La propuesta de salario mínimo catalán desconcierta a patronales y sindicatos
Los trabajadores consideran que se les empuja a reabrir la negociación del AIC o de un acuerdo interprofesional, mientras que los empresarios aluden a la productividad
2 agosto, 2019 00:00El vicepresidente de economía, Pere Aragonès, ha anunciado en el último encuentro del Govern antes de las vacaciones la hoja de ruta que quiere seguir para conseguir un salario mínimo de referencia en Cataluña. El empaque del nombre está a la par del entusiasmo con el que el político de ERC y la portavoz del Ejecutivo catalán, Meritxell Budó (JxCat), han presentado el proyecto. Con todo, patronales y sindicatos rebajan el tono del anuncio y coinciden en dar un baño de realidad y apuntar que el impacto en la economía real será limitado.
De entrada, recuerdan que la Generalitat no tiene competencias para fijar la retribución mínima que se deba pagar en Cataluña. Algo que también se reconoce desde Plaza Sant Jaume, por lo que se recurre a la negociación colectiva. Es en este ámbito donde se deberá definir la cifra que se use como referencia en los convenios colectivos y que supere los 14.000 euros. Esta es la retribución suelo que se incluye en el último Acuerdo Interprofesional de Cataluña (AIC), el pacto laboral marco en la Comunidad que se aprobó en septiembre.
¿Reapertura de la AIC?
Aragonès ha avanzado que para ello se usará el Consejo de Relaciones Laborales, algo que valoran de forma positiva por parte de los sindicatos. La portavoz de CCOO de Cataluña, Montse Ros, recuerda que se trata de un cambio respecto al primer globo sonda que el vicepresidente económico catalán lanzó al respecto. “El Govern ha entendido que su papel es el de ayudar a la negociación colectiva”, indica.
Interpreta que la Generalitat empuja a los agentes sociales a debatir de nuevo sobre el AIC, cuya negociación es larga. Reconoce que ahora se está en pleno proceso de implementación de algunas medidas que se acordaron hace 11 meses, como dotar a las empresas de planes de igualdad. En materia salarial, apuesta porque la retribución reconocida en Cataluña sea el 60% de la media real del territorio. Se referencia de este modo al importe recomendado por la confederación europea de sindicatos, que implicaría pasar de los 900 euros mensuales a unos 1.100 euros.
Prueba piloto en la Generalitat
El secretario general de UGT de Cataluña, Camil Ros, señala que también se podría conseguir un pacto por la vía de un acuerdo interprofesional sin llegar a tocar el AIC. Asegura que la organización que representa está abierta al diálogo, pero que el éxito de éste dependerá en gran medida de la voluntad de las patronales. Además, incluso si se llegase al pacto que se promueve desde la Generalitat, sólo se beneficiarían de las medidas los trabajadores con un convenio colectivo propio.
El líder sindical aplaude la propuesta de Aragonès en un sentido específico. Asegura que brinda una oportunidad al Govern de “predicar con el ejemplo” y “aplicar primero esta subida a la contratación pública de la Generalitat”. Y esto pasaría por una actualización del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem), el índice que se usa de referencia para la concesión de ayudas públicas.
Las patronales inciden en la productividad
La parte empresarial también está de acuerdo en que en Cataluña se deben subir los salarios, pero incide en que el incremento no puede ir desligado de una mejora de la competitividad de las empresas. “No se puede hablar de salarios sin productividad, un aumento sin indexación es pan para hoy y hambre para mañana”, señala el secretario general de Pimec, Antoni Cañete.
Manifiesta que el salario mínimo “tiene recorrido”, pero siempre en el contexto de las mejoras de las compañías que también deben llegar a sus trabajadores.
Fiscalidad al límite
Fuentes de Foment del Treball recuerdan que su presidente, Josep Sánchez Llibre, ha reclamado una mejora del poder adquisitivo de los trabajadores desde el mismo momento en que llegó al cargo. “Pero se requiere un discurso integral para abordarlo”, añaden, “mejorar sin hablar de productividad y fiscalidad es complejo”.
La gran patronal catalana remarca que son necesarias políticas que faciliten el incremento de salarios, algo que choca con un sistema que está “fiscalmente al límite”, especialmente en Cataluña. Ambas patronales se muestran dispuestas a debatir, pero con un marco de diálogo que no se quede sólo en las retribuciones.
Afectación real
Aragonès tendrá el diálogo social que ha pedido este jueves, aunque los efectos reales del salario de referencia en Cataluña, si se llegara a aprobar, quedan lejos de las pretensiones anunciadas.
No será un indicador de obligado cumplimiento en que se tengan en cuenta “las diferencias del coste de vida que existen en el territorio”, tal y como se ha defendido desde la Generalitat. Será otro indicador laboral que se podrá aplicar en los convenios colectivos del ámbito catalán. De nuevo, será en la negociación en las empresas, en el caso de que la tengan, donde se decidirá qué cantidad se aplica.