Alerta roja en el FC Barcelona. El club que preside Joan Laporta se prepara para el peor de los escenarios el próximo mes de junio. El plazo para el cierre del ejercicio económico está fijado dentro de cuatro meses y el umbral de beneficios de 8 millones de euros queda cada vez más lejos. Las previsiones no encajan porque los ingresos presupuestados no llegan. Ante un futuro financiero nada halagüeño solo queda una solución: dos grandes ventas por valor total de unos 200 millones de euros. Ese es, al menos, el escenario ideal que se plantea el club.
Frenkie de Jong y Ronald Araujo serían los elegidos en aras de obtener la inyección balsámica que restablezca el equilibrio entre ingresos y gastos. Se trata de puntales en la consecución del pasado título de Liga y la Supercopa de 2023 que esta temporada han menguado sus prestaciones. En general, el equipo azulgrana ha rendido por debajo de las expectativas sobre una plantilla cuya tasación asciende a 861 millones, según el portal Transfermarkt. En vista de la necesidad de ingresos, en el club creen que más vale sacrificar a dos jugadores muy cotizados en el mercado antes de proseguir con la venta de patrimonio.
La entidad azulgrana no ha ingresado los 40 millones procedentes de la reventa del 29,5% de Barça Studios. Solo desembolsó los 20 millones estipulados el socio anónimo de Chipre que opera a través de NIPA Capital. Libero Football Finance incurrió en dos impagos el 31 de agosto y el 31 de diciembre, respectivamente. Por si esto fuera poco, en la operación inicial que la plana mayor barcelonista acordó con Socios y Orpheus Media --abonaron 10 millones cada una en 2022--, se contempla otro vencimiento de 60 millones el 15 de junio de 2024.
200 millones de pérdidas
Salvo irrupción de un nuevo inversor en la sociedad Bridgeburg Invest que asuma los pagos restantes, el Barça tendrá que registrar unas pérdidas de 100 millones en la conclusión del ejercicio económico 23-24. Además, se anotarán otros 100 millones en negativo por aplicar el principio de equivalencia.
En la cuenta de pérdidas y ganancias del año contable 2022-23 no solo se imputaron los 200 millones correspondientes a la venta del 49% Barça Studios, sino que se anotaron también los 208 millones del 51% que todavía posee la entidad de la capital catalana como máxima accionista. En la cuenta de resultados, esa suma figura en un epígrafe denominado "resultado financiero y revalorizaviones".
408 millones de valor ficticio
Básicamente, consiste en valorar el 100% de Barça Studios en 408 millones porque se habían vendido el 49% de las acciones por 200 millones. El club lo consideró en las cuentas como un activo que genera ingresos tras la "pérdida de control de participaciones consolidadas" y lo valoró mediante el método de puesta en equivalencia respecto al porcentaje desprendido.
Según ha podido constatar Culemanía con economistas, los 100 millones que se dejarían de ingresar en el marco de la palanca de Barça Studios deben convertirse en pérdidas en las cuentas. Por ende, aplicando el principio de equivalencia, el corte del pastel que la entidad había tasado en 208 millones debe registrar las mismas pérdidas proporcionales: unos 100 millones.
Previsiones demasiado optimistas
Como también hemos desvelado en este diario, otros ingresos presupuestados por el FC Barcelona al principio del presente ejercicio también corren riesgo de incumplirse. Es por este motivo que la solución fácil sería desprenderse de activos deportivos --el club ya se hipotecó bastante con las palancas y la construcción del nuevo Camp Nou--, como son futbolistas con buen mercado. Además de Araujo y Frenkie, los más cotiuzados, hay otros jugadores señalados como Raphinha, Ferran Torres, Koundé o Christensen.
En cuanto a los ingresos presupuestados pendientes de cumplirse, los primeros son referentes a la Champions League. El objetivo condicionado por el rendimiento en la competición dependerá enteramente de la eliminatoria de octavos. El pase a cuartos de final tras eliminar al Nápoles reportaría 10,6 millones ya previstos por la entidad. En caso contrario, se esfumaría una recompensa que amenazaría los 11 millones de beneficios contemplados. En caso de avanzar a semifinales o la final, el club obtendría unos ingresos extra que no estaban previstos, lo que sería beneficioso.
En concepto de sponsors la entidad busca deseosa un incremento de ingresos. El presidente Joan Laporta ya ha admitido abiertamente que las condiciones pactadas con Nike, Main Partner del club, no satisfacen las necesidades: "Llevamos más de 20 años, pero en el momento difícil, Nike no se ha presentado. En cuanto les hemos dicho que el mercado nos paga mucho más, han hecho un esfuerzo, y se lo agradecemos, pero no es suficiente".
Desbandada en Montjuïc
La asistencia de los culés a Montjuïc tampoco está para tirar cohetes. El traslado a la montaña mágica ha resultado ser de todo, menos mágico. El Barça pecó de optimismo en sus estimaciones y no ha conseguido movilizar la masa social esperada hacia el estadio provisional. En la mejor de las entradas, el Estadi Olímpic registro 45.055 espectadores durante el clásico del 28 de octubre de 2023. El frío invernal, acentuado en las alturas del Lluís Companys, sumado a la andadura irregular de los pupilos de Xavi Hernández, ha disuadido a millares de aficionados.
En conclusión, o se obra el milagro en los ingresos antes del 30 de junio o será imprescindible cerrar ventas de aquellas que duelen al hincha con tal de subsanar el agujero económico de 200 millones. Porque la Liga también puede apretar todavía más la soga con una nueva reducción en la capacidad de inscripción del Barça y la temida norma del 50%. La bala de las palancas ya se gastó en 2022, conque las soluciones pasan por activos de la primera plantilla.
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