El consejero delegado del Banco Sabadell, Jaime Guardiola / EP

El consejero delegado del Banco Sabadell, Jaime Guardiola / EP

Business

Banco Sabadell pierde a su primer ejecutivo y abre una etapa llena de incógnitas

La entidad dispone de tres meses para presentar un plan estratégico que le garantice incrementar la rentabilidad en un entorno "hostil"

17 diciembre, 2020 00:00

El consejo de administración de Banco Sabadell ratificará este jueves el relevo del primer ejecutivo de la entidad. Salvo sorpresas de última hora (que no se esperan) Josep Oliu propondrá a César González-Bueno como futuro consejero delegado y se iniciará la burocracia que llevará a que el nombramiento sea efectivo en cuestión de semanas. Al ser un nombre de la casa tampoco se prevé que el Banco Central Europeo (BCE) ponga ni un pero a su designación.  

Fuentes internas señalan que se ejecutará un relevo tranquilo. Remarcan que un cambio de esta magnitud no se improvisa, extremo que se confirma desde el sector. Los rumores de que el consejero delegado hasta la fecha, Jaume Guardiola, quería hacer un alto en el camino en su carrera profesional se sucedían desde hacía un año. Él mismo lo admitía de forma interna e incluso bromeaba con ello, aunque lo negaba de forma pública.

 

 

Cambios en la dirección del Banco Sabadell / CG

Guardiola le prometió a Oliu un año más como consejero delegado del banco pero, esta vez sí, sería el último. No pasaría como cuando cumplió los 60 y renovó el contrato frente a sus deseos de retirada.

Si Guardiola ha aguantado algo más ha sido por la pandemia que asoló el mundo a comienzos de este 2020, que el ejecutivo ya no pensaba pasar en la primera línea de fuego. Y, tras el verano, por la más que posible participación del Sabadell en la consolidación del panorama bancario español, pero con el único propósito de contribuir al proceso de transición de una hipotética fusión de la que no pensaba formar parte. En el caso de que hubiera habido algún tipo de obstáculo en la frustrada operación con el BBVA en lo tocante a la gobernanza (lo que no sucedió, al menos de forma significativa), Guardiola no tuvo nada que ver con él.

Momento de gran incertidumbre

Pasa el testigo al actual consejero de TSB en un momento de extrema complejidad en el sector. Banco Sabadell abre una nueva etapa llena de incertidumbres en la que el grupo financiero intentará demostrar que es autosuficiente y que puede sobrevivir entre los grandes bancos de España.

Oliu dio un portazo a la fusión con BBVA por plantearse como una adquisición. Todo el mundo en la entidad acepta que a medio plazo deberán buscar aliados por el entorno en el que se mueven. La política de tipos y las obligaciones de provisiones cada vez más leoninas marcadas por el BCE se unen a que la banca es un sector regulado, tal y como indican los analistas de Renta 4. Completa esta tormenta la presencia de las tecnológicas, ya que se estima que su irrupción sea mucho más dura que en otros sectores. El negocio financiero tradicional se da casi por liquidado y mantener la actividad será un reto más fácil de afrontar con volumen.

Futura operación

El relevo de Guardiola era cuestión de tiempo. Pero con mayor motivo después de que el intento de fusión con la entidad que preside Carlos Torres se viniera abajo. Porque a partir de entonces, Banco Sabadell se vio abocado a acelerar aquellos planes que esbozaba desde hace tiempo para su futuro pero siempre con la vista puesta en alguna operación corporativa.

En la entidad son conscientes de que deberán plantear una en el medio plazo, pero incluso aspiran a ser el protagonista en lugar de la firma que va a ser comprada. Los más optimistas inciden en que en la consolidación que se reclama desde el regulador comunitario se pueden buscar parejas de baile en todo el territorio europeo y que su perfil de entidad fuerte entre los clientes pymes resulta atractivo.

