Mas-Colell impulsa una fundación en el Banc de Sang de espaldas al Govern

Lo detallan fuentes del sector sanitario, advirtiendo de que Mas-Colell, al frente del BST desde 2022, "está haciendo movimientos para armar una fundación de investigación científica que implicaría a diversas empresas". Los planes del presidente del Banc han provocado estupor en la Consejería catalana de Salud, pues van en la dirección contraria a la impulsada por ERC en los dos años al frente de la misma. 

Silencio de ambas partes

Este medio ha preguntado al Departamento de Manel Balcells (ERC), por un lado, y al propio BST, por el otro. Ninguna de las dos partes ha contestado sobre estos planes. 

Sí lo han hecho directivos conocedores de los movimientos, que precisan que Mas-Colell maniobra para armar una suerte de brazo científico dedicado a la investigación médica y científica en el que se involucren actores del sector privado, como laboratorios y farmacéuticas. Lo hace en calidad de presidente del consejo de administración. 

Pero sus intenciones las rechaza de plano el CatSalut. 

El Govern blinda lo público

En efecto, el proyecto del exconseller y profesor de Economía en la Universidad Pompeu Fabra (UPF) sería comprensible en otros contextos o si presidiera otro proveedor sanitario, pero no con la relación de fuerzas actual al frente de la Generalitat de Cataluña. 

Imagen de la sede del Banco de Sangre en Barcelona Cedida

Lo detalla una fuente cercana a la Consejería de Salud, que recuerda que el equipo del conseller Balcells "ha dado pasos para separar las titularidades públicas y privadas en la red de provisión" y reforzar las primeras. Hay ejemplos: la internalización de parte de la gran contrata de rehabilitación en Cataluña; la internalización del Hospital de La Seu d'Urgell; la expulsión de DomusVi como gestor de un gran centro de cuidados a mayores en Lleida, o el coimpulso al estudio de una eventual toma pública de las ambulancias externalizadas, que por ahora es una mera ponencia parlamentaria. 

O la transformación de la forma jurídica del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) para que se convierta en una empresa pública al uso. 

Preacuerdo con el PSC: "Publificaciones"

Esta senda llevada a cabo por ERC, ideológica para algunos, se deja entrever en el preacuerdo de investidura con el PSC que los 8.700 militantes de ERC avalaron el viernes. El pacto cita las "publificaciones en salud" como una línea de trabajo que llevará a cabo la futura Consejería de Salud. Si se cumple, se continuará con la senda iniciada por el equipo de Manel Balcells. 

Frente a esta estrategia, se alzan voces críticas, como la del Cercle de Salut, lobi que aboga por mantener la colaboración público-privada en el sistema sanitario catalán. Lo ven un sostén de la eficiencia y un rasgo definitorio de la red asistencial desde su génesis a principios de los años 80. 

Banc de Sang: el papel de Grífols y Sagalés

Más allá de si los planes de Mas-Colell casan con los del Ejecutivo en funciones actual y el futuro, lo cierto es que hay precedentes delicados en la colaboración del BST con algunas empresas. El más llamativo es el contrato de suministro con el laboratorio Grífols, que solía hacerse sin concurso y sin control --alertó la Sindicatura de Cuentas--, pero que ahora es abierto. Lo sigue ganando el laboratorio catalán. 

En paralelo, está la cuestión del transporte de sangre, del que se encarga una filial de Sagalés pese a su inexperiencia en el traslado sanitario profesionalizado. En la última licitación, descabalgó a SSG, la segunda mayor empresa nacional de ambulancias. O los contratos de carrozado de vehículos con la gerundense Beulas. 

La dirección: esclerotizada

Hay otra arista a este fenómeno: Mas-Colell está abriendo paso a sus planes por la notoria debilidad del comité de dirección. Lo detallan directivos del sector, que alertan de que la gerente Anna Millán --una hematóloga con escasa experiencia en la gestión-- y su equipo "apenas tienen peso específico" para ser un contrapeso al presidente del consejo de administración, que "va por libre". 

El puente de mando del BST, además, se ha visto involucrado en polémicas laborales que han mancillado la tradicional buena imagen que tiene esta empresa pública estratégica. Ha habido despidos con "indemnizaciones elevadísimas" y, también, una inquietante sanción de la Inspección de Trabajo por el uso de trabajadores menores de edad, como avanzó este medio.