Alsina, exsocio de Oriol Pujol en las ITV, rearma sus negocios tras la condena

Apenas unos meses después del fallo judicial de julio de 2018, Alsina recuperó el control de la mercantil Ffizency 2013, el pilar en torno al cual ha vuelto a confeccionar una red de sociedades instrumentales, que incluye por ahora hasta cuatro vehículos relacionados todos ellos con la actividad de la consultoría. Aquella que le hizo célebre entre empresarios y políticos catalanes en la primera década del siglo.

Alta Partners, el origen

Por entonces, la base de operaciones de Alsina era Alta Partners. A través de esta consultora, logró favorecer a varios empresarios afines en los procesos de deslocalización de plantas industriales por parte de compañías extranjeras afincadas en Cataluña como Sharp y Yamaha.

La conexión política para lograr los objetivos era Oriol Pujol, hijo del histórico presidente de la Generalitat Jordi Pujol y, por entonces, secretario general y portavoz parlamentario de la antigua Convergencia i Unió (CiU). Íntimos amigos de sus tiempos en la escuela de negocios IESE, Alsina y Oriol Pujol, comprobaron de primera mano el poderío de una alianza que combinaba los contactos empresariales del uno con la influencia política del otro.

La trama

Por aquel entonces, comienzos de la presente década, Alsina era presidente y consejero delegado de Alta Partners, en cuyo consejo de administración también figuraba Juan Enrique Martínez de Tejada, uno de los socios. Tras disolver el consejo, permanecieron como administradores solidarios hasta el estallido del caso de las ITV.

Los hechos probados de esta trama, admitidos por los condenados, cuentan que Alsina pidió a Oriol Pujol que mediara para que la Conselleria de Industria nombrara a Josep Tous como persona encargada de resolver los litigios judiciales derivados de las concesiones de estaciones de ITV en Cataluña. El objetivo no era otro que beneficiar a empresarios afines, especialmente a Ricardo Puignou, otro de los condenados por este caso.

Una nueva red

Poco antes de que en 2014 trascendiera la investigación, Alsina y Martínez de Tejada habían empezado a tejer otra red de sociedades de consultoría bajo el paraguas de AT Corporate 2013, en la que ambos figuraban como administradores solidarios. A su vez, esta instrumental (cuyo nombre recogía la inicial de sus apellidos) controlaba Ffizency 2013, citada al inicio del artículo y en la que Martínez de Tejada ejercía como administrador único.

Sin embargo, el estallido judicial del caso de las ITV interrumpió un proceso llamado a ir más allá. Alsina desapareció de todas las sociedades en las que figuraba mientras que su socio se encargó de la liquidación de Alta Partners ese mismo 2014.

La figura del testaferro

Dos años después, mientras Alsina trataba de resolver sus cuitas en los tribunales, se constituyó un pequeño consejo de administración en Ffizency 2013, bajo la presidencia de Martínez de Tejada y en el que también figuraba Adrián Levit, que resultaría ser un testaferro de Alsina.

Así, entre junio de 2016 y mayo de 2017, Levit se encargó de formalizar cuatro sociedades vehículo (instrumentales constituidas con el único propósito de llevar a cabo una operación, generalmente con un elevado apalancamiento) con el nombre de Ffizency al que acompañaba de una serie de cifras que indicaban el año en que eran creadas y el orden en que eran registradas (Ffizency 1601, la primera creada en 2016; Ffizency 1602, la segunda de ese año, y así sucesivamente).

El relevo

En julio de 2018, la Audiencia de Barcelona dictaba sentencia por el caso de las ITV previo acuerdo con los acusados que, de este modo, evitaban el juicio con jurado popular al que se enfrentaban. Oriol Pujol fue condenado a dos años y medio de prisión y llegó a ingresar en la cárcel, aunque rápidamente se benefició de la concesión de un tercer grado. Para Alsina, la condena se quedó en dos años de prisión y una multa de algo más de 100.000 euros.

Un año después, Alsina volvió a tomar el control de Ffizency 2013, tras disolver el consejo liderado por Martínez de Tejada e inscribirse como administrador único. En meses sucesivos, ha hecho lo propio con los vehículos asociados a la instrumental, tomando en cada caso el relevo del testaferro como administrador único.