El Hotel Arts ficha como director a un ejecutivo del grupo Trump

Cambio en la dirección del Hotel Arts, un relevo con sabor estadounidense. El rascacielos que alberga un cinco estrellas gran lujo ha contratado los servicios de Andreas Oberoi, exgerente del Soho Trump de Nueva York, como general manager tras la marcha temporal de Raúl Salcido, que ha dirigido el alojamiento de lujo desde 2015 hasta ahora. 

Lo explican diversas fuentes del sector alojativo, no vinculadas entre sí, aunque el equipo de relaciones públicas del Hotel Arts ha preferido no confirmar ni desmentir la información. Los hechos son los siguientes. Salcido ha cesado como director del cinco estrellas gran lujo y ha sido sustituido por Oberoi, que ha tomado el relevo recientemente. El cambio, una de las comidillas del flojo verano turístico barcelonés, ya ha sido comunicado a la plantilla. 

Contexto adverso

El relevo al frente de la dirección del Hotel Arts se explica en clave negativa. Ello es así porque el establecimiento de lujo sufre los meses de prolongada pandemia del coronavirus. Como los hoteles rivales, el Arts está acusando el cierre o las complicaciones para viajar de algunos mercados clave para el turismo de lujo en Barcelona como Estados Unidos, Asia, Rusia o Oriente Medio. 

A diferencia de los competidores, no obstante, el rascacielos-hotel no ha podido confiar en otros segmentos para capear el parón turístico por el segundo verano con el virus circulando. Por ello, las ocupaciones en el Arts rondan, en el mejor de los casos, el 30%, una cifra que se prevé que caiga cuando termine el verano y el sector barcelonés entre en el incierto otoño. "El Arts vive del 5% de clientes más ricos. Si éstos no pueden llegar a España, no puede albergar a mochileros como otros rivales", explican fuentes del mercado. 

Gestión complicada

La segunda arista del cambio de director en el Hotel Arts es la gestión interna. Desde el mercado se afea a Salcido que no haya impulsado una nueva oferta gastronómica o alguna mejora que reposicionara el alojamiento. Ello, dicen, ha permitido a establecimientos competidores arañar cuota de mercado. Se refieren a hoteles como el Mandarin o el W Barcelona, que es rival interno del Arts, pues lo gestiona Marriott. En un segundo nivel, Alma, Sir Victor o Cotton House también han cogido renovado impulso. 

Otros interlocutores son más cautos y hacen repaso de lo que ha tenido que aguantar el ejecutivo saliente desde la dirección del hotel. Fichado en 2015, el ex de Ritz Carlton Dubái ha lidiado con paciencia las crisis periódicas que han sacudido Barcelona: el procés independentista, los disturbios por el encarcelamiento del rapero Pablo Hásel y, por último, la pandemia del coronavirus. La imagen de la Ciudad Condal como urbe segura para el visitante rico, tradicionalmente muy cauteloso, ha quedado tocada, y el Arts lo ha notado. 

Salcido se toma un tiempo

En este contexto y ante el hermetismo absoluto del Hotel Arts, desde el mercado dan más datos. El sufrido exdirector del Arts no se marcha, se toma un tiempo. Salcido, un gerente apreciado en el sector alojativo barcelonés por su compromiso con la ciudad, se toma un periodo de reflexión, una excedencia, tras capear seis complicados años para la hotelería de nivel en la capital catalana. En este contexto, el de pausa de Salcido, se enmarca el fichaje de Oberoi, el nuevo director del Arts. 

Algunas voces consultadas indican que la propiedad del Arts había exigido un cambio. Cabe recordar que el dueño del cinco estrellas es Archer Hotel Capital, una vehículo de inversión hotelera participado por el fondo soberano de Singapur GIC y ABP, el fondo de inversión de las pensiones holandesas. Otras fuentes lo atribuyen a un momento vital del ejecutivo. Lo cierto es que el cambio no es de calado, pues ambos son directivos expertos en llevar complejos hoteleros de lujo. 

Horizonte: 'marina' de lujo

Oberoi se fogueó en Kempinski y St. Regis, con etapas en The Waldorf Towers de Nueva York, el San Juan Hotel y Casino de Puerto Rico y St.Regis Mardavall Mallorca antes de dar el salto al Soho Trump de Nueva York. En Barcelona, el alto directivo deberá esmerarse a fondo para remontar el alojamiento. Por el contexto sanitario y económico, que aún es adverso, especialmente para el turismo. El sector no espera la recuperación hasta 2022. Y por los propios planes del Hotel Arts. La propiedad, Archer Hotel, proyecta desde hace años una marina de lujo ante el rascacielos.

Consiguió el terreno en una polémica subasta del Estado en 2020, como avanzó este medio en exclusiva. Y ahora, con la mayoría de locales del Frente Marítimo en el bolsillo, ve como hay oposición de los operadores. Costa Este ha salvado Pachá Barcelona de la limpieza del Arts, explicó Crónica Global, como ha hecho Moncho's. Catwalk se quedará tantos años como pueda hasta que le desahucien. Y otros, como Grupo Tragaluz, han acudido a la justicia para desmoronar la operación. Por ello, la gestión del Arts se antoja compleja, y eso contando que la enfermedad remita con la vacunación --y reabra el turismo-- y Barcelona deje atrás la etapa de inestabilidad política y económica de los últimos años.