El tema de la semana ha sido la canción que Shakira ha dedicado a Gerard Piqué. Con ella, constatamos cómo las grandes masas sociales discuten, reflexionan y dan alas a dos personajes que se están forrando gracias a todos nosotros. Esta es la grandeza del marketing y no seré yo quien, una semana después, se sume al carro de les pontificaciones sobre su vida personal cuando, realmente, no sabemos ni la mitad de todo lo que se traen entre manos. Solo puedo felicitarlos porque han sido listos rentabilizando una separación y creo que esto es lo que buscaban.

Más allá de todo, gracias por amenizarnos la semana, hacernos mover el esqueleto y remover la insulsa prensa rosa que configura Barcelona en sí misma históricamente. Ahora, vamos a contar el por qué de una segunda noticia en clave económica y deportiva que sí tiene elementos informativos de facto, y que van más allá de opiniones personales: los famosos negocios de Gerard Piqué. De estos, ya hemos hablado anteriormente largo y tendido. Pero lo que cuenta en esta vida es el aquí y ahora, y por eso es interesante detallar el minuto y resultado de unas finanzas que pasan su peor momento. Veremos si algunos negocios que ha hecho con el fútbol, en paralelo, lo pueden salvar o destrozar definitivamente.

Por partes. Después del desastre de la Copa Davis de tenis, el holding de Gerard Piqué, Kosmos, se replantea su viabilidad. La Federación Internacional de Tenis (ITF) se ha hartado de la inviabilidad del proyecto del exazulgrana y ha decidido romper lazos. Según el diario francés L'Équipe, incluso Kosmos debe dinero a los finalistas del último torneo. Una información que casa con las riñas de algunas empresas que han trabajado para el evento durante este tiempo por problemas en los cobros.

Así pues, desde Kosmos han depositado todas las esperanzas en la famosa Kings League, un torneo con jugadores de segunda que presenta un fútbol siete con algunas normas modificadas para dar más espectáculo a los partidos. Recordamos que esta obsesión del show ya la tuvo Piqué cambiando las normas del tenis con la Copa Davis y no enganchó a la audiencia. Pese a todo y, lejos de corregir lo que falló, aplica el mismo criterio en esta Kings League llena de influencers, streamers o futbolistas retirados. Aunque las audiencias del último fin de semana han superado el medio millón de espectadores, ni con 200 Kings League Kosmos será capaz de alcanzar las inversiones millonarias de la Davis. Así que el replanteamiento del personal que trabaja en este holding está a la vuelta de la esquina.

Mención aparte merecen los partners de este torneo. El oficial es Infojobs, pero Piqué ha asegurado que también ha entrado Casio después de la canción de Shakira. Nada de esto, solo es puro marketing para que le sigan todavía más por Internet, pero lejos de la realidad. Casio, por el momento, pasa de todo. Ya tiene la publicidad gratis. Y lo mismo sucede con el Twingo de Renault con el que se presentó.

La otra gran pata de los negocios de Piqué parece que se orientará hacia el negocio inmobiliario. De este, ya tiene una sociedad creada en el año 2006. Teniendo en cuenta que en época de crisis económica invertir en el tocho da más dinero y seguridad que en bancos o bonos, la alternativa no está mal vista. El de la Bonanova quiere centrarse en inversiones premium y ya ha cerrado sus primeras reuniones para valorar futuribles.

Con el resumen de todo ello, queda su Andorra, un club que por el momento sólo genera pérdidas y debe seguir invirtiendo más si lo quiere subir de categoría. Así que lo único que nos queda es preguntarnos de dónde sacará la viabilidad económica en el corto plazo. La respuesta la encontramos, en buena parte, en los negocios con los árabes de Arabia Saudí, aunque los cobros efectuados están siendo investigados por Hacienda. Piqué necesita liquidez inmediata y seguro que la tiene, pero errores como el de la Davis se pagan caros. Y con un aspecto negativo a sumar a partir de ahora: no tiene el gancho con el que contaba cuando se presentaba como futbolista del FC Barcelona y pareja de Shakira. Sus puntos fuertes como carta de presentación ya son cosa del pasado.