Una inmobiliaria argentina invierte su tercer millón en Barcelona
La empresaria Guadalupe Jorba, vinculada con el Arzobispado de Barcelona, amplía sus operaciones en la Ciudad Condal tras una controversia urbanística en su país de origen
12 febrero, 2024 00:00Noticias relacionadas
La empresaria de origen argentino Guadalupe Jorba ha invertido su tercer millón de euros en Barcelona, la ciudad donde reside desde hace años. Lo ha hecho mediante una ampliación de capital de 1,1 millones de euros en su sociedad patrimonial Jorbajor, que se dedica a la adquisición, tenencia y explotación de todo tipo y clase de inmuebles.
La operación se inscribió en el Registro Mercantil con fecha del 30 de enero de 2024 y se publicó en el diario oficial del registro. Con esta ampliación, el capital social de Jorbajor pasa de 1.910.597 euros a 3.034.497 euros, lo que supone un incremento del 58,7%.
Vínculos con el arzobispado
Jorbajor es una sociedad mercantil que se constituyó en 2019 con el objeto de comprar inmuebles y alquilarlos, tanto residenciales como comerciales. Actualmente, la empresa tiene su domicilio social en el número 253 de la calle Aribau, en Sarrià-Sant Gervasi. Anteriormente, estaba ubicada en la calle Santaló, en el mismo distrito.
Guadalupe Jorba es la única administradora y accionista de Jorbajor, y no tiene a su nombre más empresas en España. En el pasado, formó parte de la junta de gobierno de la Obra de Ejercicios Parroquiales, una asociación pública de la Arquidiócesis de Barcelona que tiene como finalidad evangelizar mediante la práctica de los Ejercicios Espirituales y los retiros, y conservar y vigorizar el fruto de los Ejercicios por la vida parroquial.
Controversia urbanística en Argentina
En 2022, la propietaria inmobiliaria con residencia en España se vio envuelta en una controversia urbanística en Argentina por la cesión de 35.000 metros de terreno al municipio de Río Cuarto con el objetivo de construir un polideportivo. El convenio urbanístico firmado entre Jorba y el intendente Juan Manuel Llamosas le otorgaba a la propietaria un crédito de 16.000 metros para compensar en otro emprendimiento futuro.
La oposición cuestionó la falta de claridad del acuerdo y sospechó que Jorba podría usar ese crédito para beneficiarse de la urbanización de la zona del Golf, donde su apoderado en Argentina, Ernesto Jorba, tenía intereses. El gobierno municipal negó esa posibilidad y aseguró que el crédito sólo podía ser usado por Guadalupe Jorba en un sector del Abilene. El convenio fue aprobado por unanimidad en el pleno competente, pero no sin antes incorporar información adicional en el expediente.