Acceso a Bocagrande, uno de los restaurantes del Pasaje de la Concepción de Barcelona

Acceso a Bocagrande, uno de los restaurantes del Pasaje de la Concepción de Barcelona Cedida

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La batalla en el pasaje gastronómico de Barcelona acaba con dos sanciones laborales

Inspección de Trabajo irrumpe en la guerra laboral en la Concepció, 'El Dorado' de la restauración barcelonesa

1 julio, 2024 00:00

Inspección de Trabajo ha irrumpido en la batalla laboral en el pasaje gastronómico por antonomasia de Barcelona: el Passatge de la Concepció, las aceras donde se arremolinan diversos restaurantes chic de la ciudad y que es un imán para los amantes de la restauración. La autoridad laboral ha sancionado por partida doble a uno de ellos, el Bocagrande, y amaga con más multas por trifulcas con los empleados y la existencia de un bar secreto. 

Alertan de ello fuentes del sector. Precisan que Inspección ha iniciado un doble procedimiento sancionador contra el restaurante de lujo por vetar el acceso a los registros horarios y por entorpecer la investigación sobre el sistema interno de videovigilancia. 

En paralelo a ello, hay otro procedimiento abierto por presunto acoso a un delegado sindical y otras cuatro denuncias cuya instrucción está por hacer. 

Batalla laboral

El castigo lo ha incoado la delegación de Inspección en Barcelona, que depende del Ministerio de Trabajo y Economía Social y que cuenta con competencias transferidas a la Generalitat. De hecho, este caso ha recaído a los funcionarios de la Administración catalana. Actuaron a raíz de un despido de un sindicalista y el intento de en vano de la cúpula de UGT de mediar en el conflicto. 

Imagen del Pasaje de la Concepció en su entrada desde Rambla Cataluña

Imagen del Pasaje de la Concepció en su entrada desde Rambla Cataluña Cedida

No funcionó. La trifulca, que avanzó Crónica Global, sigue en la Concepción. Ahora ha aflorado un supuesto bar ilegal en los baños subterráneos del restaurante-coctelería que dispone de hasta disyóquey. 

Cámaras y micrófonos

Pero es que hay más, porque el ambiente se ha enrarecido tanto que los dueños de Bocagrande -SB Grup, de la familia Subirats, y Lluís Canadell, de la cadena Creps a Barcelona-, "han colocado cámaras y micrófonos para espiar a los empleados". 

La Inspección pidió información sobre estos dispositivos ante los indicios de que podrían ser ilegales. Al no dársela la dirección, ha iniciado un procedimiento sancionador. 

Conflicto en el corazón turístico de Barcelona

La pugna gastronómica emana de las primeras elecciones sindicales celebradas jamás en Bocagrande y Bocachica, su coctelería adyacente, con más de 100 trabajadores.

La terraza de Bocagrande, en el Passatge de la Concepció, de Barcelona

La terraza de Bocagrande, en el Passatge de la Concepció, de Barcelona Cedida

 

El intento de elegir a un comité acabó en una ristra de sanciones y dos representantes sindicales despedidos. El conflicto se envenenó, hasta que ha intervenido la autoridad laboral. Inspección ha visitado el local en dos ocasiones, aflorando abusos al personal en el corazón turístico de Barcelona. 

Operadores estrella

Cabe recordar que los Subirats y Canadell son operadores estrella en la hostelería y el turismo barcelonés. Operan los dos locales de Concepció, sí, pero también el exitoso El Nacional, en pleno Paseo de Gracia, la milla de oro de la Ciudad Condal; y los bufés de carne Lomo Alto y Lomo Bajo. 

En paralelo, los Subirats disponen de la cadena hotelera SB Hotels, con nueve activos en Cataluña -preparan otro en la Plaza Europa de L'Hospitalet, junto a la Fira de Barcelona- y otro en Madrid. 

Pasaje icónico

Bocagrande y Bocachica fueron su aportación a la Concepció, uno de los bulevares gastronómicos más célebres de Barcelona. Porque allí sirve Mordisko, el restaurante-icono de la restauradora Rosa Esteva -creadora de la firma Tragaluz y del propio concepto del pasaje como avenida foodie-, así como sus Tragaluz y El Japonés; Gaig Petit Comitè, del chef Michelin Carles Gaig; Pur Barcelona, del también estrellado Nandu JubanyEl Cafè de l'Arquitecte, en los bajos del hotel Casa Sagnier o Harry's de Grupo Isabella's. 

Mesas en el Gaig Petit Comitè de Barcelona

Mesas en el Gaig Petit Comitè de Barcelona Cedida

Corona esta suerte de El Dorado gastronómico el Bistro Bar Santa Eulàlia, sito en la boutique de trajes homónima a pie de Paseo de Gràcia, que vestía a, entre otros, el Emérito. 

El sector, pacificado

El conflicto abierto en el pasaje gastronómico de Barcelona es una excepción en la hostelería catalana. Como avanzó este medio, los sindicatos firmaron el nuevo convenio en 2022, hecho que ha pacificado las relaciones laborales en la industria. Afecta a unos 125.000 trabajadores y abarca también, por primera vez, a colectivos como los riders de las plataformas de reparto. 

El acuerdo de condiciones garantizó la paz social en la restauración tras la dura etapa de la pandemia del coronavirus. El objetivo era garantizar relaciones laborales fluidas para asegurar la tan necesaria facturación. A grandes rasgos, la entente se ha cumplido, aunque han estallado crudos conflictos en negocios emblemáticos como el Hotel Majestic o, ahora, en la Concepció.