El FC Barcelona afronta uno de sus veranos más agitados en mucho tiempo. Si bien es cierto que la situación financiera ha provocado que el club tenga mercados de mucho movimiento, lo cierto es que en esta oportunidad es un tanto más diferente. La directiva de Joan Laporta, ante la necesidad de reducir gastos, ha optado por liberar peso en los diferentes equipos que conforman la entidad --especialmente en el fútbol--. Pero la dificultad de vender jugadores ha obligado a la junta a tomar otros caminos: la rescisión de contratos.
Umtiti, el caso más fresco
No es una estrategia relativamente nueva para la actual junta, recordando que el año pasado se dieron algunos casos bastante importantes, como lo fueron las rescisiones de Miralem Pjanic, Neto Murara o Martin Braithwaite. En ocasiones se utiliza esa medida ante aquellos jugadores que no tienen tantas facilidades --o no muestran una clara predisposición-- para salir del Barça. La cuestión es que en los últimos meses se han multiplicado de manera considerable los anuncios de la abrupta finalización de varios contratos.
Uno de esos futbolistas que ha resultado un dolor de muelas para la directiva de Laporta es Samuel Umtiti. El francés fue uno de los casos más difíciles de gestionar, sobre todo por su alto salario. Tras lograr una cesión el pasado curso, ahora el Barça consiguió cerrar el ciclo del zaguero de forma definitiva a través de la rescisión contractual. Aunque fue una decisión que ha implicado que el club abonará de forma íntegra los 20 millones de euros establecidos en el contrato del jugador.
De buenas a primeras hay que decir que la indemnización que paga el Barça a Umtiti se computará íntegramente en el cierre de los balances contables del ejercicio 22-23. Si bien esto supone que el gasto de los salarios crecerá de forma evidente, lo cierto es que permitirá la masa salarial de la próxima temporada sea inferior. Es una medida que han tomado aprovechando que todavía tienen el efecto de las palancas para dar números positivos.
La resolución de dos vacas sagradas
Otros casos a tomar en cuenta tienen relación con dos jugadores que integraron el grupo de capitanes: Gerard Piqué y Jordi Alba. Las vacas sagradas han representado un problema para el club en muchos sentidos. Dejaron de ofrecer un rendimiento regular desde hace un tiempo, pero gozando de los mejores sueldos del mundo. Con el excentral azulgrana lograron llegar a un acuerdo antes de superar el ecuador de la 2022-23, lo que fue un buen movimiento por parte de la directiva de Laporta para así tener espacio suficiente de cara a la renovación de algunos futbolistas.
Mientras que con Jordi Alba se alcanzó un pacto ligeramente favorable. El lateral perdonó un 40% de lo que hubiese cobrado el próximo curso, lo que significa que su salida del Barça le reportará un pellizco muy importante. Bajo el contexto actual de las normativas de la Liga, la entidad azulgrana solo podrá utilizar de la rescisión contractual un aproximado de 3,5 millones de euros para el Fair Play del siguiente ejercicio. Un caso bastante similar al de Umtiti, dejando claro que el club busca salir ahora de esos contratos cuando todavía es posible.
El basket, bajo la lupa
La sección de baloncesto es una de las que más recortes agresivos sufrirá a lo largo del verano. Se trata de uno de los equipos más deficitarios del FC Barcelona, por lo que Laporta quiere pasar sus tijeras de forma precisa y contundente. Por esa razón, la directiva decidió finalizar los servicios de Nikola Mirotic, cuyo contrato está estipulado hasta mediados de 2025. Todavía falta que las dos partes deban cerrar el monto del finiquito, siendo la expectativa del Barça pagar uno de los dos años pendientes.
En función del próximo destino del ala-pívot, el Barça podría ahorrar más o menos dinero en el global de la operación. Esto puede suceder si el montenegrino termina marchándose a Italia, específicamente al Armani Milán que ya habría entrado en contactos con el veterano jugador. Es importante recordar que en territorio italiano los impuestos para las grandes fortunas son inferiores a los de España. De pagar un 49% de IRPF aquí, pasaría a estar gravado por solamente el 19% en la mencionada nación.
De igual forma, otro jugador de la plantilla de baloncesto que podría seguir los pasos de Mirotic es Cory Higgins. El escolta estadounidense, con muchos problemas físicos en las dos últimas temporadas, cobra 3,5 millones de euros anuales. La intención de Laporta es hacer una limpieza descomunal en la sección para así cumplir con el plan de viabilidad del siguiente curso.
Otros casos a considerar
Tal y como mencionamos anteriormente, también existen otros casos de diferentes secciones a los que también decidieron rescindir sus respectivos contratos. Algunos ejemplos a tomar en cuenta son los de Emma Ramírez y Nuria Rábano del equipo femenino de fútbol, así como también el de Luka Cindric del elenco de balonmano. Aunque con el incremento de las rescisiones no es descartable que se puedan sumar nuevos jugadores a ese abultado grupo.