Bocagrande se queda la gran insignia de grupo Mojito para abrir un nuevo club privado ‘top’ en Barcelona
Chica Club, un 'members only', quiere reinar en el Eixample con un concepto de lujo y privacidad
14 julio, 2024 00:00Dos grandes de la restauración se unen en Barcelona para abrir un club privado solo para miembros que dará que hablar. Bocagrande, de Lluís Canadell, y Mojito, de Gemma Ginesta, han transformado la discoteca insignia de este último grupo en un local privado que quiere reunir a la gente elegante de la Ciudad Condal. Se llama Chica Club.
Lo detallan fuentes del sector de la restauración, que precisan que el Chica abrió esta semana en el número 217 de la calle Rosselló, donde se encontraba la antigua discoteca Mojito, que dio pie al grupo homónimo. El soft opening fue privado y solo por invitación, y sirvió para testear el espacio, que pivota sobre el concepto de dance&drinks tamizados por los conceptos de exclusividad y privacidad.
'Speakeasy'
En efecto, el Chica Club quiere ser la referencia del ocio de negocios en el centro de la capital catalana. Llega trece años después de que Bocagrande abriera en el Pasaje de la Concepción, el bulevar gastronómico de Barcelona. Y que, al mismo tiempo, se inaugurara Bocachica, su coctelería.
La tercera pieza del grupo de restauración es un club al estilo speakeasy, uno sótano neoyorquino en los que se reunirá la gente que "quiere ver y ser vista", indican las mismas fuentes.
Discreción
Por lo pronto, los pasos para dar a conocer Chica Club están siendo discretos. Porque sus impulsores lo quieren así. Una de las que ha armado la iniciativa empresarial, la empresaria del ocio nocturno Gemma Ginesta, ha reconocido que el negocio será "un club privado", aunque ha apremiado a esperar a conocer más datos.
Lo que se sabe, por lo pronto, es que la boîte estará tematizada con los felices años 60, que ambas partes han realizado una fuerte inversión, con el foco puesto en los tejidos nobles, y que las copas más baile apuntan al público adulto y premium.
Otra aventura de Bocagrande
Con esta apertura, grupo Mojito cede uno de sus locales para Bocagrande, una de las marcas de la restauración y ocio barcelonés más innovadoras. Es así porque en 2011 abrió el restaurante-insignia en la Concepció, sí, pero tras ello, Lluis Canadell, dueño, y la familia Subirats, impulsaron El Nacional en Paseo de Gracia.
Dos años después, en 2016 echó a andar Lomo Alto y Lomo Bajo en el antiguo recinto fabril de C.A.P.S.A. en la calle Aragón, también con esta doble alianza. Ya tras la pandemia, durante la que sufrió la restauración, Bocagrande abrió PlayaGrande, un hotel, restaurante y beach club en Gavà.
Gemma Ginesta, 'socialité' barcelonesa
En esta inversión, Canadell se ha aliado com Gemma Ginesta, empresaria del ocio nocturno cuyo mascarón de proa es el Mojito Club en el mismo número de la calle Rosselló, pero que opera también Pepito, Pepinillo y Casa Florita.
Ginesta ha defendido siempre su doble condición de "mujer y emprendedora" en la restauración, un sector en el que la inversión en negocios estaba muy masculinizado. Chica Club es su última propuesta.
Crisis
Eso sí, las dos partes deberán vigilar, o cuanto menos encauzar, la crisis que está viviendo Bocagrande por un conflicto laboral mayúsculo con su plantilla. Todo empezó con la convocatoria de las primeras elecciones sindicales en 2023.
La cita electoral envenenó el ambiente y ha terminado en despidos, un expediente municipal de cierre de los baños, la instalación de cámaras de seguridad y, más recientemente, las dos primeras sanciones de Inspección de Trabajo.