En Barcelona, hay vida más allá del Barça (y del Espanyol). Mucha. El fútbol modesto está en boca de todos por culpa del Europa-Sant Andreu del pasado 17 de noviembre. La Vila contra el Poble. La lucha de dos equipos que comparten ideología y valores. La pugna por la victoria de dos barrios que se anexaron más tarde a la ciudad condal. El derbi entre escapulats y quadribarrats se vive diferente a un Barça-Espanyol. Uno se siente partícipe del resultado.
El partido se disputa en la Segunda RFEF, cuarta categoría estatal. Pero ahora ya es conocido por todo el mundo. Porque se anuló el encuentro por culpa del desprendimiento de la valla del gol norte del Nou Sardenya, estadio del Europa, que acogía a la grada del Sant Andreu, durante la celebración del octavo y último gol (3-5), en el minuto 48. ¿El culpable? Los clubes disparan contra Ayuntamiento, y viceversa.
Sobrepasados
El Nou Sardenya es de titulación municipal, por lo que el Ayuntamiento de Barcelona está al cargo. El Europa es el que usa el estadio día sí y día también. A pesar de la rivalidad, que tendrá un antes y un después del último derbi, ambos clubes han unido fuerzas en señalar al consistorio.
El Narcís Sala también es municipal. David Mordillo, director general del Sant Andreu, señaló en betevé que "nosotros podemos hacer un mantenimiento, pero llega un punto en que la valla se tiene que sustituir". Manuel Camino, presidente del club visitante, afirmó ser conocedor de que el Europa pidió hace tiempo la revisión de las instalaciones.
"A lo largo del tiempo hemos hecho las adecuaciones y reparaciones que estaban en nuestra mano, pero al final la valla ha acabado cediendo y ha llegado la hora de que el Ayuntamiento haga las adecuaciones que el estadio hace tiempo necesita", expresó el Europa en un comunicado oficial.
Cruce de responsabilidades
Barcelona, sin embargo, apunta al club de Gràcia como responsable de la situación, tal y como desvela betevé. Fuentes municipales admiten que, al tener la gestión del estadio, le pertenecía "la conservación de los protocolos de seguridad". La información se ha publicado después de una visita de técnicos municipales al Nou Sardenya.
David Escudé, regidor de deportes, llamó a los presidentes de Sant Andreu y Europa cuando vio el percal. Ya era demasiado tarde. El Ayuntamiento hizo tarde y espera estar listo para el derbi de vuelta.
Hèctor Ibar, presidente escapulat, ha desvelado que hicieron tareas de mantenimiento la semana pasada y que la visita ha sido para responsabilizar al Europa. Sin embargo, durante la mañana, en El Chiringuito admitió algunas irresponsabilidades con el aforo.
Problema de fondo
"La primera realidad es que en el fondo del Europa había más gente. Casi 1.000 personas. No quiere decir que sea prudente, igual es imprudente. Soy objetivo. Pero no es que un fondo estuviese rebasado y el otro sobrado", relató. "En este partido, la cantidad de demanda nos lleva a esto", continuó, para después matizar que no se había rebasado el aforo permitido en el Nou Sardenya.
"La valla cede por las dos o tres primeras hileras, con la fuerza de los aficionados del Sant Andreu. Es obvio que no está en buen estado, pero vincular una cosa con la otra no corresponde", relató. "El año pasado vendimos 600 entradas en lugar de 800. El Sant Andreu nos pide las máximas posibles. Nuestros cálculos nos decían que cabía esta gente", finalizó.
La seguridad
La realidad es que la seguridad falló desde un inicio. El derbi murió --metafóricamente-- de éxito. Es costumbre que, antes de entrar, se cachee a todos los integrantes de la grada. No obstante, ningún usuario de la grada del Sant Andreu fue revisado, tal y como ha podido confirmar Culemanía. Los porteros simplemente marcaron las entradas con un pequeño roto.
Y antes de la caída de la valla el partido ya había sido suspendido temporalmente por el condenable lanzamiento de objetos por parte de algunos seguidores quadribarrats, que reaccionaron con ira al gol de Álex Cano, capitán del Europa que mandó a callar a los visitantes en su propio estadio.
Altercado final
El defensa europeísta lleva tiempo aguantando insultos de la afición andreuenca. Durante el encuentro se escuchó a la afición del Sant Andreu gritarle "ludópata" por su implicación detrás de pensadordeapuestas.com, de la cual es fundador según el Registro de Marca subido en la propia web. Esto va en contra de la ideología que reina en la masa social visitante.
Así se disputó el último derbi entre Europa y Sant Andreu, con dos aficiones ultramotivadas, que celebraron cada gol con rabia y alegría. La rivalidad es beneficiosa para los dos equipos. Fomenta su crecimiento. Por un momento, se revivió el fútbol inglés de los 80.
El otro derbi de Barcelona es muy distinto al de Barça y Espanyol. Es el del fútbol pícaro, de barrio. Cercano. El partido entre Europa y Sant Andreu se vivió a flor de piel. Como hace tiempo un aficionado promedio no puede disfrutar con los equipos de primera. Alejados de toda realidad. En su burbuja.
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