Deco es ahora una figura de máxima autoridad en el FC Barcelona. Desde hace meses lidera la dirección deportiva con plenos poderes, siendo fundamental en materia de fichajes y ahora en la búsqueda de un sucesor de Xavi Hernández. Laporta le dio toda su confianza nada más llegar y lo situó por encima del técnico egarense, que venía de ganar la Liga. Pero antes de empezar su ciclo como ejecutivo azulgrana, el nacionalizado portugués tuvo otro tipo de influencia en el vestuario culé. Además de compartir la medular con el propio Xavi y der uno de los líderes que condujo a ganar la Champions de París, también fue famoso por sus salidas nocturnas. Concretamente, se decía de él que era el rey de lo que se denominaba El Club de la Caipirinha.
El nombre de ese grupo --hace alusión al emblemático cóctel brasileño-- en el que también figuraban Thiago Motta, Maxi López --en menor medida-- y Ronaldinho, fue revelado por Alfons Godall, exvicepresidente del Barça en el primer mandato de Laporta. El que fuera la mano derecha del presidente señaló en una entrevista concedida a Radio Barcelona que los mencionados futbolistas solían realizar fiestas de carácter sexual durante su etapa como azulgranas. Además de reconocer que también hacían bromas realmente pesadas a Bojan Krkic, actual coordinador del área de fútbol con el propio Deco.
La influencia de Deco en el vestuario fue creciendo con el paso de los años. Fue uno de los primeros fichajes estelares de Laporta en su primera etapa presidencial --junto a Ronaldinho--, siendo un futbolista que fue importante en aquel Barça de Frank Rijkaard que conquistó la Champions League en París 2005. Pero con el tiempo fueron creciendo algunos malos vicios de los jugadores, como es el caso de la agitada vida nocturna en Barcelona. Eso supuso un problema hasta que finalmente apareció Pep Guardiola en el horizonte.
La disolución del club
Precisamente, ese descontrol promovido por Deco y Ronaldinho fue lo que dio a pie a la revolución de Pep Guardiola. Cuando el de Santpedor fue contratado como director técnico del primer equipo, decidió prescindir de varios jugadores por el mal ambiente que estaban generando en el vestuario. Los dos brasileños se marcharon en verano de 2018, mientras que Thiago Motta se fue un año antes por el escaso protagonismo que tenía en los terrenos de juego.
Es "lo mejor para el equipo", señalaba Guardiola a las pocas semanas de empezar su ciclo con el Barça. Era un plan bastante claro el del entrenador catalán, que buscaba limpiar aquel vestuario que estaba impregnado de futbolistas de talla mundial que dejaban dudas por lo que hacían fuera de los terrenos de juego. Por esa razón, la relación entre Deco y Pep no ha sido la más cordial desde entonces, recordando que el actual director deportivo llegó a menospreciar el ciclo del técnico con el conjunto azulgrana.
¿El reencuentro de amigos?
Ahora con un rol importante en el FC Barcelona, el ejecutivo portugués tiene la misión de ayudar en el proceso de selección del próximo director técnico. Se trata de un casting bastante complicado, teniendo en cuenta que el club debe apretarse el cinturón en cuanto a los gastos que se pueden realizar en el mercado de verano. En este sentido, uno de los candidatos que más ha sonado es Thiago Motta, integrante del mencionado Club de la Caipirinha, que se caracterizaba por interminables fiestas nocturnas en clubs como la sala Bikini o en casa de los propios jugadores, como la mansión que tenía Ronaldinho en Castelldefels. Alcohol, mujeres y orgías eran el día a día de unos cracks que se pasaban los entrenamientos de resaca en el gimnasio del club, según explicaba Godall y buena parte de la prensa de la época.
Motta, además de ser cercano a Deco y Jorge Mendes --agente de varios jugadores del Barça, ha logrado sumar ciertos méritos por su positivo trabajo con el Bolonia. Con el equipo italiano ha conseguido implementar el juego de posición como la base de su idea, llegando a tener resultados realmente notables. Hasta ahora, el conjunto del norte se encuentra en el puesto 8 de la Serie A, con la aspiración acceder a uno de los torneos continentales.
Deco, en el foco
Con Xavi Hernández en los últimos meses con el Barça, el foco de las críticas pasa a los altos mandos del club. No solo a Joan Laporta, sino a un Deco que debe empezar a influir de forma positiva como director deportivo. El barcelonismo espera que pueda estar a la altura del reto que representa su cargo, por lo que va a existir una enorme presión con respecto a los siguientes fichajes y también de la relación con el próximo entrenador.
Precisamente, la tensa relación entre Deco y Xavi es una cuestión que una parte de la afición azulgrana empieza a percibir. El director deportivo no se ha mostrado del todo cercano al técnico egarense en algunas de las derrotas más dolorosas de la temporada, lo que ha provocado ciertas críticas. Por esa razón, existen dudas con respecto a si el próximo entrenador va a ser elegido por la ventaja de la cercanía con el portugués, como es el caso de Rafa Márquez o Thiago Motta.
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