Pantallas de la Bolsa de Madrid con un gráfico del Ibex  / EP

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El 'efecto Trump' se ceba con el Ibex por el impacto en las exportaciones y el peso de la banca

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Las bolsas europeas han reaccionado en términos generales con calma a la clara victoria del candidato republicano, Donald Trump, en las elecciones de EEUU. Sin embargo, dos de las principales plazas del Viejo Continente se han desmarcado de este tono y han recibido el resultado electoral con una buena dosis de pesimismo. El Ibex 35 ha sido el principal damnificado; y el DAX, indicador de la Bolsa de Frankfurt, tampoco ha salido bien parado del envite. 

Los retrocesos cercanos al 3% del selectivo español y superiores al punto porcentual que padeció el indicador germano contrastaron con los moderados descensos de plazas como París o Amsterdam. Incluso, estas últimas discurrieron durante buena parte de la sesión en positivo para darse la vuelta en los últimos minutos.

El expresidente estadounidense Donald J. Trump pronuncia un discurso durante la cumbre America First Agenda del America First Policy Institute en Washington, DC, en Estados Unidos - EFE/EPA/SHAWN THEW 

El expresidente estadounidense Donald J. Trump pronuncia un discurso durante la cumbre America First Agenda del America First Policy Institute en Washington, DC, en Estados Unidos - EFE/EPA/SHAWN THEW 

Varios son los factores que han llevado a la bolsa española a reaccionar de forma tan abrupta al contundente triunfo de Trump. Diversos analistas han hecho hincapié durante la campaña electoral en los efectos negativos que la estrategia proteccionista del candidato republicano tendría en economías con un fuerte componente exportador, como son los casos de la española y la alemana. 

En pleno debate por los aranceles chinos, el regreso del polémico empresario a la Casa Blanca redobla la presión para colocar productos en el altamente competitivo mercado estadounidense, hacia el que muchas empresas españolas han vuelto la mirada en los últimos años.

El posible efecto en el intercambio con uno de los principales socios comerciales al margen de los miembros de la Unión Europea extiende un manto de incertidumbre sobre las optimistas previsiones de crecimiento para este año y el que viene. Unas estimaciones que, además, han sido masivamente revisadas al alza en las últimas semanas. 

Un optimismo que se había trasladado al parquet, hasta el punto de devolver al Ibex a la cota de 12.000 puntos, que no visitaba en los últimos 15 años. Y si ha habido un sector que ha absorbido de forma eficiente este sentimiento positivo, éste ha sido el de la banca.

Previsiones en peligro

El sector financiero ha bendecido las referencias de datos como los del empleo y la actividad turística en España como síntomas que auguran un buen comportamiento del consumo y, por ende, un crecimiento sostenible para los próximos años.

La posible afección de las políticas proteccionistas en EEUU y su traslado a la guerra comercial con China repercutirá en las cifras de crecimiento de una economía tan dependiente de las ventas en el exterior como la española.

Varios clientes a las puertas de sucursales de la banca / CG

Varios clientes a las puertas de sucursales de la banca / CG

Si la banca fue la primera en sentir los efectos positivos de un crecimiento mayor del esperado, también ha estado en la primera línea para recibir el correspondiente castigo por la llegada de elementos que pueden frustrar esta tendencia.

Como derivada de esto, el Ibex también se ha visto penalizado por el elevado peso que la banca tiene en su composición. Tres de sus cinco mayores valores son bancos (Santander, BBVA y Caixabank). Y, además, los dos primeros se han visto impactados también por los efectos que el triunfo republicano podría tener en México, mercado al que están notablemente expuestos.

El automóvil alemán

En el caso de la bolsa alemana, el papel que en el Ibex han tenido los bancos ha sido representado por la potente industria del automóvil. Tocada ya de antes por la incertidumbre en torno al futuro de los aranceles, el posible endurecimiento de la guerra comercial por la llegada de Trump a la Casa Blanca ha redoblado los motivos de los inversores para huir de este tipo de títulos.

Valores como Mercedes y BMW se hundieron este lunes más de un 6,5% mientras que Volkswagen cerró con retrocesos superiores al 4%. En lo que va de año, los tres fabricantes acumulan descensos de entre el 20% y el 32%.