Xabier Grey haciendo un concierto en directo para sus vecinos / INSTAGRAM

Xabier Grey haciendo un concierto en directo para sus vecinos / INSTAGRAM

Vida tecky

Vecinos solidarios: yogacuentos, balconciertos y entrenamientos online

La crisis y el encierro que ha ocasionado el coronavirus han permitido a muchos ciudadanos conectar con sus barrios y comunidades de vecinos

13 abril, 2020 00:00

Si una cámara de televisión pudiese adentrarse en las casas de los españoles ahora mismo, pondríamos cara a un sinfín de historias increíbles. La solidaridad se ha impuesto en esta crisis que ha provocado el coronavirus. Iniciativas similares a las que han arrancado Paloma Guillén, Xabier Grey, María Reina y Alberto Rey se encuentran estos días, por suerte, en muchas comunidades de vecinos y barrios españoles.

Así, la pareja compuesta por Reina y Rey ayudan a evitar el sedentarismo. Gestionan un par de centros de entrenamiento en Madrid y nunca antes habían hecho clases online, pero esta nueva situación les ha empujado un poco a ello y están encantados. Hacen dos clases gratuitas y en directo al día, una a las 13:00 horas y otra a las 18:00 horas.

Compartieron a través de la plataforma Nextdoor lo que hacían para que sus vecinos se sumaran a dichas clases. “Ofrecemos clases de una hora de entrenamiento libre, es decir, trabajando con el propio peso del cuerpo. Todo el mundo las pueda hacer”, detalla Rey. Esta pareja asegura que esta crisis también es una buena oportunidad para renovarse. Así, cuando puedan volver a abrir sus centros también quieren seguir presentes en el mundo online.

Tardes de conciertos

Xabier Grey, por otra parte, es un chico del País Vasco que lleva algún tiempo viviendo en Madrid. Es cantante y profesor de inglés. Compagina estas dos pasiones, también, durante la cuarentena. Entre semana da clases de inglés, algunas de las cuales son online y gratuitas, y el fin de semana ameniza las tardes a sus vecinos con sus “balconciertos”, como él mismo los ha bautizado.

Lleva dos sábados mostrando su talento a sus vecinos. Y esta semana volverá a repetirlo. “De pronto decidí tocar mis canciones y grabarme en el balcón de mi piso y la verdad es que, aunque fue un poco experimental, fue muy guay y mágico. Me escribió gente del vecindario que hasta ese momento no conocía mis canciones. Estos balconciertos los retransmito a través de Instagram Live para llegar a una mayor audiencia”, detalla Grey a Crónica Global.

Asimismo, entre semana, cada tarde a las 20:15 horas hace unas clases Flash de inglés para adultos en directo desde YouTube. Porque, como dice el refranero español, el saber no ocupa lugar, tampoco durante el confinamiento.

Yoga para adultos y niños

Y de los balconciertos a los yogacuentos. Paloma Guillén es una profesora de yoga que estos días de encierro ofrece clases de forma gratuita para adultos y niños que pueden ayudar a dormir mejor o a que el teletrabajo no pase factura a nuestras espaldas. Una de sus especialidades son los yogacuentos. Es decir, Guillén va narrando un cuento mientras explica a los más pequeños algunas posturas de yoga. Estas clases pueden seguirlas niños de hasta 6 o 7 años.

Guillén trabaja en una clínica de fisioterapia que ha tenido que bajar la persiana tras decretarse el estado de alarma. Así, algunas alumnas y familias le pidieron que hiciera clases en vivo para poder seguir practicando yoga desde casa. De esta manera, también Guillén ha dado el salto, por primer vez, a internet. Hace unas seis clases en directo a la semana a través de Skype --para un grupo de alumnos que tiene agregados-- Instagram Live y Facebook Live. Son gratuitas y en abierto para todo el mundo.

Vida de barrio

Como algunas familias le pidieron alguna opciones para los más pequeños, decidió hacer lo mismo con los yogacuentos. “Algunas de estas clases me han ayudado a darme a conocer en mi barrio y el feedback que he recibido ha sido muy bueno”, concluye Guillén.

Iniciativas solidarias de este tipo crecen cada día que dura el estado de alarma y son, junto con los héroes y heroínas de los hospitales y centro sanitarios, la cara más amable de una crisis sanitaria como la que ha provocado el coronavirus.