La separación entre Enrique Ponce y Paloma Cuevas ha dado mucho de qué hablar en la prensa rosa. La pareja llevaba junta casi 25 años y siempre se habían caracterizado por ser una de las más estables en el panorama del toreo.
Sin embargo, el amor llegó a su fin y ambos conyuges están protagonizando una de las rupturas sentimentales más sonadas de los últimos tiempos, sobre todo por el hecho de que el torero ha comenzado otra relación con una modelo 26 años menor que él con la que posa en las redes sociales.
Ponce enamorado
Esta actitud de Enrique Ponce, al que se ha visto algo “desatado” junto a su nuevo amor, ha sido criticada en el mundo de la farándula, ya que contrasta con la sobriedad de Paloma Cuevas en cuanto a sus apariciones después de la noticia. Y aunque parecía que el torero iba a rebajar sus apariciones en los perfiles sociales (los suyos y los de su novia Ana Soria), hace unos días se mostró con un aspecto más juvenil que el que solía caracterizarle junto a la modelo en la Alpujarra granadina.
Por el momento, la ruptura con Cuevas no parece que vaya por malos derroteros, ya que el interés principal del ex matrimonio son las hijas del mismo: Paloma y Bianca. Sin embargo, lo último que se ha conocido es que Enrique Ponce acaba de frenar el acuerdo divorcio por algún fleco que no le convenciera. Cabe señalar al respecto que ambos comparten bufete de abogados.
La noticia de José Tomás
Coincidiendo con la separación de Enrique Ponce, también ha salido a la luz la de José Tomás con su esposa Isabel, con la que llevaba dos décadas. El hecho de que esta noticia saliera a la luz resultó más sorprendente que la de su compañero de profesión por el simple hecho de que Tomás siempre se ha mostrado más comedido con su vida privada.
Y aunque también se ha escrito que el diestro habría comenzado una relación sentimental con otra mujer, nada de eso es cierto, de acuerdo con las declaraciones aparecidas en los medios de comunicación especializados. En este caso, ambos cónyuges llevaban un tiempo separados por mutuo acuerdo, ya que el matrimonio había dejado de funcionar.
Otras rupturas sonadas
No cabe duda de que el sector del toreo ha sido muy dado a ofrecer noticias que llenaban las páginas del papel couché. La fama que se han labrado los grandes matadores de toros ha provocado que sus relaciones amorosas estuvieran en boca de todos, especialmente cuando las vivían con mujeres ya famosas.
Un buen ejemplo de ello fue la de Francisco Rivera, “Paquirri”, con Carmen Ordóñez. Su boda fue un acontecimiento social en la España de los años 70, como también lo fue su separación (después de tener dos hijos) y todo lo que se habló tanto de esta ruptura como del segundo matrimonio del torero con Isabel Pantoja. Unos años después, Fran Rivera, hijo del malogrado diestro, pasó por el altar con Eugenia Martínez de Irujo, hija de la Duquesa de Alba, y después de unos años de feliz enlace, ambos se separaron, creando una gran conmoción en la prensa rosa.
Una separación mediática
Mucho más dio de qué hablar la ruptura entre Jesulín de Ubrique con Belén Esteban, que a la postre se ha convertido en una de las personas más conocidas de España gracias a ser una asidua de los programas de Mediaset.
El papel de madre coraje y las idas y venidas de Andreíta Janeiro supuso un quebradero de cabeza para la nueva pareja formada por el torero y María José Campanario, con la que lleva 18 años casado a pesar de los rumores que han surgido en los últimos meses.
El hijo del Cordobés
Mucho menos generadora de noticias fue la separación entre Manuel Díaz “el Cordobés”, hijo no reconocido del famoso diestro Manuel Benítez, y Vicky Martín Berrocal. Ambos estuvieron casados entre 1997 y 2001, periodo en el que tuvieron una hija llamada Triana.
La relación entre ellos siempre fue buena, incluso cuando Díaz se casó en el año 2004 con Virginia Troconis. No en vano, las dos mujeres han llegado a estar juntas sin problema alguno, demostrando que la separación fue cordial.