El líder de la UGT española participa (y cobra) del consejo asesor de Endesa en Cataluña
Josep Maria Álvarez figura en un organismo sin atribuciones que creó la eléctrica con representantes de la sociedad civil que perciben unos 11.000 euros anuales por asistir a encuentros mensuales
24 marzo, 2016 23:58El consejo asesor de Endesa en Cataluña subió un peldaño en su estatus el pasado 12 de marzo, cuando Josep Maria (Pepe) Álvarez, uno de sus integrantes, fue elegido nuevo secretario general de UGT en España.
El líder del sindicato en España mantiene la silla y el cobro de las dietas, que fuentes de su entorno aseguran que remite directamente a la organización, después de haber sido elegido sucesor de Cándido Méndez al frente de la organización.
“Dejaré de estar allí cuando abandone formalmente la secretaria general de UGT en Cataluña”, indicó Álvarez al ser preguntado por su participación en el consejo. Ya ha anunciado que dejará de asistir a las reuniones al director del órgano consultivo, David Madí. Lo hará a partir del próximo 7 de abril, fecha del inicio del congreso del sindicato catalán que debe elegir a su sustituto.
Cargo que no se puede delegar
No se ha retirado antes porque asegura que la silla en el consejo asesor está ligada al cargo de secretario general y Endesa no permite delegar la representación a ningún otro miembro del sindicato. No es del todo exacto, pues lo que la eléctrica pretende es tener una representación sindical determinada, con independencia de otras consideraciones.
El principal problema es que la futura cúpula de UGT se perfila con el poder repartido. Si nada cambia, solo se presentará una candidatura para ser ratificada en el congreso conformada por un presidente ejecutivo, Matías Carnero, y un secretario general, Camil Ros. “Cuando termine el congreso de Cataluña ya se hará una propuesta sobre la persona que deberá sentarse en el consejo asesor de Endesa”, añadió Álvarez.
11.000 euros anuales
Los miembros del órgano consultivo de la eléctrica perciben unos 11.000 euros anuales por participar en las reuniones, que Madí convoca una vez al mes, salvo en agosto. Álvarez reconoce que la intensa actividad de UGT en el último año, con el relevo de liderazgos en España y Cataluña, ha propiciado que solo acudiera a dos de los encuentros celebrados.
Álvarez era el miembro más antiguo del órgano asesor de la eléctrica, ya que formaba parte del consejo desde que Antón Costas, actual presidente del Círculo de Economía, lo presidía. Igual que el diputado de Junts pel Sí por Tarragona, Germà Bel, que presentó el pasado agosto su renuncia a Madí antes de iniciar su nueva etapa política, en la que no estaba bien visto formar parte de un foro de este perfil de una de las principales eléctricas de España.
Otros miembros del consejo
También forman parte del consejo el secretario general de CCOO en Cataluña, Joan Carles Gallego, y un grupo de empresarios entre los que se encuentran el accionista de Comsa Corporación Carles Sumarroca; el ex director general de la Corporación Financiera de Caja de Madrid en Cataluña, Javier Bassó Roviralta, próximo al PP; el consejero delegado de la mútua FIATC, Joan Castells; el presidente de la Bolsa de Barcelona, Joan Hortalà; el vicepresidente de la Fundación Jaume Bofill y presidente del Cercle pel Coneixement, Joan Majó; y el directivo del Instituto Catalán de la Energía, Albert Mitjà.
También tiene silla el representante en España de Elsag Datamat (Gruppo Finmeccanica), Alessandro Benuzzi; la consejera externa de Banco Santander y doctora en Derecho Penal, Esther Giménez-Salinas; y la doctora en ciencias sociales y catedrática en Comunicación Inma Tubella, ex rectora de la UOC.
Renuncia de las patronales
Madí también ofreció a los líderes de las patronales catalanas unirse al consejo asesor de Endesa en 2011, cuando se formó el nuevo órgano consultivo. En concreto, el presidente de Endesa en Cataluña hizo el ofrecimiento al actual presidente de Foment del Treball. Los representantes de los empresarios declinaron formar parte del foro por no encajar en el trabajo de las patronales. De hecho, el empresariado ha mantenido algunos enfrentamientos con las compañías energéticas por los costes que soportan y la calidad del suministro.