Los dueños del Hotel Arts de Barcelona, uno de los más lujosos de la capital catalana, han roto relaciones con su director general tras aflorar problemas en la reforma millonaria. Los propietarios del cinco estrellas gran lujo han cortado amarras con Andreas Oberoi después de apenas tres años en el cargo, ya que fue nombrado en septiembre de 2021, como avanzó Crónica Global.
Lo han detallado fuentes del sector financiero y lo han confirmado fuentes cercanas al hotel, propiedad de GIC, fondo soberano de Singapur, y que opera Marriott. Oficialmente, el Arts admite sólo "cambios en el comité ejecutivo", sin querer aportar más comentarios.
Lo cierto es que Oberoi, fichado en 2021 de Trump Hotels para ejecutar la reforma integral del alojamiento, ya no está. Su puesto, por ahora, sigue vacante.
El segundo toma el mando
Las fuentes consultadas atribuyen a GIC la decisión de romper con Oberoi. Eso sí, ahora tocará a Marriott, el operador, hallar a un sustituto para el ya ex director general.
Por el momento, ha tomado las riendas del alojamiento de lujo Pasha Batti, que era el director del hotel. Ha ascendido -al menos de forma temporal- a la posición de general manager del resort-rascacielos.
Problemas
Aunque el Arts descarta comentar la información, la salida del ejecutivo tiene una sola razón: anomalías. Andreas Oberoi supervisó el inicio de la reforma integral del Hotel Arts en un momento complicado: en febrero, cuando la Ciudad Condal se preparaba para la Copa América de vela.
Pacha Bhatti, nuevo 'general manager' en funciones del Hotel Arts
Las obras, ejecutadas por fases, han obligado a cerrar habitaciones en plena alza de precios en la hotelería de Barcelona, con la consiguiente pérdida de ingresos. Esos resultados débiles, por debajo del presupuesto esperado -no negativos, pues el hotel es rentable-, han generado dudas en la propiedad del alojamiento, que finalmente se ha decantado por un cambio de general manager.
Un mes y medio sin luz
Hay más. La puesta a punto dejó la torre-hotel a medio gas durante el Mobile World Congress y, ahora, la carrera de regatas. Pero es que las habitaciones que quedaron abiertas también han sufrido. Fuentes del sector financiero han avisado de que la reforma integral capitaneada por Sorigué y otras subcontratas han provocado problemas.
Algunos sectores del hotel quedaron sin luz durante un mes por afectación en la infraestructura eléctrica. Fue otro golpe a la operativa del alojamiento. Y, por ende, a su facturación.
Andreas Oberoi vino para la reforma
Todo ello ha terminado con Andreas Oberoi fuera del Hotel Arts. El directivo llegó al cinco estrellas para el reposicionamiento, pues contaba con experiencia en este campo. Construyó un equipo a su medida, con director financiero propio, pero no siempre luchó contra algunas dudas en torno a la intervención.
Éstas aumentaron cuando el flamante nuevo director culinario, Conrado Tromp, con 25 años de experiencia en hoteles de las supermarcas Ritz-Carlton y Saint Regis, se marchó. Tromp llegó en 2022 en olor de multitudes y también está fuera del hotel.
Se echa de menos a Salcido
Estas salidas provocan que en el sector turístico se eche de menos al manager histórico del Arts, Raúl Salcido. El directivo estuvo al frente del negocio millonario entre 2015 y 2021, y desde el sector se le recuerda con añoranza. No en vano, pudo capear la etapa más complicada de Barcelona, la del procés independentista.
Pero llegaron los cambios. El fondo GIC renovó con Marriott para 15 años, y llegó Andreas Oberoi para capitanear el lavado de cara de la torre. No ha funcionado.
Fracaso de la marina 'pija'
Antes, los dueños del cinco estrellas encajaron otro revés. Los propietarios irrumpieron en la subasta del Frente Marítimo de Barcelona y se quedaron con la mayoría de locales y espacio comerciales.
El Casino de Barcelona, situado en la futura marina del Hotel Arts de Barcelona
Su intención era transformar toda la pastilla litoral en una marina pija de juego y shopping de lujo. El plan tampoco ha surtido efecto. Uno tras otro, los operadores del lugar han ejercido su derecho a compra preferente y se han quedado en el lugar. Lo han hecho Pachá o Moncho's, entre otros. Con ello, han frustrado el proyecto de reconversión.
Es cierto que la propiedad del Arts no ha abandonado sus intenciones, pero la marina de conexión con la playa, por ahora, no verá la luz. Mucho tiene ya con la reforma del hotel, que no marcha como se proyectó.