Presentar un plan estratégico convincente

Pero todo ello quedará relegado a la urgencia actual: definir el plan estratégico que se debe presentar en el primer trimestre de 2021. Ese será el gran reto de González-Bueno, presentar una hoja de ruta que garantice que el Sabadell está en disposición de reducir costes --aquí cuenta con la ventaja del pacto laboral cerrado por Guardiola, que se apunta que tendría un impacto de más de 100 millones de euros en la cuenta de resultados-- y que es capaz de incrementar la rentabilidad de forma significativa incluso en este entorno que se tilda directamente de “hostil”.

La estrategia desvelada por el Sabadell apenas horas después de que su consejo de administración decidiera no continuar con el proyecto de fusión no se improvisa, y menos aún con tan poco margen de tiempo. Pero la tentativa fallida sí que hace más urgente su puesta en marcha y la elaboración de un plan más detallado, más concreto, que no se quede en meras ideas como crecer en España y desinvertir fuera. En definitiva, un esfuerzo que no iba a asumir un consejero delegado con la puerta en la mano desde hacía más de un año.

Venta de TSB y México

Y todo ello, en medio de la crisis del coronavirus. Sí que las vacunas empiezan a dar esperanzas en el plano epidemiológico, y eso siempre gusta a los mercados, pero el impacto económico aún traerá cola en España. Y es este, precisamente, el país en el que Banco Sabadell se repliega y busca centrar su operativa.

Pondrá el punto y fina a su aventura británica con la venta de TSB, una filial que se entiende que se colocará a un precio más bajo que la compra pero con la que se podría tener un impacto limitado en los resultados; y se estudiará la salida de México. En este país se espera una desinversión más beneficiosa.

Crecer en España

César González-Bueno supone, en realidad, encontrar la solución “en casa”. Desde el pasado marzo representa los intereses del Sabadell precisamente en TSB, a cuyo consejo de administración se incorporó apenas un par de meses después que David Vegara, consejero ejecutivo y jefe de riesgos del banco español. Su incorporación no requerirá precisamente de un aprendizaje previo porque conoce la casa a la perfección.

César González-Bueno, consejero delegado de Banco Sabadell / EP

César González-Bueno, consejero delegado de Banco Sabadell / EP

El nuevo consejero delegado está llamado a perfilar la estrategia para ganar terreno sobre todo en lo que se refiere a la banca minorista, toda vez que en el mercado hay un convencimiento generalizado de que si en España hay una buena entidad financiera para empresas, ésa se llama Banco Sabadell.

El precedente de ING Direct

A la hora de crecer en España, pocos casos tan llamativos hay como el del holandés ING, cuya irrupción a finales del pasado siglo no pasó precisamente desapercibida.

De la mano de González-Bueno y con un estrategia disruptiva, que ahora difícilmente podrá aplicar en su nueva aventura, la entidad holandesa se hizo, en poco tiempo, con un hueco notable en un mercado en el que una decena de bancos de cierto tamaño competía con más de medio centenar de cajas de ahorros, con cuotas de mercado significativas en sus respectivos territorios de origen pero que cada vez se extendían con más fuerza en otros.

Adalid de la digitalización

Y, además, ING también llegó con la, por entonces, disruptiva digitalización en la que, hasta aquel momento, tan sólo había profundizado Bankinter, al que la crisis de las punto com le había dado un serio aviso.

Precisamente, otro de los terrenos en los que el Sabadell quiere avanzar es el de la digitalización, un terreno que González-Bueno conoce perfectamente.

Conocedor de la banca europea

Uno de ellos. El otro es el de la banca europea. Su constante promoción en el grupo neerlandés le llevó a asumir elevadas responsabilidades tanto en ING Direct, donde se encargó de mercados como Reino Unido, Francia e Italia, como en la matriz, en la que su área de influencia se extendía por cerca de una veintena de mercados del Viejo Continente.

El BCE insiste en la posibilidad de fusiones transnacionales y no son pocas las voces que aseguran que cuando el organismo emisor alude a este tipo de operaciones uno de los señalados es el Sabadell. Lo cierto es que en las últimas semanas se ha hablado de posibles alianzas en toda Europa y hasta de la posible incorporación de socios europeos al capital. Áreas bien conocidas por González-Bueno, incluidas las siempre complicadas y procelosas del regulador bancario.