Sede de Telefónica en Munich (Alemania) / EFE

Sede de Telefónica en Munich (Alemania) / EFE

Business

Telefónica alerta de que la tensión en Cataluña "puede resurgir en el medio plazo"

La sensación de caos en la gestión de la Generalitat y el temor a que la situación se prolongue cuatro años eleva la inquietud de los inversores

27 noviembre, 2020 00:00

Cataluña vuelve a ser un foco de inquietud para los inversores internacionales que apuestan por empresas españolas. Así lo atestigua una de las más punteras, de las más representativas en el panorama internacional, Telefónica. La compañía ha vuelto a destacar la situación política catalana como el principal elemento de incertidumbre en España; un sentimiento que, además, “puede resurgir en el medio plazo”.

La operadora de telecomunicaciones incluye esta apreciación en un documento registrado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y fechado este jueves. En el capítulo referido a los riesgos financieros, se menciona como principal “foco de incertidumbre” en España el de “la situación política en Cataluña, que puede resurgir en el medio plazo”. Y se menciona también la repercusión para el conjunto del país que, por la estructura de su economía, tiene una elevada dependencia de la inversión extranjera.

Vuelta a las andadas

Naturalmente, no es la primera vez que la situación en Cataluña aparece en un documento de este tipo. Desde los acontecimientos posteriores al verano de 2017 que desembocaron en el referéndum ilegal del 1 de octubre, la fallida declaración unilateral de independencia y la huida masiva de empresas tiene presencia. Sin embargo, el paso del tiempo parecía haber enfriado la sensación de alarma. Hasta ahora.

De hecho, la propia Telefónica hacía alusión en un folleto similar de 2018 a determinados acontecimientos que estaban “contribuyendo a reducir la inestabilidad”, aunque sin especificar de cuáles se trataba. Un tono bien distinto al empleado en este caso.

"Un enjambre"

Un paso más allá que, según ha podido saber Crónica Global de fuentes del mercado, está motivado por la creciente preocupación de los inversores por la sensación de caos que emerge desde el Gobierno de la Generalitat, especialmente agravada por cuestiones como la gestión de la pandemia del coronavirus y la situación derivada de la inhabilitación del ya expresident Quim Torra.

Alba Vergés, consejera catalana de Salud, con el presidente del Govern, Pere Aragonès, en el Parlamento catalán / EFE

Alba Vergés, consejera catalana de Salud, con el presidente del Govern, Pere Aragonès, en el Parlamento catalán / EFE

 

“El problema es que pasa el tiempo y los inversores no dejan de preguntar por Cataluña porque la sensación que les llega es que aquello es un enjambre y que, lejos de aclararse, se agrava aún más”, apuntan las citadas fuentes. 

Inestabilidad prolongada 

El panorama a corto plazo no es precisamente tranquilizador debido a la cercanía de las elecciones y la posibilidad de que de la consulta en las urnas salga de nuevo de un Ejecutivo autonómico inestable y sin un rumbo fijo para un territorio cuyo peso en la economía española sobrepasa el 20%.

Una circunstancia que explicaría el hecho de que la compañía mencione la posibilidad de que las incertidumbres en torno al escenario catalán vuelvan a reproducirse.

Emisor habitual

Desde Telefónica se remiten al contenido textual del folleto, en el que se describe la situación actual de la compañía y el contexto de las áreas geográficas y de negocio en las que opera. Se trata de un documento que se dirige principalmente a los inversores y que suele elaborarse como paso previo a algún tipo de emisión en los mercados.

No obstante, en el caso de compañías de gran tamaño como Telefónica, su registro suele ser periódico, dada su elevada actividad como emisor.

Presión del supervisor

Pero los de las empresas no son los únicos despachos a los que llegan las inquietudes de los inversores internacionales sobre el panorama político que ofrece en estos momentos Cataluña. El sentimiento también está siendo trasladado al Gobierno central y a organismos reguladores como la CNMV.

En este sentido, fuentes próximas a algunas empresas cotizadas confirman a este diario que el organismo hace hincapié en que las compañías deben reflejar en sus documentos de registro este tipo de incertidumbres, con el fin de ofrecer a los inversores una imagen lo más fiel posible del escenario en el que opera la cotizada de turno.

Falta de transparencia

La presión también llega a los supervisores, en los que los inversores también podrían poner la lupa a la hora de depurar responsabilidades en el caso de que se encontraran sorpresas inesperadas a la hora de apostar por un determinado emisor.

“Las compañías se encuentran con la circunstancia de que los inversores no entienden que el descontrol en Cataluña se prolongue tanto en el tiempo y, ante la posibilidad de que esto sea un suma y sigue, no tienen más remedio que alertarles, aunque puede perjudicar sus propios intereses”, explican las fuentes. “De lo contrario, las empresas podrían ser acusadas de poca transparencia, algo que cada vez les penaliza más entre los grandes institucionales”, concluyen.