El Black Friday ‘made in Spain’, un coladero de trampas

Llevas tiempo pensando en comprarte un teléfono, por ejemplo, y piensas que es mejor esperarte al Black Friday para adquirirlo con descuento y ahorrarte un pellizco. Pero, ¿has hecho seguimiento de ese producto en las semanas previas para evitar que te engañen y confirmar que consigues el mejor precio? Seguramente no.

Sin embargo, diversos expertos en la materia alertan de este tipo de trampas durante el Black Friday a la española, o made in Spain. De hecho, la catedrática de Economía de la Salud española, Beatriz González, asegura que “es muy posible que encontremos ofertas falsas” porque “somos más alegres”, en ese sentido, si nos comparamos con Estados Unidos, donde surgió el fenómeno. Además, afirma que "las rebajas son más aparentes que reales" en esta fecha. Y algunos usuarios son conscientes de ello.

Desconfianza de los clientes

Según una encuesta lanzada por Facua a través de Twitter -- en los días previos al Black Friday --, más del 80% de los encuestados consideran que la mayoría de empresas ofrecen ofertas falsas.

Por otra parte, en Estados Unidos, el Black Friday se concentra en los productos de consumo. Pero en España las ofertas durante este período se aplican ya a todo tipo de servicios. Desde viajes más baratos, hasta incluso ofertas bancarias. No hay límite.

Descuento en servicios

“Estamos viendo un cambio de consumo y cada vez los españoles compran más servicios y experiencias”, señala José Luis Nueno, profesor de Dirección Comercial del IESE. Además, dentro de Europa, hemos adoptado el Black Friday de una forma más rápida e intensa, según Nueno. A esto se suma que tiene lugar el último viernes de noviembre, cuando algunos españoles ya han cobrado la nómina del mes, y la euforia está asegurada. “Somos un país pobre --dentro de Europa-- y acceder a los bienes a un precio más bajo siempre resulta interesante. Pero hoy los precios son muy dinámicos y puedes encontrarte algunas trampas”, matiza Nueno.

Un centro comercial durante el 'Black Friday' / EFE

En concreto, según un “experimento” europeo al que hace mención este experto del IESE, se ha descubierto que “hasta el 70% de los productos de una muestra específica, vendidos durante el Black Friday, en algún momento anterior habían sido más baratos”. Algunas empresas -- no son todas -- aplican lo que Nueno llama la técnica del HighLow. Se trata de subir los precios semanas antes para después bajarlos y que dé la sensación de que se ha aplicado un buen descuento.

“El Black Friday es una gran fiesta de consumo con triquiñuelas. La gente se deja llevar por los sitios con mayores ofertas, o que dicen tener las mayores ofertas”, insiste. Mientras, la OCU asegura haber denunciado este tipo de prácticas en los últimos años, aunque confiesa lo difícil que resulta a veces detectarlas. Por ello, sugiere evitar, sobre todo, las ofertas flash que duran muy poco. “En Black Friday no todo es más barato”, asegura la organización.

¿Y el pequeño comercio ?

Junto a las trampas en las que podemos caer, en lo que coinciden González y Nueno es en el daño que estos períodos pueden llegar a hacer a los comercios más pequeños. “El Black Friday acelera un fenómeno, el de las compras por internet, que puede hacer desaparecer el tejido del pequeño comercio”, explica González. El último viernes de noviembre es el día de más compra de productos en Amazon España. A nivel global, es el Cyber Monday -- lunes posterior al Black Friday --. 

En la misma línea se muestra Nueno, quien aconseja al consumidor ser un poco más bondadoso con sus comercios vecinos. “Aquí somos muy éticos y sostenibles, pero a la hora de recurrir a las ofertas, no nos damos cuenta de que estamos fomentando el final de los pequeños comercios”, subraya.

Cómo evitar las triquiñuelas

¿Qué tenemos que hacer para no caer en estos falsos descuentos? Desde la OCU aconsejan controlar los precios de los productos que tenemos intención de comprar semanas antes del Black Friday, así como comparar el precio con otros establecimientos.

Y Nueno está de acuerdo. “Hay que hacer un seguimiento bastante antes de que arranque este período, porque el comerciante ya estima que hay gente que revisa precios”. Pero, afortunadamente, en internet ya hay herramientas, algunas gratuitas, que facilitan este espionaje de precios.

En caso de que el consumidor haya sido víctima de una de estas trampas, la abogada de DAS, Asunción Castejón, recomienda poner una reclamación en el propio establecimiento. Y, "si no hay respuesta o no es satisfactoria, acudir a un organismo de Consumo para que medie". Si esta vía tampoco da resultado, ya solo queda la vía judicial.