Telefónica, incapaz de avanzar en bolsa pese al impulso de 5.000 millones de los accionistas a largo plazo
Las acciones de la compañía vuelven a cotizar por debajo de la cota de cuatro euros pese a que en los últimos nueves meses inversores con vocación de estabilidad han adquirido cerca de un 25% del capital
4 julio, 2024 00:00Noticias relacionadas
- La precipitada entrada del Gobierno en el consejo de Telefónica castiga al valor
- Caixabank sale por completo de Telefónica y Criteria hace lo propio en Cellnex
- El Estado culmina su entrada en Telefónica al alcanzar el 10% del capital
- Criteria amplía al 9,99% su participación en Telefónica con el objetivo de ser el primer accionista
Telefónica ha vuelto a poner de manifiesto la complicada relación que mantiene con los mercados bursátiles en los últimos años. El impulso recibido por la compra de títulos por parte del Estado ha resultado ser un espejismo y las acciones de la operadora han vuelto a situarse por debajo de los cuatro euros, apenas un 5% por encima de su cotización a comienzos del pasado septiembre.
Fue entonces cuando Saudi Telecom (STC) anunció su entrada por sorpresa en la compañía para convertirse en primer accionista, con el 9,9% del capital. Desde aquel momento, en apenas tres trimestres inversores con vocación de permanencia y estabilidad han tomado posiciones en la empresa con inversiones conjuntas en torno a 5.000 millones.
En concreto, STC, el Estado (a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) y Criteria Caixa han hecho efectiva desde septiembre la adquisición del 22,5% del capital de Telefónica. Un movimiento inédito en la historia del grupo que preside José María Álvarez-Pallete desde que culminó el proceso de privatización, hace algo más de un cuarto de siglo.
Un estímulo más que suficiente para haber catapultado a la mayoría de los valores del mercado, pero que, en cambio, ha tenido un efecto muy limitado en el caso de la operadora.
La prueba es el contraste con el comportamiento mostrado por el Ibex 35 en el mismo periodo. Desde comienzos del pasado septiembre, el índice selectivo del mercado español acumula avances del entorno del 18%; un ritmo que multiplica por más de tres el mostrado por Telefónica, pese a la llegada de nuevos accionistas y el incremento de posiciones de algunos que ya estaban presentes, como ha sido el caso de Criteria.
"Entendemos perfectamente el interés que hemos despertado en la comunidad inversora. Telefónica es parte del futuro y damos la bienvenida a los que han decidido participar de este futuro", aseguró el primer ejecutivo de la compañía el pasado 12 de abril, durante la junta general de accionistas de la empresa.
Inquietud del presidente
Por entonces, las compras del Estado aún estaban en fase incipiente, lejos del 10% que había mandatado el Consejo de Ministros a la SEPI a finales de 2023, y que terminó alcanzado ya en la segunda mitad de mayo. Tampoco había llegado aún la ofensiva final de Criteria, para situarse también en esta cota, con una operación que culminó durante la pasada semana.
Tan obvio es el atractivo que despierta el valor en el mercado como sus problemas a la hora de revalorizarse. Un fenómeno al que se refiere con frecuencia Álvarez-Pallete en sus comparecencias públicas, tanto ante los medios de comunicación como en las juntas de accionistas.
Con pesar, el presidente insiste en que, en general, las principales operadoras de telecomunicaciones europeas presentan una evidente minusvaloración en relación con sus pares estadounidenses; un fenómeno que relaciona con factores como la atomización del mercado europeo y también con un entorno normativo comunitario que no protege como debería los intereses de los actores locales frente a la ofensiva de los gigantes tecnológicos que llegan del otro lado del Atlántico.
Entre los aspectos que también han jugado en contra de la compañía figura la incertidumbre en torno a las consecuencias de una eventual batalla por el control de la compañía, especialmente a raíz de la entrada de un representante de la SEPI en el consejo y la intención de STC de formar parte también del órgano de gobierno.
Fuera del top-5
Desde hace varios trimestres, Telefónica se sitúa en torno al décimo puesto del Ibex en términos de capitalización bursátil, un escenario que empieza a formar parte del paisaje habitual del mercado aunque la compañía era una fija entre las cinco primeras posiciones no hace demasiado tiempo.
Las expectativas de que las compras masivas de acciones serían el catalizador que la compañía precisaba para iniciar el despegue se han diluido, en detrimento de las dudas sobre las consecuencias de la guerra por su control, que se han acabado imponiendo. La estabilidad que ofrecen públicamente todos los inversores a largo plazo que apuestan por Telefónica no termina de reflejarse en la cotización.