Las palancas de Laporta han hecho su servicio al FC Barcelona. En un año de crisis, han ayudado a dar estabilidad económica, a reforzar la plantilla deportiva y a reducir la deuda de un club en horas bajas. Esa venta de activos realizada en dos operaciones con Sixth Street, una con Socios.com y otra con Orpheus Media por valores próximos a los 800 millones de euros en total ha llevado a ganar una Liga y a cerrar el ejercicio económico con beneficios. Sin embargo, de los 190 millones de ganancias presupuestadas en septiembre, el club se va a quedar en tan solo 34 millones de beneficios.
La diferencia es todavía más sangrante si analizamos el resultado presupuestado por el club después de impuestos. A pesar de contabilizar unos ingresos de 1.255 millones y unos gastos de 1.065 --que son los que deparan un beneficio de 190M--, el club se sumaba un beneficio final de 274 millones gracias a los ingresos financieros derivados de las palancas. Como decíamos, el beneficio final no llega a 35 millones, según hemos podido confirmar desde Culemanía.
Esta es la primera mala noticia para un Barça que se ha visto obligado a cambiar su hoja de ruta para contentar a la Liga con el plan de tesorería, o viabilidad, a dos años vista. Para poder asegurar ejercicios futuros próximos a beneficios, el Barça se ha tenido que sacrificar este año añadiendo gastos futuros al cierre del ejercicio 2022-23.
El club de las rescisiones
El Barça incluye en el cierre del ejercicio 22-23 liquidaciones de jugadores muy importantes en la escala salarial de los últimos años como han sido Gerard Piqué, Jordi Alba o Samuel Umtiti. Además de los aplazamientos del 70% a tres ya excapitanes como Sergio Busquets y los propios Alba y Piqué. La masa salarial de la próxima temporada será muy inferior tras quitarse esa pesada carga de encima: 115 millones.
En el caso de Gerard Piqué, se le pagó buena parte de su salario del año en curso, a pesar de que solo jugó medio, y también el diferimiento pendiente del 70% de su salario de la temporada anterior (2021-22). Y todavía no ha quedado claro si renuncia al 100% del salario que habría tenido en la temporada 2023-24 o tan solo a una parte. Su liquidación ha costado 27,7 millones al Barça, como mínimo.
En el caso de Jordi Alba, el futbolista de L'Hospitalet ha percibido este año su salario bruto más el 70% del año anterior. Y, además, el 60% del sueldo que iba a cobrar la temporada siguiente. Solamente libera el otro 40%, que supondrá unos 3,5 millones de Fair Play para el club. Pero el Barça lo ha liquidado todo en el ejercicio actual, aunque ese 60% computará dentro del límite salarial del año que viene. El finiquito que le ha tenido que abonar el club asciende a 36 millones.
Sergio Busquets, por su parte, ha supuesto unos costes al club en la última temporada de 38 millones de euros: su salario bruto anual (22 millones) más el 70% diferido en 2021: 15,4 millones. En su caso, al terminar contrato este año, no había cantidades relativas a próximas temporadas.
Umtiti y Mirotic
Otro caso sangrante es el de Samuel Umtiti, a quien el Barça tenía tasado en 20 millones de salario hasta 2026. El club ha llegado a un acuerdo de rescisión de contrato con sus agentes, Arturo Canales y Fernando Solanas, para su desvinculación inmediata. El club paga los 20 millones, lo que todavía no se ha confirmado desde la entidad es si se pagan de golpe o se mantienen los plazos salariales hasta 2026. A nivel contable, se incluye la totalidad en el ejercicio 22-23.
También se debe sumar aquí el caso de Nikola Mirotic. Aunque a día de hoy todavía no está pactada la cifra final con la que el Barça tendrá que indemnizar al ala-pívot montenegrino, la voluntad del club es deshacerse de toda su ficha: la temporada actual, ya abonada, y las dos siguientes (hasta 2025). En total, estaríamos hablando de 33 millones de euros que el club pretende incluir en los balances del ejercicio ya finalizado. A fecha de hoy todavía no tienen un acuerdo.
El aval de 6,67 millones
Además de los citados, hay otros casos de rescisiones por importes inferiores. También hay que tener en cuenta la rebaja incumplida del presupuesto de las secciones, que condujo al club a presentar un aval ante la Liga por valor de 6,7 millones.
Si sumamos todos los desembolsos extraordinarios que se derivan tan solo de estos cinco jugadores, ya sea por rescisión contractual o por diferimiento salarial, el Barça está sumando una cantidad de dinero muy elevada a su cuenta de gastos. Lo hace así porque sabe que tendrá beneficios igualmente gracias a las palancas. Cuanto más gasto y deuda se resuelva ahora, menos complicado será cerrar el ejercicio 2023-24 con beneficios de nuevo.
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