El presidente de Criteria, Isidro Fainé, y su consejero delegado, Àngel Simón, han dado a conocer la nueva estrategia de la holding de participadas del grupo La Caixa que implica un quiebro en toda regla del signo de la compañía. La máxima actual que impera en la estrategia de inversión es la agresividad.
Cabe tener en cuenta que la hoja de ruta que se ha dado a conocer este lunes es la primera que lleva las rúbricas de Fainé y Simón. "El plan que hoy presentamos queremos que dé un impulso decidido a nuestra inversiones industriales y financieras. Y lo hacemos con el propósito de aumentar nuestra contribución económica al desarrollo del país, mediante la participación en empresas estratégicas para poder incrementar también la acción social de la Fundación", ha indicado el presidente.
Por su parte, Simón ha destacado que se busca "impulsar inversiones con impacto social y económico para mejorar el valor patrimonial de los activos, optimizando el nivel de riesgo/retorno y de liquidez".
40.000 millones de activos en gestión
Las cifras están claras. El plan se iniciará el próximo ejercicio y se prolongará hasta 2030. En este periodo de tiempo, el valor bruto (GAV) de los activos bajo gestión tendrá que elevarse en 13.000 millones hasta los 40.000 millones, los netos en 14.000 millones -hasta los 36.000 millones- y, lo más importante para la estructura global del grupo La Caixa, los dividendos que se inyecten a la Fundación alcanzarán los 700 millones al fin del plan.
Esto implica que el presupuesto de la antigua obra social del banco tendrá oxígeno para llegar al entorno de 1.100 millones, cifra sin precedentes en el país que consolidará la fundación como la líder en su segmento en España y Europa.
"Es un plan agresivo y difícil de cumplir pero una institución del tamaño de Criteria lo puede asumir", destacan fuentes cercanas a la cúpula de la firma. La reestructuración de las carteras del grupo será acusada. El segmento de participaciones estratégicas, aquellas inversiones a largo plazo y que son el eje troncal de Criteria -banca, energía, telecomunicaciones y utilities que aportan dividendos recurrentes-, tendrán que rebajar su peso global de la cartera de inversiones del 74% actual al 55%.
Con todo, esta nueva posición en el global no implicará una pérdida de valor de los activos. Al contrario. Si en este momento llegan a los 19.000 euros, deberán crecer hasta los 22.000. "Tendrán más valor, pero su peso global va a disminuir", remarcan desde Criteria. Los KPI específicos de cómo se ejecutará el impulso a esta actividad se desarrollarán a lo largo del trimestre.
La cartera de Diversificación debe tener un peso del 25% en el porfolio de inversión final, frente al 13% actual. Implica pasar de los 2.300 millones a los 10.000 y aquí se engloban apuestas como las de Puig o ACS ejecutadas en los últimos meses. Se busca crecer en empresas que tenga entre 500 y 1.000 millones de facturación de sectores como el farma y biofarma, las tecnológicas y el retail y la participación de Criteria en todas ellas será limitada en el tiempo.
La holding busca rentabilidad en estas compañías, por lo que rotará los activos cada cinco o seis años. Su papel será de "accionista influyente", remarcan los mismos interlocutores, y se priorizarán proyectos empresariales radicados en nuestro país pero que tengan una internacionalización marcada. Si a cierre de 2023 esta cartera estaba conformada por unas 80 cotizadas de todo el mundo, la hoja de ruta establecida es disminuir el número global de compañías, pero maximizar su valor en los libros.
Entrada en capital privado
El gran cambio en el nuevo plan de inversión de Criteria es la construcción de una cartera de capital privado; es decir, compañías no cotizadas. Actualmente representa el 3% de sus activos bajo gestión global y tendrá que llegar al 10% del mix en cinco años o, lo que es lo mismo, los 4.000 millones de euros en activos, desde los 810 millones en la actualidad. Se pondrá el foco en empresa que tengan capacidad de crecimiento y que su facturación oscile entre los 100 y los 150 millones de euros.
La gestión será dual, tanto la directa como la indirecta y con compañías del mercado doméstico y el internacional. Antes de impulsar esta actividad, la holding debe dar forma a un equipo especializado en capital privado, por lo que se dan de tiempo hasta mediados del próximo año para lanzarse en una actividad que está en auge.
Finalmente, la cartera inmobiliaria se consolidará en el 10% del peso actual en el portfolio global de Criteria. El grupo busca remodelar la cartera de InmoCaixa para tener menos activos bajo su gestión directa sin renunciar al core de su actividad, e impulsar operaciones como la de Colonial. La entrada en el capital de la socimi que se hizo previa venta de activos a la compañía y la toma de posición en el capital.
Se busca reinvertir en activos que generen rentas recurrentes más rentables y que preserven el patrimonio y redimensionar la actividad con una mayor dispersión geográfica. Todo ello, a corto plazo.
Este plan agresivo para consolidar Criteira como primera firma de inversiones industriales de España se sustenta entre los dividendos de las participadas, las plusvalías de las operaciones y la deuda neta. La holding usa el método de gross asset value para fijar los límites de apalancamiento del grupo, y, de hecho, el plan que se ha presentado fija reducir el 15% actual al 10%.
Pero esta máxima no impedirá ejecutar operaciones, tal y como advierten desde el grupo. El target límite establecido es del 20%, ya que se advierte de que Criteria no renunciará a operaciones que se valoren como oportunas por una simple cuestión de límite del capital, siempre que se tenga claro que las plusvalías y dividendos que se esperan de las empresas donde se va a tomar una participación tengan atractivo suficiente.
Criterios de ESG
Y las máximas de inversión global son claras. Criteria no piensa apostar por empresas que no tengan valores análogos en la gestión. Los criterios ESG que son básicos para el grupo La Caixa deberán estar en la cultura de estas compañías, por lo que se definirán métricas para realizar reporting y se implementarán mecanismos de control y acción en el caso de detectar mejoras. Esto será una visión transversal y estará presente en todo el grupo.
Criteria crecerá, sí, pero no de cualquier forma.
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