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Samuel Umtiti ha consumado su atraco final al FC Barcelona. El golpe del siglo, podría decirse, después de ver su contrato rescindido, al fin, el pasado 30 de junio. 

El Barça oficializó la noticia a través de un comunicado el mismo viernes, pero no habían trascendido las cifras del acuerdo. Simplemente se anunciaba, de manera breve y concisa, la desvinculación del defensa francés del club. Se va el mismo año que expiraba el contrato original que le firmó Josep Maria Bartomeu cuando lo renovó en 2018 por cinco temporadas (hasta 2023).

Samuel Umtiti, en el acto de su renovación hasta 2023 junto al entonces presidente Bartomeu FCB

Unos días después de confirmada la noticia, y tras las pertinentes indagaciones, desde Culemanía podemos confirmar que el Barça abonará la totalidad pendiente con Umtiti de forma íntegra. 20 millones de euros de una tacada y sin que se perdone ni un solo euro más allá de la leve rebaja que firmó en enero de 2022.

Renovación ficticia con Laporta 

Estos hechos confirman que su última renovación hasta 2026, ya con Laporta en la presidencia, fue del todo ficticia, para que a nivel de Fair Play el impacto del central francés fuese inferior. Gracias a aquel gesto, que suponía diferir su último año de contrato en cuatro temporadas más (a unos 6,6 millones por curso), el club logró inscribir el fichaje de Ferran Torres. Una petición expresa de Xavi Hernández que hasta la fecha no ha salido bien y podría terminar siguiendo los mismos pasos de Umtiti. 

Samuel Umtiti, Lenglet y Ferran Torres, durante un entrenamiento del Barça FCB

La única vía que podría abaratar ligeramente los costes al Barça son los impuestos. Umtiti, que ha estado jugando en Italia los primeros seis meses de 2023, podría pagar el Impuesto de No Residentes en lugar del IRPF, si continúa viviendo fuera de España más de la mitad del año. Si eso ocurre, el Barça podría recuperar una parte de ese dinero anticipado a Hacienda alegando que la retención que se hizo del 49% debía ser, en realidad, del 24%. 

La indemnización que paga el Barça a Umtiti se computará íntegramente en el cierre de los balances contables del ejercicio 22-23. Esto, como ha ocurrido recientemente con Jordi Alba, hará crecer el gasto del club en salarios, pero facilitará que la próxima temporada la masa salarial sea muy inferior. Y no preocupa a nivel de generar pérdidas porque el efecto de las palancas todavía vale para dar números positivos. 

Similitudes con Jordi Alba 

A nivel de Fair Play, el Barça no se verá muy beneficiado de la marcha de Umtiti. Del mismo modo que ha pasado con Jordi Alba, al que se le ha pagado el 60% de la ficha de la próxima temporada, que no disputará. Aunque el dinero se liquida en el ejercicio 22-23, desde Culemanía hemos podido confirmar que a nivel de masa salarial ese dinero computará dentro de la campaña 23-24

Jordi Alba posa con los franceses Umtiti y Dembelé durante una sesión de entrenamiento FCB

Esto quiere decir que la marcha de Umtiti no genera Fair Play, simplemente supone liquidar una deuda sin generar pérdidas. En cuanto a Jordi Alba, solo libera el 40% de su ficha que ha perdonado, unos siete millones de euros. Teniendo en cuenta que el Barça está excedido y que en casos de exceso la normativa de la Liga tan solo permite inscribir el 50% del salario liberado, la conclusión es que Jordi Alba solo generará un espacio de 3,5 millones para nuevas inscripciones. 

Cinco jugadores por valor de 51,2M€ 

Ahora, el reto pasa por colocar a Lenglet --el defensa galo liberará 16 millones de euros--, a Dest (10,8), a Collado (2,7) y a Gustavo Maia (1,7). Estos jugadores no cuentan para Xavi y no estarán en el primer equipo la próxima temporada. Distintos son los casos de Abde y Nico, cuyo futuro todavía es incierto. El primero tiene más opciones de quedarse, mientras que el segundo parece que volverá a salir cedido. 

Con estas cuatro salidas, sumadas a la de Umtiti, el Barça liquidará un total de 51,2 millones de euros. Esto hará posible rebajar la masa salarial del primer equipo a una cifra mucho más ajustada --440,7 millones de euros-- pero todavía lejos de las exigencias de la Liga. 

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