Suspende pagos la inmobiliaria de un detenido por blanqueo
Del juzgado de instrucción número 1 de Ibiza, al juzgado mercantil número 1 de Barcelona. Este es el singular periplo que ha realizado el empresario Martín Ferrer, dueño de negocios inmobiliarios y de discotecas como la ibicenca Amnesia.
El pasado mes de julio, Ferrer fue detenido por la Guardia Civil por presunto blanqueo de capitales y contra la Hacienda pública, tal como informó este medio. El instituto armado practicó registros en la citada sala de fiestas y en varios domicilios de Barcelona, Ibiza y Palma de Mallorca.
La operación policial no se circunscribió a Ferrer, sino que se hizo extensiva a otras empresas de ocio nocturno de la isla, a las que se achaca un supuesto fraude generalizado. Además de Amnesia fueron registradas otras conocidas discotecas como Privilege y Space, en Ibiza; Joy Eslava, en Madrid; y Opium, en Barcelona.
Ayer se produjo la segunda fase de la razia fiscal. El despliegue policial se centró en Pachá y el hotel Ushuaïa, además de la sede de Grupo Matutes, dueño de este último establecimiento. Grupo Matutes está encabezado por Abel Matutes, ministro de Asuntos Exteriores entre 1996 y 2000 en el primer Gobierno Aznar.
Poco después del primer lance judicial de Ferrer, llegó el segundo. El empresario ordenó a sus asesores legales que presentaran los libros contables de su sociedad Montemare 2006 ante los juzgados mercantiles de Barcelona para solicitar el concurso de acreedores. Previamente, trató de refinanciar el pasivo exigible de la sociedad mediante negociaciones con los bancos, pero sin resultados. Montemare está domiciliada en la calle Balmes de Barcelona.
Según los últimos balances de la compañía, el activo patrimonial suma 26 millones de euros, frente a unas deudas financieras de 20 millones. Desde finales de 2013, la sociedad no realiza actividades. En el último trienio ha sufrido pérdidas de más de cinco millones.
Montemare se constituyó en el año 2006 por iniciativa del grupo promotor madrileño Monteverde, dirigido por Carlos Monteverde de Mesa. Éste se hizo en 2006 con el flamante inmueble que albergó la vieja sede de Banesto en Barcelona, sita en paseo de Gràcia-plaza de Catalunya, por 110 millones de euros.
Se proponía lanzar la promoción más lujosa de la ciudad, con pisos a 19.000 euros el metro cuadrado y plazas de aparcamiento a 90.000 euros. Pero el desplome del ladrillo acabó por hundir al grupo. En 2012, Monteverde se desmoronó e instó suspensión de pagos como paso previo a su liquidación.