Laporta se emociona con Romeu y rompe a llorar otra vez

El anuncio de la dimisión de Eduard Romeu en la vicepresidencia económica del FC Barcelona ha dejado claro que se trata de un separación amistosa. Joan Laporta le ha dedicado unas palabras al ya exdirectivo y no ha podido reprimir las lágrimas al despedirse de uno de sus marineros más fieles. El capitán del navío barcelonista ha contado con el respaldo inestimable de su amigo Romeu, en una de las etapas de mayor zozobra del transatlántico azulgrana. 

Tanto Jan como Eduard han roto a llorar tras el intercambio de elogios en el Auditori 1899. En este caso, se trata de una situación más desenfadada, descargada de tensión, pero repleta de emotividad. Otras veces, el nerviosismo en un contexto de inestabilidad económica y deportiva también ha provocado las lágrimas del máximo mandatario del club.

Las despedidas de leyendas

En el pasado, cuando los estragos de la variante Delta del coronavirus obligaban a portar mascarilla, Laporta no pudo contener el llanto en la presentación del documental de Leo Messi. Ocurrió en junio de 2021, dos meses antes de una despedida triste y fría. Al hablar de lo que significa el astro rgentino para el club, apenas pudo contestar antes de emocionarse: "Incomparable..., ganas de volver a verlo".

Dos años más tarde, en el acto de homenaje a Jordi Alba por su marcha, Jan se emocionó de nuevo al recalcar el sacrificio económico del jugador. Barça y jugador acordaron su salida con un año restante de contrato. "Jordi, por iniciativa suya, claro tiene un buen contrato, que se lo ha ganado, seguirá su carrera porque todavía tiene mecha durante unos años, pero ha tenido esta deferencia, por barcelonismo, de ayudar económicamente al club. Ha renunciado a una parte importante de su ficha", explicó Laporta.

La tensión del 'caso Negreira'

También en 2023, en marzo, la vorágine mediática del caso Negreira causó los momentos de mayor flaqueza en la segunda etapa de Laporta como presidente. Durante un acto con los capitanes de las secciones, el dirigente de la entidad no pudo proseguir con su discurso y desató los aplausos de la sala antes de recomponerse nuevamente: "No penséis que me emociono por debilidad. Me emociono porque tengo muchas ganas de enfrentarme a todos estos sinverguenzas que manchan el escudo".