El beneficio de John Deere cae un 80% en dos años
Las materias primas del campo registran una baja progresiva de precios en los últimos años, con la consiguiente merma de la capacidad adquisitiva de los productores. Esta situación ha acabado afectando a los fabricantes de maquinaria. Es el caso de la compañía John Deere Ibérica, poseedora de una industria de componentes en el municipio madrileño de Getafe.
El pasado ejercicio declaró un beneficio de 8 millones de euros, que se compara desfavorablemente con los 20 millones de 2014 o los 40,2 millones de 2013. En dos años, las ganancias han menguado un 80%.
Tampoco evolucionó de forma positiva la facturación, repartida por mitad entre el negocio en España y la exportación. En 2015 se contrajo de 539 a 484 millones. Las ventas nacionales mantuvieron el tipo y retrocedieron solamente un 1%, pero los envíos al exterior se desplomaron un 17,9%. La plantilla de la empresa consta de 1.250 personas.
Líder en tractores
Los responsables de la gestión explican que el fuerte declive de las utilidades está íntimamente ligado a la menor cifra de negocio, ya que la velocidad de rebaja de esta última fue muy superior al recorte de los gastos fijos.
La firma vendió 2.587 tractores de los 9.832 que se matricularon en todo el país, por lo que se mantuvo como líder del sector con una cuota de mercado del 26,3%. En cosechadoras comercializó 68 de las 304 que se vendieron, con lo que se consolida como tercera compañía, tras Claas y New-Holland.
John Deere Ibérica tiene dos españoles en su consejo de administración, Enrique Saldaña Herranz y Mario de Miguel Muñoz. En las instalaciones de Getafe fabrica componentes para maquinaria agrícola, que luego vende a otras fábricas del grupo, sobre todo a la gran planta fabril de Moline (Illinois). Además, por medio de su red de concesionarios, comercializa tractores, cosechadoras, empacadoras, picadoras de forraje y maquinaria para mecanizar espacios verdes y campos de golf.