El Barça es como el metro y hace bueno el lema de "dejen salir antes de entrar". Con una deuda superior a los 1.200 millones de euros y el límite salarial excedido, el presidente, Joan Laporta, necesita dinero para renovar el equipo de fútbol y espera ingresar más de 100 millones de euros en verano. Club que suele malvender a sus futbolistas, sobre todo a los descartados, el máximo dirigente asume que deberá dar luz verde a un traspaso impopular.
Laporta y Deco, su director deportivo, tienen claras las prioridades del Barça. Habrá bajas en la delantera y en la defensa. Por Raphinha, por ejemplo, el club espera ingresar unos 50 millones de euros por el extremo brasileño, que tiene muy buen cartel en Inglaterra tras su paso por el Leeds.
A la espera del Bayern
El Barça, sin embargo, precisa una venta más importante. Y Laporta se prepara para recibir otra oferta del Bayern de Múnich por Ronald Araujo, posiblemente el defensa más carismático del equipo azulgrana.
El Bayern contactó con el Barça a principios de enero. El club alemán estaba dispuesto a pagar 80 millones de euros por el defensa internacional, pero Laporta se mantuvo firme, a la espera de una contraoferta o nuevos movimientos del campeón de la Bundesliga.
De Ligt no convence
En verano, el Bayern podría presentar una segunda oferta. El club bávaro conoce perfectamente los problemas económicos del Barça y podría ofrecer unos 100 millones de euros por Araujo, a quien Thomas Tuchel considera imprescindible para mejorar el rendimiento defensivo de su equipo.
Tuchel no está satisfecho con el rendimiento de De Ligt, por quien el Bayern pagó 67 millones de euros a la Juventus. Ahora, Araujo es su prioridad y Cristoph Freund, director deportivo del club, confía en cerrar el fichaje del defensa uruguayo dentro de unos meses. El Barça, que recibiría unos 100 millones de euros, podría abordar la contratación de un mediocentro de primer nivel o un extremo zurdo.