Pedri está más cerca de Ansu Fati que de Frenkie de Jong. No estamos ante la lesión número 1.000 de carácter traumático del jugador, sino ante una lesión crónica muscular que, el mismo Xavi, ya se la encontró cuando llegó. Las lágrimas de Pedri, el pasado domingo en San Mamés, no eran de dolor si no de rabia, impotencia y el hacerse la idea que nada volverá a ser como antes.
Desde dentro del club, lo repiten desde hace tiempo: Pedri es un caso aparte. Nos podemos rasgar las vestiduras con la explotación que sufrió, tiempo atrás, jugando y respondiendo a todas las convocatorias de la selección española, pero es evidente que, en la vida, la suerte te tiene que ir de cara. Y a Pedri, repito, igual que Ansu Fati, esta se les ha torcido demasiado.
Pero volviendo al que sigue siendo titularísimo en el FC Barcelona, hay otro elemento que preocupa tanto o más que la cronificación de su problema muscular en la pierna derecha: la confianza y resistencia mental. El miedo que tiene es tan grande que, incluso en unas grabaciones más o menos recientes para un rodaje publicitario, pidió que le sustituyeran sus segundos en prácticamente todas las escenas, que solamente hubiera de poner la cara. Y ya no es solo por la profesionalidad que el joven tiene y el compromiso que tiene hacia el club que antepone correr cero riesgos, es que ve el miedo en todas partes. Y esto es un trauma que si no se arregla, encontrar una solución puede ser muy difícil.
Hace falta que Pedri gane resistencia muscular y también mental. A diferencia de Ansu, está bien rodeado y el club, en ningún momento, ha pensado levantar el aspersor de los rumores para empaquetarlo en otro sitio. Referentes como Rafa Nadal o Carles Puyol deben estar en sus pensamientos para saber que, con esfuerzo y resistencia, puede lograr hacer algo más de lo que hace actualmente. Siempre sabiendo, a la vez, que las limitaciones existen. Como por ejemplo tener un excel donde se le marcan los minutos recomendados que puede jugar seguidos en un terreno de juego. Y los 90 completos, todavía no están prescritos.