La victoria de Trump sitúa la fortuna de Elon Musk a las puertas de los 300.000 millones
- El fundador de Tesla y SpaceX ha sido uno de los principales donantes de la campaña de los republicanos y el futuro presidente le reserva un cargo en la Administración para optimizar el Presupuesto
- Más información: El 'efecto Trump' se ceba con el Ibex por el impacto en las exportaciones y el peso de la banca
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Aún no se había confirmado de forma oficial la victoria de Donald Trump en las elecciones de EEUU cuando las acciones del fabricante de coches eléctricos Tesla ya volaban en busca de sus máximos en los últimos 12 meses. Y el nombre de su fundador y primer accionista, el excéntrico Elon Musk, aparecía en las noticias casi con la misma frecuencia que el del futuro inquilino, por segunda vez, de la Casa Blanca.
El resultado de las elecciones presidenciales estadounidenses no sólo han coronado, como cada cuatro años, al político más poderoso del planeta. En este caso, también están a punto de propiciar que, por primera vez en la historia, una persona alcance un patrimonio personal superior a los 300.000 millones de dólares. Una cifra que equivale al PIB nominal de Finlandia en 2023, según los datos del Fondo Monetario Internacional (FMI)
Buena parte de este logro se debe a la oleada de compras que se ha volcado sobre Tesla en las últimas sesiones, que ha vuelto a valorar la compañía en más de un billón de dólares.
Detrás de este movimiento se encuentra la notable implicación de Musk en la candidatura republicana. Una firme apuesta que ha resultado ser por el caballo ganador. En el empeño, Musk ha colocado 75 millones de dólares en forma de donación al comité encargado de llevar a Trump a las puertas de la Casa Blanca.
Lejos de ser un donante como otro cualquiera, Musk estaba llamado a representar un papel determinante en el caso de que el polémico empresario se hiciera con el triunfo en las urnas frente a la candidata demócrata, Kamala Harris, lo que finalmente ha sucedido.
Si Trump cumple su promesa, el también creador de la empresa de satélites SpaceX y propietario de la red social X, conocida antes como Twitter, estará al frente de un organismo que velará por la eficiencia de la Administración a la hora de gestionar el Presupuesto.
Un ahorro de dos billones
En una de sus intervenciones públicas durante la campaña, Musk aseguró que sería capaz de ahorrar hasta dos billones de dólares de las cuentas públicas desde su labor en el departamento que le tiene reservado Trump. Y ello con la base de notables reducciones fiscales, una de las armas electorales de los republicanos.
"Vamos a retirar al Gobierno de vuestras espaldas y a sacarlo de vuestros bolsillos", sentenció de forma explícita.
Además de la influencia política de Musk, los inversores también han valorado el beneficio que Tesla puede obtener de la aplicación de las políticas proteccionistas de Trump. Cabe tener en cuenta que una de las amenazas para la industria del vehículo eléctrico en EEUU es la llegada de los modelos fabricados en China, cuyo reducido coste les permite tener un precio muy competitivo.
Una de las preocupaciones que ha generado en el entorno geopolítico mundial el triunfo de Trump es el posible endurecimiento de la guerra comercial y la proliferación de aranceles que dificulten la entrada de productos a la primera economía del mundo.
Pros y contras
También ha generado inquietud su posición contraria al desarrollo de las energías limpias; algo que, paradójicamente, podría penalizar al negocio de Tesla. Sin embargo, los analistas consideran que la escala que ha alcanzado la compañía le permite compensar los impactos negativos que pudieran derivarse de la cruzada de Trump contra las renovables.
Pasados los primeros días de euforia en el mercado, este viernes las acciones de Tesla seguían volando camino de sus máximos históricos, que ya avistan a una distancia en el entorno del 10%.
Al cierre del pasado jueves, la fortuna de Musk se situaba en 290.000 millones de dólares, de acuerdo con la lista que elabora y actualiza diariamente la agencia Bloomberg. Un máximo histórico de por sí que podría quedarse pequeño en breve con la conquista de una nueva cota inédita.