Kiko Rivera deja atrás la entrevista del viernes 13 de noviembre en el especial Cantora: la herencia envenenada junto a su mujer, Irene Rosales. La pareja ha retomado su rutina diaria ajena al estado de salud de Isabel Pantoja, a quien prefieren "ignorar" al ser preguntados por su supuesta situación.
El matrimonio ha regresado a Sevilla para volcarse por completo a sus hijas, más unidos que nunca. Con un silencio absoluto, la familia del músico evita comentar si ha tenido noticias de la tonadillera o si ha hablado con Francisco y Cayetano, después de que los hermanos Rivera hayan retomado sus acciones legales contra la Pantoja.
Isabel Pantoja está destrozada
La última actualización de Isabel Pantoja es que la cantante se encuentra completamente sobrepasada, medicada en cama y con ataques de ansiedad tras escuchar las declaraciones de Kiko Rivera. En un "estado crítico", según fuentes cercanas. La tonadillera todavía no se puede creer que su hijo la acusase públicamente de haberle engañado con la herencia de Paquirri.
Tampoco puede asimilar que el disc jockey asegurara que todos los objetos personales del torero --los que Isabel Pantoja denunció que le habían robado para, supuestamente, no entregárselos a Francisco y a Cayetano-- estaban guardados bajo llave en una habitación de Cantora, y que Kiko los había descubierto este verano en un descuido de la artista.
Kiko ha pasado tiempos mejores
Sin embargo, pese a estas informaciones, Kiko Rivera se ha dejado ver mucho más traquilo que en los últimos días. El músico guarda silencio y, lejos de parecer afectado, prefiere "ignorar" todas las preguntas sobre el estado de salud de su madre. Y es que, por mucha normalidad que pretenda aparentar, el hijo de la tonadillera lo está pasando francamente mal. Así lo aseguran sus cercanos, quienes también prefieren mantenerse al margen de todo lo que ha ocurrido en los últimos días.
Irene Rosales se limitó a resumir la situación con un simple "ahí vamos", lo que dejó bastante claro que han pasado tiempos mejores. Mientras, el matrimonio espera ver si se cumplen las amenazas de demanda lanzadas por el abogado Ramón Calderón, que pretende denunciar a Kiko por llamarle sinvergüenza y acusarle de haber montado una trama con su madre con la gestión de la finca Cantora, y de su tío Agustín Pantoja, quien también se plantea denunciar a su sobrino por llamarle amargado y mantenido.