Boutros El Khoury, el hotelero que resistió a Joan Gaspart, deja Barcelona

Lo detallan fuentes del mercado después de que se confirmara la colocación de los dos activos a la socimi de Bankinter. Ésta los cederá en explotación a Hyatt y a la dubaití Sunset Hospitality Group. Los cinco estrellas se someterán a una renovación, y la ciudad ganará dos nuevos alojamientos de lujo. 

El Khoury se va

Ello será posible gracias a que los establecimientos pasan a un inversor institucional, recuerdan las mismas fuentes. Atom cuenta con el apoyo de Bankinter y GMA y se espera que reposicione los activos. 

El hotel Miramar, un cinco estrellas gran lujo Cedida

Ya será sin El Khoury, que "ya no cuenta con intereses en Barcelona", detallan las mismas fuentes. Se cierra así una etapa de 14 años que el financiero libanés arrancó provocando sorpresa con un apetito inversor poco común. 

Compra en Madrid

El empresario es uno de los siete hijos de Boutros El Khoury padre, el hombre amigo de todos los regímenes, que construyó un portafolio de intereses empresariales en Líbano en distintos sectores, de las finanzas hasta el petróleo, pasando por las bebidas. Se le atribuye la creación de unas 50 firmas en el estado del cedro y allende las fronteras. 

Con esos mimbres, Boutros hijo aterrizó en España en plena crisis financiera en 2010. El inversor desdeñó la caída del ladrillo y comenzó a elevar su posición en España por medio de su vehículo Continental Property Investments (CPI). Su primera operación fue la compra del llamado Triángulo Princesa de Madrid, que contaba con los hoteles Husa Princesa y Husa Moncloa, amén de oficinas y parkings. Pagó unos 122 millones de euros por el conjunto. 

230 millones en un año

El mismo año, CPI pujó a Apollo y Areal Bank por los hoteles Miramar y La Florida, que su propietario había cerrado por falta de rentabilidad. El primero es conocido por ser la sede histórica de RTVE en Cataluña, antes del traslado a Sant Cugat del Vallès. Los cedió a Husa.  

Pocos meses después, El Khoury se hizo con el antiguo Hilton Valencia, que entregó a Meliá. Su precio: 50 millones de euros. En total, en poco más de un año, el prolífico libanés inyectó 230 millones de euros a la hotelería española. En plena contracción económica. 

"Invertiré 1.000 millones de euros"

Esos movimientos los justificaba el financiero por su fe absoluta en el turismo nacional, que capeó la crisis que sí se cebaba con el inmobiliario. Recordaba en Cinco Días que ya gestionó diez hoteles familiares en Londres -que vendió con éxito-, en el marco de un portafolio particular que llegaba a los 80 activos.

Vista del hotel La Florida, en Barcelona Cedida

Su propio patrimonio, heredado de un banco y de la red eléctrica de Siria y Líbano, le permitía operar con comodidad. Y el futuro era halagüeño, pues El Khoury predecía al menos "cinco años de bonanza económica en el turismo".  

Concurso de acreedores

Algo pasó. La filial de CPI en España, CPI Developments Spain SL, fue a concurso de acreedores en 2014. Consiguió levantarlo, y en 2020 se decretó el cumplimiento del convenio. En la trastienda, Royal Bank of Scotland y la luxemburguesa Aina, de Jaume Tàpies, depredaron la deuda. 

Su discurrir fue dispar al de Husa Hoteles, del hotelero Joan Gaspart, también expresidente del FC Barcelona, con el que se asoció para operar los dos hoteles de Madrid y los dos de la capital catalana. La cadena entró en insolvencia también en 2014, y pareció llegar a un pacto con los acreedores. Pero lo incumplió, y en 2021 fue a liquidación. En 2023, el concurso fue declarado culpable, y Gaspart se enfrenta a una petición fiscal de pagar unos 580.000 euros. 

Deuda

Boutros siempre negó que Gaspart fuera su socio. Lo trataba de "empleado". Sea cual fuere la condición, Husa salió de los alojamientos de Madrid y Barcelona. Estos dos últimos terminaron asumidos por El Khoury y cargados de deuda, hasta su venta actual a la segunda a Atom. "Por un precio similar a la deuda", insisten fuentes del mercado. "En un mejor entorno económico, de recuperación", responden otras. 

Joan Gaspart, ex máximo directivo de Husa Hoteles EFE

Con ello, El Khoury zanja su presencia en Barcelona. Una ciudad en la que nunca perdió la fe, pese a que atravesó el procés independentista y la pandemia del coronavirus. Y pese a los avatares a los que le llevó asociarse con Husa, protagonista de una de las caídas más sonadas del turismo español en las últimas décadas.