Eduard Romeu escribió su nombre en la larga lista de altos cargos que han dado un paso al costado del FC Barcelona. El club sorprendió a todos en horas de la mañana con el anuncio de la dimisión del vicepresidente del área económica. Su salida de la entidad presidida por Joan Laporta se da en un momento en el que todavía quedan algunos meses para que finalice el ejercicio 2023-24, por lo que quedan deberes por resolver.
Romeu se mostró optimista en la rueda de prensa de su despedida, donde indicó que en la entidad azulgrana "consolidaremos estos 200 millones de euros ordinarios". El empresario se ha sentido bastante satisfecho con su trabajo realizado en los tres últimos años, aunque el Barça todavía está lejos de mantener una total tranquilidad en términos financieros.
El cumplimiento del presupuesto
Aunque el vicepresidente económico se marcha con la satisfacción que el club ha logrado cumplir con el presupuesto de la UEFA Champions League tras clasificar a los cuartos de final y con ello la posibilidad de ingresar en la siguiente ronda un aproximado de 15 millones de euros, la realidad es que los altos mandos del Barça necesitan seguir remando para cumplir con la previsión de los ingresos en esta temporada.
Hay que recordar que el FC Barcelona calculó que al finalizar la 2023-24 tendrían 11 millones de beneficio. Sin embargo, el movimiento de los ingresos de la temporada no ha sido el esperado. La previsión actual se ubica en 37 millones de pérdidas, lo que representaría un duro golpe para la junta directiva con la planificación del siguiente curso.
Los principales motivos que explican esa desviación son la caída de ingresos en concepto de ticketing en Montjuïc, incluso con la bajada de los precios de las entradas en algunos encuentros; y también la escasa activación del área de marketing, sobre todo por la ausencia de nuevos acuerdos de patrocinio. Dentro del club consideran que el escenario de los 37 millones de pérdidas se puede revertir, aunque es un objetivo que tendrán que cumplir con el tiempo en su contra y sin la presencia de Romeu.
El dinero de Libero
Otro de los deberes que deja sin resolver Eduard Romeu es el dinero pendiente de la palanca de Barça Studios. Si bien el vicepresidente no fue el principal artífice de esas estrategias financieras, lo cierto es que fue una de las caras visibles en todo el proceso. Actualmente, la entidad culé se encuentra en un contexto complicado porque no han recibido los 40 millones de euros que debió pagar Libero a finales del año pasado.
En este sentido, es importante destacar que el FC Barcelona llegó a un acuerdo con Libero en agosto de 2023 para que fuera uno de los socios de Barça Studios. El fondo de inversión se comprometió a pagar 40 millones el año anterior, pero no han sido capaces de responder a ese compromiso a pesar de los numerosos plazos que han tenido a su favor. Fuentes del club consultadas por Culemanía han explicado que está trabajando de manera intensa para buscar una empresa que sustituya a la alemana, debido a que ese dinero debe entrar urgentemente antes de cerrar el actual ejercicio.
De lo contrario, el FC Barcelona se podría ver en el escenario de tener muchísimas dificultades para registrar nuevos contratos en el siguiente mercado de verano, debido a que no estarán en la regla 1-1. Esto no solo incluye fichajes de jugadores nuevos, sino también a aquellos acuerdos que debe hacer oficial al Barça, como es el caso del segundo año de Iñigo Martínez o la renovación de Alejandro Balde.
El problema del aval
Dentro de la explicación de Eduard Romeu se conoció que uno de los motivos de peso para abandonar el Barça es el inicio de un nuevo negocio de consultoría médica, lo que supone dedicar mucho tiempo a esas funciones. Aunque tuvo un problema al solicitar un préstamo al banco, debido a que habría sido rechazado por el riesgo que supone un aval en el club azulgrana.
No es un deber pendiente como el resto de los ejemplos anteriormente explicados, pero sí que ha representado una deuda para el economista. Hay que recordar que el 31 de agosto, Laporta decidió realizar un aval colegiado de 18 kilos, dividido entre toda la cúpula. Los pagos trimestrales de los intereses de un 2% --o comisiones, como dice Romeu-- hacen referencia a la cifra explicada por Romeu en rueda de prensa. En Culemanía, con una simple operación matemática, hemos hecho el cálculo de cuánto debe desembolsar cada directivo. Un miembro de la junta debe pagar unos 21.000 euros, una cantidad que no es fácil de pagar para la clase media o baja de la cúpula del club.
Una marcha inoportuna
El Barça tiene deberes pendientes --y muy importantes-- antes de llegar al verano. Por esa razón, la marcha de Eduard Romeu se considera bastante inoportuna por la necesidad del club de cumplir con sus previsiones en el área económica. El empresario alegó que su decisión se debe a la incompatibilidad de funciones entre su nuevo proyecto y sus obligaciones en la junta directiva.
No obstante, hay que resaltar que una parte de su decisión se debe al hecho de que no pudo cumplirse su petición de tener más control en los planes financieros del Barça. Fue algo que comunicó a Laporta, pero al final no se dieron los tiempos para cumplir con esa solicitud. No fue un determinante, aunque sí ha sumado a esa lista de motivos para dar un paso al costado de la vicepresidencia del área económica. Un cargo, que según pudo saber Culemanía, tendría a Àngel Riudalbas como un potencial candidato.
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