Una tienda de la cadena de supermercados Dia, de cuyo robo de mercancias está al margen QSabor Foods / EP

Una tienda de la cadena de supermercados Dia, de cuyo robo de mercancias está al margen QSabor Foods / EP

Business

Fridman busca 'in extremis' una quita de deuda en Dia para evitar la ampliación

El empresario ruso asume que tendrá acudir a la recapitalización para no perder casi 600 millones, y poner otros 180, para mantener el 29% del capital

5 febrero, 2019 00:00

Llega la hora de la verdad para el futuro de la cadena de supermercados Dia. Acababa el pasado ejercicio con el anuncio, horas antes de las campanadas, del acuerdo de refinanciación de la deuda que evitaba la entrada en preconcurso y el cambio de consejero delegado, con la salida de Antonio Coto y la llegada de Borja de la Cierva. Y, desde entonces, nada oficial ha trascendido, aunque las conversaciones a todos los niveles no han dejado de producirse.

Ahora, ya en pleno mes de febrero, los acontecimientos se van a suceder de manera vertiginosa. Incluso no se descarta que esta misma semana o, a más tardar, la próxima, la empresa presente de una tacada el plan estratégico 2019-2023, el acuerdo de refinanciación definitivo y revisado y los resultados del ejercicio 2018.

Quien da primero, da dos veces

Incluso, la convocatoria de la junta de accionistas que apruebe la ampliación de capital, para que se celebre antes del 9 de marzo, fecha a partir de la que Mikhail Fridman --principal accionista de Dia, con el 29% del capital, a través de LetterOne-- tendría absoluta libertad para lanzar una OPA al precio que estime conveniente, al haber transcurrido un año desde que pagó el precio más alto de las acciones, aquellos 3,64 euros por título de entonces.

Un aspecto, el de tomar la delantera, convertido en clave para dilucidar cómo se resuelve la salida de la crisis por el control del grupo de distribución. Tanto el consejo como Fridman quieren tomar la iniciativa, sabedores de que quien da primero, da dos veces.

Múltiples frentes abiertos

En este contexto, con el magnate ruso enfrentado al consejo que copresiden los dos vicepresidentes, Ricard Golding y Mariano Martín --a los que tacha de ineptos para dirigir el futuro de Dia--, las negociaciones se suceden en múltiples frentes, y por separado, entre el consejo, LetterOne, la banca acreedora y los respectivos asesores contratados por las tres partes.

Aunque el magnate ruso, enrabietado, dejaba entrever hace un mes --tras la salida de sus hombres del consejo de Dia y el anuncio de la ampliación-- que no acudiría a la ampliación, no tanto por el precio como por entender que la misma iba a servir de poco si no se cambiaba de cabo a rabo la estrategia comercial, no le va a quedar otra.

570 millones de minusvalías latentes

De no hacerlo, los actuales 570 millones de euros de minusvalías latentes que suma Fridman por su 29% en el grupo de distribución, se convertirán en pérdidas reales, al diluir su participación a un margen de entre el 6% y el 9% en función de las nuevas acciones que se emitan en la ampliación.

A los actuales 0,43 euros que valen las acciones, los 180 millones de acciones por los que el empresario ruso pagó 650 millones de euros, valen hoy menos de 80.

A vueltas con la quita

A partir de aquí, y mientras la recapitalización no se produzca, el magnate ruso --a través de Stephan DuCharme, responsable del área de Retail de LetterOne-- ha vuelto a llamar a los bancos acreedores de su gran objetivo en esta operación. Que en lugar de ir a la ampliación se negocie una quita notable sobre los ya 1.800 millones de deuda que, tras la inyección aprobada el pasado 31 de diciembre, suma Dia.

El siguiente paso sería el de plantear una OPA por la que LetterOne sumaría hasta el 75% de Dia, quedando aproximadamente el 25% del capital en manos de los bancos en compensación por la quita. La opción no cuajó hace dos meses y tampoco parece que lo vaya a hace ahora.

850 millones por el 29%

De esta manera, a Fridman no le quedará otra, sí o sí, que acudir a la ampliación, pagando otros 180 millones de euros para mantener su actual 29%. Algo menos de lo que habría abonado por la vía quita más OPA, pero que, en ese caso, le habría supuesto alcanzar el 75%. En definitiva, serían cerca de 850 millones de euros los que, en menos de dos años, habrá puesto el magnate ruso en el grupo español de distribución.

Al margen de que se confirmen estos extremos sobre el papel que definitivamente asuma Fridman en el desenlace de la salida de esta crisis por el control de Dia, Borja de la Cierva y su equipo están ultimando los detalles para presentar el plan estratégico 2019-2022 y los resultados del ejercicio 2018.

Un plan que, además de las desinversiones de las cadena de perfumerías Clarel y de los espacios Max Descuento ya anunciadas --y por las que se espera ingresar entre 125 y 140 millones de euros--, contemplaría el cierre de un centenar de locales en España y Portugal, o incluso la venta completa de la franquicia en algún país, si, además de los 1.800 millones de deuda, se contabilizan como pasivo los costes que Dia asume por el alquiler de algunos espacios.