Las autoridades de Estados Unidos demandaron el 9 de diciembre a Facebook por operar un supuesto monopolio ilegal. En la denuncia, las autoridades competentes piden a los tribunales que obliguen a la red social a deshacerse de Instagram y WhatsApp, dos de sus aplicaciones estrella.
Este movimiento que pone el foco de nuevo en Facebook es un paso más en la guerra que ha desatado Estados Unidos contra algunos gigantes de internet, después de la demanda presentada en octubre contra Google por presuntas prácticas monopolísticas de su buscador. La preocupación por el poder que han acumulado algunas compañías de Silicon Valley ha crecido en los últimos años.
Republicanos y demócratas unidos
Después de más de año y medio de investigaciones, fiscales generales de 46 estados --gobernados por ambos partidos-- se unieron para presentar una demanda conjunta, interpuesta en paralelo a otra de la Comisión Federal del Comercio (FTC). Las dos acciones, aunque diferentes, se basan en una misma idea: que Facebook ha violado las normas antimonopolio con su estrategia de adquisiciones, algo que le ha permitido controlar a posibles competidores y dominar por completo el mercado.
"Durante casi una década, Facebook ha usado su dominio y poder de monopolio para aplastar a rivales más pequeños y terminar con la competencia, todo en perjuicio de los usuarios cotidianos", señaló la fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, que lidera la demanda estatal.
Instagram y Whatsapp
Instagram y WhatsApp se conviertieron en grandes amenazas para Facebook en el ámbito de las redes sociales y la mensajería instantánea. De hecho, en 2012, la empresa de Mark Zuckerberg tiró de talonario y pagó unos 1.000 millones de dólares (825 millones de euros) por hacerse con Instagram. Dos años después, la compañá pagó más de 20.000 millones de dólares por WhatsApp (más de 16.000 miillones de euros).
En las demandas a Facebook, las autoridades señalan que el rápido crecimiento de Instagram --fundada en 2010 y que aprovechó perfectamente la generalización de teléfonos inteligentes con mejores cámaras-- fue visto por Facebook como una amenaza para su poder monopolístico. Tras tratar inicialmente de competir, Zuckerberg decidió que estaba muy por detrás de Instagram y que la mejor estrategia era pagar mucho dinero por la aplicación con el fin de neutralizar a un competidor potencial.
Batalla legal
Las demandas presentadas este miércoles son sólo el primer paso de una batalla legal en la que Facebook contará con recursos económicos casi infinitos para poder montar una defensa efectiva. Entre enero y septiembre, la empresa estadounidense facturó casi 58.000 millones de dólares ( 47.896 millones de euros) con unos beneficios en torno a los 18.000 millones de dólares (14.864 millones de euros) un 61% más que el año anterior, gracias al aumento de la publicidad online durante la pandemia.
Facebook siempre ha negado un comportamiento monopolístico y este miércoles, en una primera reacción, ya mostró su intención de plantar cara al Gobierno federal y a los estados. "Tras haber aprobado nuestras adquisiciones hace años, ahora el Gobierno quiere un segundo intento sin importarle el impacto que un precedente así tendría para el conjunto de la comunidad empresarial o para la gente que elige usar nuestros productos cada día", indicó la red social en un comunicado. Tras conocerse las demandas, las acciones del gigante de internet cayeron con fuerza en Wall Street y terminaron la sesión del 9 de diciembre con una bajada del 1,93%.