Imagen del Hotel Condes de Barcelona, que la familia Cadarso ha puesto a la venta. Peuat / CG

Imagen del Hotel Condes de Barcelona, que la familia Cadarso ha puesto a la venta. Peuat / CG

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Paradoja: el revés al plan hotelero de Colau frenará un 'pelotazo'

El mazazo judicial al Peuat, el plan que limita las aperturas de alojamientos en Barcelona, hunde la superventa del Condes, Monument y Hotel España por 300 millones

2 agosto, 2019 00:00

Es la paradoja de Ada Colau con los hoteles. La que repiten los hoteleros e inversores una y otra vez, pero que Barcelona en Comú (BComú) no acepta. El revés del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) al Peuat, el plan de restricciones a las aperturas hoteleras en la Ciudad Condal, frena un pelotazo de 300 millones de euros en el sector.

Así lo verbalizan fuentes de la industria, que recuerdan que "si finalmente la nulidad del Peuat llega al Tribunal Supremo, y éste la confirma, caería el precio de las licencias ya concedidas". Es en esta clave en la que habrá un perdedor: la familia Cadarso. Los hoteleros, una de las sagas más ricas de Cataluña con un patrimonio estimado de 110 millones de euros, trata de colocar sus tres hoteles por la cifra citada. Son unos 800.000 euros por habitación, lo que deja la transacción por encima de precio de mercado. "Venden el Hotel Condes de Barcelona y el Monument (de cinco estrellas) y el Hotel España (de cuatro), pero no encuentran comprador", señalan las voces consultadas.

"Perderá la prima"

Otros directivos del sector explican por qué. "Cuando Colau cerró el mercado en Barcelona, se creó un monopolio artificial --la Autoridad Catalana de la Competencia (Acco) advirtió de este efecto en julio de 2017--  y el envejecimiento de la planta hotelera. Cuando se ha empezado a abrir por la acción judicial, las licencias han empezado automáticamente a perder valor desde ya". ¿Por qué? "Porque el mercado, si el Supremo confirma la nulidad del Peuat, ya no estará restringido. Tener un hotel no significará tener un activo escaso, sino uno que se puede reformar y abrir. El precio de los permisos existentes bajarán. Los que están a la venta perderán la prima", advierten.

Ello son buenas noticias para las cadenas que quieren entrar en Barcelona y no han podido --fundamentalmente Hyatt y Four Seasons, entre otras--, pero malas noticias para los Cadarso. En 2016, esta acaudalada estirpe ya trató de colocar los tres activos en un paquete cuyo precio alcanzaba los 200 millones de euros. Tres años después y con el mercado estrangulado por las restricciones impuestas por el Peuat, el precio de mercado supera ligeramente los 300 millones de euros por los tres hoteles. "Los Cadarso pueden presumir de tener dos hoteles frente a frente en la milla de oro de Barcelona, el paseo de Gracia. Son los únicos. Pero si la justicia tumba definitivamente el Peuat, otros también podrán abrir alojamientos en el bulevar", avanzan. 

Colau creó el 'efecto jeque árabe'

De hecho, el pelotazo que tratan de cerrar la familia Cadarso, que ayer no quiso contestar a los requerimientos informativos de este medio, no es único. "Muchos dueños de tres y cuatro estrellas en Barcelona han tratado de hacer lo mismo. Desprenderse de activos con precios por habitación que nadie paga", alertan los inversores. Ello es así porque el Peuat y su prohibición de abrir establecimientos en la mayor parte de la capital catalana ha creado el llamado efecto jeque árabe. "Solo los inversores con grandes chequeras y sin apalancamiento eran capaces de pagar los precios de Barcelona. Un ejemplo. Axa pagó 80 millones de euros a Iberdrola por el 55% del Hotel Hilton Diagonal Mar en 2017. Ello dejó la valoración de este hotel de quince años de antigüedad y 433 habitaciones, entonces sin reformar, en cerca de 370.000 euros por suite.

Quizá por los elevados precios o por la falta de seguridad jurídica que provocaron las restricciones a las aperturas, la inversión hotelera se desplomó en el destino en 2018. Según datos de Colliers, las transacciones hoteleras marcaron un récord de 4.810 millones de euros en España en 2018, frente a una caída del 45% en la segunda mayor ciudad española. Barcelona cerró compraventas por valor de 232 millones el ejercicio precedente, por 422 millones el anterior. La ralentización de la capital catalana contrasta con Madrid, donde el apetito inversor aupó el gasto global nuevas escrituras de hoteles hasta los 601 millones de euros en 2018, un 70% más que doce meses atrás.