminan, será otro de los puntos de encuentro entre ambos estadios: todas las gradas completamente cubiertas y el terreno de juego descubierto. El Barça ya trabaja en un modelo muy similar al que tiene ahora San Mamés. Y es que, tras las obras iniciales, la gente se quejaba de que no estaba bien cubierto y todavía se notaba mucho la lluvia cuando caía, algo muy frecuente en vizcaya. Por ello, el entonces presidente Josu Urrutia abordó la ampliación de la cubierta, que fue galardonada con un premio internacional.

Imagen del nuevo San Mamés por dentro Víctor Malo CULEMANIA

En aforo no hay color, el nuevo Camp Nou tendrá mucha más cabida: la idea es albergar unas 105.000 personas (se habla de 104.600). San Mamés, en cambio, se quedó corto. Aspiraba a 56.000 espectadores y finalmente se tuvo que conformar con 53.289 cuando fue terminado, el 15 de agosto de 2014. La inauguración oficial fue, sin embargo, el 16 de septiembre de 2013 con tres cuartos del recinto finalizado y uno todavía en obras. El resultado final fue ligeramente menos ambicioso que el proyecto inicial, pero tuvo un coste que hoy suena ridículo --173 millones de euros-- teniendo en cuenta los 960 millones, como mínimo, que costará el nuevo Camp Nou. 

Efecto sonoro 

A pesar de ello, hay que recordar que el recinto bizcaíno ha recogido numerosos premios de arquitectura que lo coronan como uno de los mejores del mundo. Tanto es así que en noviembre de 2015, el estadio se alza con el galardón al mejor edificio deportivo del mundo, otorgado por el World Architecture Festival celebrado en Singapur. El 21 de noviembre de 2017, la ampliación de la cubierta de la Catedral fue galardonada con los premios internacionales Structural Awards.

Por último, pero no menos importante, el FC Barcelona pretende que el nuevo Camp Nou pueda imitar a San Mamés en el aspecto sonoro. Que sea una auténtica olla a presión para los rivales debido a la caja de resonancia que conforma la estructura de la propia obra. El estadio bilbaíno ha sido construido para conservar y mejorar la actual atmósfera de sonido envolvente producida por los cánticos de los aficionados locales. Otra inspiración para un Camp Nou que, en palabras del presidente Joan Laporta, "será el mejor estadio del mundo".